En entregas anteriores, hemos hablado sobre la importancia de la movilidad urbana y en esta ocasión, nos permitimos plantear algunos aspectos fundamentales sobre la seguridad vial y su importancia y contribución a una apropiada y segura movilidad urbana.
Se define como seguridad vial el conjunto de acciones y estructuras que persiguen garantizar un adecuado y buen funcionamiento de la circulación del tránsito; para ello hacemos uso de una serie de conocimientos técnicos, así como también de legislaciones, reglamentos, disposiciones y además reglas de conducta, para todos los actores, es decir, pasajeros, conductor y peatones. Se supone que todo esto tiene como fin la prevención de los accidentes, utilizando de manera apropiada las vías públicas.
Algunos trataditas del tema, plantean y amplían esta definición en dos partes, es decir “seguridad vial activa, que tiene como objetivo principal evitar que el accidente suceda, aplicado al factor humano, a los vehículos y a las vías” y la “seguridad vial pasiva, que tiene como objetivo, tratar de reducir la gravedad de las lesiones una vez ocurrido el accidente.
De acuerdo con el INTRANT, en lo referente a los accidentes de tránsito en la República Dominicana, “los grupos de mayor riesgo están constituidos por usuarios de motocicletas y por los peatones, representando el 67.3% y el 17.5% del total de muertes ocasionadas por el tránsito en el año 2018, respectivamente. Es decir, que aproximadamente un 85% por ciento de las fatalidades de este tipo se circunscriben dentro del ámbito de estos usuarios vulnerables.
Es decir que, que la tasa de mortalidad por 100, 000 habitantes está situada en poco mas de 30 habitantes, de los cuales 16 corresponden a muertes en motocicletas, 2 en vehículos y 4 a peatones. Esta tasa está muy por encima de las correspondientes a prácticamente todos los países de América.
De acuerdo con estudios realizados por la Organización Panamericana de la Salud, en el año 2016, la tasa de mortalidad promedio causada por el tránsito en los países de América, estaba situada en 15.6 por 100,000 habitantes, o sea que la Republica Dominicana, duplica esta cifra.
Señala el estudio que “las 154.997 muertes causadas por el tránsito en la Región de las Américas en el 2016 representaron 11% de la mortalidad mundial debida al tránsito y continúa indicando que “las diferencias en las tasas de mortalidad son más notables a nivel de país y que 13 de los países participantes presentan tasas más elevadas que la tasa promedio regional. Santa Lucía, República Dominicana y Venezuela tienen tasas de mortalidad causada por el tránsito más de dos veces superiores que la tasa promedio regional (35,4, 34,6 y 33,7 por 100.000 habitantes, respectivamente)”
Es preciso señalar las que entendemos que pueden ser las principales causas del porqué, tenemos en el país esta tan alta tasa de mortalidad en tránsito; en primer lugar la enorme cantidad de motocicletas que componen el parque vehicular, superior porcentualmente a todos los países de América y quizás del mundo, en segundo lugar la falta de medidas de control de velocidad, que es una de las mas ampliamente medida implementada en los países de América, tercero, el hecho de que el desarrollo de infraestructuras urbanas de transporte no ha seguido el mismo ritmo que el rápido crecimiento del parque automotor y de las propias poblaciones urbanas en el país. Finalmente destacar el no cumplimiento y sanciones de las regulaciones y leyes de tránsito por la ciudadanía y por los conductores.
Tal como se indicó anteriormente, los accidentes mortales de transito correspondientes a las motocicletas (16) de por sí solo, son mas por cada 100, 000 habitantes, que el promedio de los países de América que están situados en 15.6.
Para la Organización Panamericana de la salud, la seguridad vial es un asunto prioritario, en razón de que la mortalidad causada por el tránsito, representa una de las primeras causas de muerte en América y a ello hay que añadir que a las muertes hay que sumarle lo mas de 5 millones de lesiones y traumas, que generan una gran demanda de servicios de salud y de aumento de los servicios de salud que al final representan altos costos para el país.
Entendemos que, vistos estos números, el principal reto de las autoridades del país, debe estar orientado a reducir los accidentes de las motocicletas, para lo cual se hace necesario establecer y hacer cumplir leyes, regulaciones severas, que son las que en muchos países han dado buenos resultados.
Paralelamente, es indispensable una recomposición del parque vehicular del país que esté encaminado a una reducción significativa del número de motocicletas, promoviendo y realizando inversiones para masificar el transporte público.
Finalmente, habría que realizar una labor conjunta de todos los actores involucrados, en el sector del transporte del país, con miras a poder garantizar e impulsar la movilidad de una forma segura, equitativa, saludable y sustentable.