Existe una evidente relación entre las diversas semiosferas correspondientes a la semiótica del teatro y la semiótica de la cultura. Esta relación se puede observar en los materiales, las formas de representación, las matrices de producción, los instrumentos y objetos utilizados tanto en la práctica o creación teatral así como en su movilidad en el conjunto, o, en los conjuntos culturales.

Como el teatro se produce y se activa en los diversos espacios de la cultura bajo funciones mediadoras o funciones de comunicación y lenguaje, los objetos y valores teatrales se materializan en la cultura entendida y extendida como relación dinámica y relación productiva, mediaciones, transmediaciones, cuerpos de significación y construcción de escenas,  fórmulas de representación dialógica, especies dramatúrgicas emergentes y posicionamientos formales trangresivos.

Lo productivo en este caso es lo significante, lo significativo y la significación. De hecho, toda semiótica del teatro justificada teóricamente en la semiosis cultural promete un desarrollo de instancias epistemológicas ligadas a un proceso de producción de sentido orientado a formas de construcción y deconstrucción de mundos imaginarios propios del texto-espectáculo teatral y performático. (Ver, Patrice Pavis: El teatro y su recepción. Semiología, cruce de culturas y posmodernismo, Eds. Criterios, UNEAC, Casa de las Américas, Embajada de Francia en Cuba, La Habana, 1994).

Estas  instancias y niveles de producción-recepción conducen a la interacción cultural de donde proviene específicamente la interacción teatral. Desde este movimiento podemos advertir, localizar o determinar espectadores, actores, espacios de representación, espacios de comunicación, funciones informativas, expresivas y significantes, así como otras mediaciones o semiosferas.

En este sentido la culturología de Iuri Lotman se reconoce en el concepto de explosión o implosión cultural, entendiéndose que desde allí se activan modos de comunicación, producción y articulación de productos con un valor antropológico y cultural determinado.

Desde esta línea se podría decir que la semiótica del teatro se conforma en movimientos significativos o de significación que encontramos en el texto espectacular, en los códigos actorales, en los códigos dramatúrgicos, en los códigos kinésicos  y proxémicos, en los códigos de la expresión corporal activada como expresión teatral.

Tanto para la semiótica de la cultura, como para la semiótica del teatro, existe el texto-espectáculo desde donde se instruye o particulariza el espectáculo-cultura como texto y el texto-cultura como espectáculo; esto quiere decir que una investigación sobre la producción espectacular y la recepción teatral indica al día de hoy un desarrollo y un crecimiento de las estructuras y funciones culturales que podemos leer y/o interpretar en los diferentes planos del texto teatral y el texto cultural. Todo lo que podemos entender desde estas funciones y mediaciones culturológicas es que tanto la teatralidad, como la productividad espectacular, constituyen los ejes de un saber comunicar, un saber significar y un saber producir artístico desde la culturología, la teatralogía y la semiótica crítica del teatro.

En este sentido, los puntos fundamentales de comunicación, significación y recepción son, entre muchos los siguientes:

  • Sistemas culturales interactivos y abiertos
  • Sistemas de invención textual-representacional
  • Sistemas de producción artístico-cultural
  • Complementos estéticos desde la teatralidad corporal y vocal
  • Complementos estéticos desde la historicidad del teatro
  • Objetos teóricos
  • Objetos estéticos
  • Objetos significativos
  • Matrices estéticas
  • Matrices culturales
  • Espacios estetizados
  • Arquitecturas teatrales
  • Iconografías espectaculares
  • Modos iconográficos de la expresión cultural
  • Mapas de sensibilidad y percepción
  • Miradas estéticas
  • Miradas culturales
  • Actuaciones comunitarias
  • Direccionalidades culturales
  • Direccionalidades estéticas
  • Otros.

Estos puntos conformadores de una semiótica de la cultura y una semiótica del teatro, forman parte de la investigación en torno a las capacidades creativas que se constituyen y se conforman a través de la producción artística y la producción cultural en contextos de significación espectacular. Lo que obliga a reconsiderar niveles y lecturas de superficie y de profundidad al interior mismo del texto-cultura y del texto-espectáculo. En este caso, las funciones y categorizaciones anteriores activan los mundos propios de la teatralidad y los diversos imaginarios espectaculares de la cultura.