Ramón Morrison

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La expresión “seguridad ciudadana” ha llegado a tener una especial significación en la vida nacional; es recurrente su uso en los medios de comunicación; es uno de los temas principales del discurso político. Y en la práctica su ausencia o débil presencia se manifiesta en la  pérdida de vidas, bienes y traumas como secuelas de las distintas formas del crimen que afectan a las ciudadanas y ciudadanos de la República Dominicana, extranjeros residentes y turistas. Es por tanto la seguridad ciudadana una de las principales responsabilidades del Estado por cuanto se asocia a la integridad física en general, la vida como su forma suprema y a los  bienes que poseen las personas.

No pocas familias han perdido seres queridos producto del crimen organizado,  y ayuda a su mejor comprensión hacer el ejercicio de ponerse en el lugar de una pareja que es atracada y asesinada en su propia vivienda, otra persona que es asaltada y herida al llegar a su residencia; sustracción de enseres del hogar u oficina o partes de un vehículo estacionado. Es un tema muy desagradable para un artículo de opinión, pero es una realidad que afecta profundamente a la sociedad y que  debe ser asumida con toda responsabilidad desde el Estado.

El verdadero sentido de las acciones del Estado en el propósito que exista un  entorno en el que predomine la seguridad ciudadana, ha de ser orientado hacia la prevención; y las autoridades  del Estado han de asumir el criterio que “dirigir es prever, dirigir es anticipar”.

Hay que reconocer a partir de lo dicho  que la inauguración el próximo pasado viernes 25 de julio del Centro de Inteligencia Contra el Crimen Organizado de la Policía Nacional es un importante paso de avance. Tomando en cuenta los aspectos que se destacan tales como evitar la infiltración del crimen organizado en las unidades de la Policía Nacional  y mantener la integridad de la institución, lo que ha representado en los últimos tiempos uno de sus  principales debilidades por la presencia de tantos policías que colaboran con el crimen organizado. El centro se propone además producir inteligencia sensitiva antes que ocurra el delito, lo mismo que el intercambio de información con las agencias e instituciones encargadas de perseguir el crimen  transnacional.

Siendo el Estado el más alto nivel de organización de la sociedad,la seguridad ciudadana es una responsabilidad fundamental por lo que la inauguración del Centro debería  inscribirse además  en el marco de un plan maestro que supere  las respuestas puntuales  o circunstanciales a este trascendental tema y problema de la sociedad dominicana.