Si los gobiernos del Partido de la Liberación Dominicana han de exhibir un logro institucional a partir de la excelencia en los servicios, uno solo, el Seguro Nacional de Salud competiría por llevarse las palmas. Se ha anclado sobre pilares muy fuertes: crecimiento continuo, robustez financiera y los comentarios positivos de sus afiliados acerca de la calidad de sus servicios, lo cual se revela como buena imagen corporativa.
Cierto que los presidentes Leonel Fernández y Danilo Medina (en Palacio desde 1996, salvo 2000-20049 la han considerado su “niña linda”. O su “tacita de oro”, como ha dicho la directora ejecutiva, médico-periodista petromacorisana Mercedes Rodríguez Silver. Han estado muy lejos de ser tacaños con el Senasa; no han regateado para la inyección de recursos, sobre todo, para que el Subsidiado navegue firme.
Pero esta institución del Sistema Dominicano de Seguridad Social ha redituado más allá de lo esperado con resultados de calidad. Ha pagado con creces el dinero que le han inyectado. No ha escogido el camino de la mediocridad de otras instituciones estatales que navegan sobre mares de pesos y solo producen millonarios.
Al comenzar 2018 tenía registrados 3 millones 530 mil 980 afiliados en el Régimen Subsidiado (el de los “hijos de Machepa”), lo cual representa la mitad del Seguro Familiar de Salud. Con los del Contributivo ya ha pasado los 4 millones, cubiertos por 5 mil prestadores contratados en todo el territorio nacional. A esa fecha, había autorizado pagos a prestadoras por un monto de 7 mil 554 millones de pesos, un 8% más que lo autorizado en 2016. Pagó mil millones 331.882.270 pesos por concepto de tratamientos de cánceres. https://www.listindiario.com/la-republica/2018/01/05/497545/el-regimen-subsidiado-del-sfs-alcanzo-los-3-5-millones-de-afiliados-en-el-2017.
La Administradora de Riesgos de Salud Senasa representa un modelo que nada tiene que envidiar a sus pares del sector privado en el contexto del Sistema Dominicano de Seguridad Social (Ley 87 de 2001). Pero eso parece que no lo saben –o no quieren saberlo– los legisladores, administradores de la judicatura, bancos estatales, superintendencias y hasta la misma Universidad Autónoma de Santo Domingo.
Ellos y sus empleados están inscritos en ARS privadas, nacionales y extranjeras, con cargo al erario, nunca de sus bolsillos. Y lo hacen a sabiendas de que, con la inscripción en el Contributivo, se solidarizarían con la masa de “pobres diablos” que solo el Régimen Subsidiado acoge. Mismos que ellos manipulan en los pueblos para ganarse cargos políticos.
No hay deslealtad mayor que ésa. Ellos son los principales conspiradores contra la existencia de “la tacita de oro” del Gobierno, el Senasa.
Su alegato de “libre elección” establecido por la ley resulta ridículo, y ni a los estúpidos sorprende. Son unos criminales, enemigos jurados de los pobres de este país; mas, discursean con desparpajo sobre pobreza y otros males sociales de los que, sin dudas, ellos también son arquitectos.
Si tuvieran una pizca de sensibilidad y no fueran tan ingratos, habrían corrido en masa a afiliarse al seguro estatal. Pero no. Les resulta mejor usar el poder que ostentan en el Estado para ganarse onerosas comisiones con el sector privado. Otra vez, son unos criminales, y el país completo ha de saberlo y burlarse de ellos cuando vayan a lugares públicos o a finos restaurantes con la vana pretensión de saciar su miseria acumulada durante décadas (cuando eran muy pobres).
Lo único que aportan estos señores es basura a una institución que está limpia y es digna de la protección y orgullo de Gobierno y oposición. De la sociedad. Por el Senasa no es de Danilo, ni de Leonel, ni del PLD, ni del PRD, ni del PRM, ni de nadie en particular.
Con su actitud irresponsable, solo construyen dudas sobre la pertinencia y la calidad del Senasa. Y no se conduelen. Malvados.
¿Qué puede pensar un simple mortal de esta tierra quisqueyana cuando se entera de que los funcionarios (Gobierno, Congreso y Justicia) han negociado con seguros privados? ¿Qué puede pensar si desconoce que a esos señores los mueven comisiones de dinero y que nada les importa que el Senasa haya demostrado altos niveles de competencia y calidad en el mercado?
En RD hay muchas cosas a enderezar, y una de ellas es el abuso inaceptable de ejecutivos estatales con salarios de lujo convertidos en los principales enemigos del Senasa a través esta forma bochornosa de competencia desleal disimulada. La mejor campaña publicitaria para el Senasa debe de ser que cada funcionario o empleado exhiba con orgullo el carné de afiliado. Y si no quiere, que “se vaya con su música para otro lado”.
Que el pueblo los observe y los rechace, si no tienen suficiente vergüenza para renunciar ya. ¿Se entendió?