El sistema semiótico denominado televisión canaliza, enuncia, transmite y textualiza el mundo percibido por el aparato-ojo del productor, director de programa, emisión electrónica o multimedia, y el aparato de interpretación por parte del telespectador pasivo o activo.

Así pues, el discurso televisivo refiere varias esferas de transmisión y comunicación (ETC) secuenciales que pueden ser denominadas ETC-1, ETC-2, ETC-3, ETC-4 y ETC…N. Según este  trazado secuencial de esferas y semiosferas televisivas existe un movimiento perceptual y sensorial que alcanza su valor en todo un movimiento significante de la construcción televisual.

Precisamente Umberto Eco en Apocalípticos e integrados ante la cultura de masas y en el Súper-hombre de masas, teoriza la televisión como sistema denotador y connotador de mensajes y sentidos, siendo así que lo que se enuncia permite entender una etapa crítica que determina un escenario verosímil, más no necesariamente real como aseveración de un sujeto deseante destacado.

Los ejemplos de semiosferas reconocidos en este caso, se recomponen mediante los dispositivos tecnológicos e ideológicos que admite y produce el sistema televisión y el concepto de televidente o telespectador. (Ver P. Bourdieu: Sobre la televisión, Eds. Anagrama, Barcelona, 1997).

El campo extendido de la semiótica de la televisión se reconoce mediante una suma de códigos que dan cuenta de particularidades propias de la revolución tecnológica surgente de los orígenes de la televisión en la primera mitad del siglo XX. De ahí que algunos críticos hayan condenado la televisión como aparato ideológico político del siglo XX.(Ver, también, R. Debray: Curso de mediología (1991).

La televisión forma parte según Jesús González Requena del espectáculo postmoderno. (Ver El discurso televisivo: espectáculo dela  posmodernidad. ( Eds. Cátedra, Madrid, 1995).Pero según Peter McLaren, la televisión crea y forma parte de una cultura depredadora, convirtiéndose en un mecanismo de incidencia, violencia política y percepto-sensorial. (Ver, Pedagogía crítica y cultura depredadora, Eds. Paidós, Barcelona, 2006).

Todo lo que se ve en la pantalla televisiva es actuación en contexto, pero también retórica de la seducción como ha demostrado Jean Baudrillard en su libro De la Seducción. (Ver en Eds. Cátedra, Madrid, 1986). La pantalla televisiva, así como la de los nuevos medios y mediaciones digitales, dinamiza los contenidos y contextos de comunicación, allí donde los tópicos o predicamentos del texto televisivo modifican y afectan la conducta del televidente.

La performance conocida como actuación, realización y espectáculo reproduce mundos de ficción y a menudo de información que alcanzan un valor socio-cultural frente al televidente. Lo que va a crear planos, movilidades, narrativas e impresiones de realidad.

La historia misma de las respuestas televisivas, agendas, audiencias, y programas-tv cobran en el momento actual diferentes categorías y perspectivas que implican trayectos que van de lo cinematográfico a lo televisivo, del espacio-tiempo al tiempo-espacio, del lenguaje al meta- lenguaje, de tal manera que se produce según Mario Carlón (2006) un espacio reflexivo y productivo denominado metatelevisión, (ver también Alejandro Piscitelli: Pos-televisión. Ecología de los medios en la era de internet, Paidós, Buenos Aires, 1998); lo que implica varios ejes de reproducción, movimiento, impresión y significación.

Este recorrido crea un nivel crítico sobre la percepción de las imágenes y sistemas de producción de formas y fórmulas-tv en cuyo caso se construyen varios marcos organizados como:

  1. Marco de enunciación-tv
  2. Marco de información-tv
  3. Marco de interpretación-tv
  4. Marco de comprensión-tv
  5. Marco de traducción-tv
  6. Marco pragmático-visual-tv
  7. Marco de investigación-tv de estructuras sensoriales y perceptivas.

Todos estos marcos (encuadres o contextos), orientados hacia el mensaje, suponen una y múltiples  programáticas determinadas por valores intrínsecos del sistema televisivo, donde también encontramos las semiosferas televisivas que traducen expresiones, contenidos estéticos y cognoscitivos.

Se trata en este caso de performance televisiva, destinada a combinar, producir, textualizar, resignificar y organizar narrativas transmediáticas propuestas en textos, mensajes, contextos, sentidos y traducciones culturales y sociocomunicativas.