¿Responsabilidad de Quién?
“Garantizar la seguridad pública, es ocuparse de que nadie sea asesinado, ni sea víctima de ninguna forma de violencia”
Amnistía Internacional.
La Constitución dominicana, en su artículo 255, define la misión de la Policía Nacional como un cuerpo armado, técnico, profesional, de naturaleza policial y afirma que el objetivo de ésta es ‘’salvaguardar la seguridad ciudadana; prevenir y controlar los delitos, perseguir e investigar las infracciones penales, bajo la dirección legal de la autoridad competente, y mantener el orden público para proteger el libre ejercicio de los derechos de las personas y la convivencia pacífica de conformidad con la Constitución y las leyes’’.
La Policía Nacional es una de las instituciones que goza de menor confianza entre los ciudadanos/as por eso se demanda su profunda transformación y reestructuración, para que ésta pueda tener la legitimidad y la autoridad necesaria, contando con un personal idóneo, entrenado, comprometido y bien remunerado, que cumpla con los roles de la Constitución y que las leyes le otorgan, respetando los derechos humanos y la dignidad de los/as ciudadanos/as.
El nuevo proceso de reforma a la Ley de la Policía, el Plan de Seguridad Ciudadana y la Mesa Nacional sobre Seguridad, Ciudadanía y Género que el gobierno está impulsando, debe ser pensado estratégicamente porque debemos cerrar la brecha a la improvisación y a las medidas populistas, ya que las mismas no tocan la raíz de los problemas estructurales de la seguridad ciudadana. De ahí ¿Dónde están los diagnósticos? ¿Cuáles son las causas identificadas? Donde se sitúan las tendencias? ¿Cuáles son las estrategias a impulsar?.
Las iniciativas tomadas en los últimos días pueden agravar y debilitar aún más la institución policial desmembrando el sentido de cuerpo que debe tener, de donde se deriva la disciplina, autoridad, responsabilidad y accionar coordinado. El fenómeno de continuar creándose nuevos órganos, estructuras e instancias dispersas, aisladas, profundizarán las dualidades de funciones y roles en el ámbito de los cuerpos de seguridad ciudadana. ¿Por qué militarizar esa función? ¿Dónde ha tenido éxito? ¿Que señalan las experticias y estudios sobre el particular? ¿Cómo confundir seguridad ciudadana con seguridad Nacional? ¿Cómo mezclar los ámbitos de actuación?
No tiene ningún sentido, ni obedece a un uso racional de los recursos de las instituciones del Estado la implementación del denominado Plan de Asistencia Vial bajo la responsabilidad del Ministerio de Obras Públicas, ni tampoco el nuevo cuerpo de vigilancia y seguridad hospitalaria en el Hospital Traumatológico Darío Contreras, creado por el Ministerio de Salud Pública. Además de la creación de la Dirección Militar de Seguridad entorno al Puerto Multimodal de Caucedo bajo la dependencia del Ministerio de las Fuerzas Armadas.
Ahora bien, estas tres (3) nuevas iniciativas se suman a la larga lista de dispersión, segmentación y fraccionamiento de lo que debe ser un cuerpo de Policía, porque se sigue construyendo nuevas islas de poder. Es de hacer mención que en la actualidad tenemos Policía Turística, Comunitaria, Eléctrica, Tránsito, Científica, Preventiva, Escolar, Municipal, Asunto Interno, Electoral, entre otras. Con todas estas policías la pregunta es ¿A dónde está el Barrio Seguro?
Los procesos de reforma del cuerpo de policía deben trascender las prácticas fallidas anteriores de reforma a la institución del orden público. Este proceso debe ser integral y garantizar en la práctica cotidiana el respeto de los derechos de los policías, como: la estabilidad en el empleo, tener información sobre las misiones que se les asignen, ser promovidos dentro del escalafón, recibir una remuneración justa de acuerdo al nivel de formación, especialidad, antigüedad, categoría y responsabilidad. Así como el cumplimiento de los manuales y reglamentos, que garantice una actuación centrada en la disciplina, bajo un estricto apego a un comportamiento ético y moral.
En este sentido el proceso de reforma de la policía debe ser ampliado y participativo en su enfoque, para permitir una concertación de esta política pública, porque el debate de la seguridad debe estar rodeado de mayor transparencia, planificación, razones de priorización y coherencia con los distintos esfuerzos que la administración pública debería realizar en las diferentes áreas del Estado.
“Tenemos que hacer planes para la libertad, y no sólo para la seguridad, por la única razón de que sólo la libertad puede hacer segura la seguridad.
karl popper