Con relación al Pacto Eléctrico, recientemente el Vicepresidente Ejecutivo de la CDEEE declaro que “Habrán muchas ideas, pero la raíz de la solución del tema es cambio de matriz y ampliación de la matriz. Si no tenemos energía, no importa lo que hagamos; energía suficiente y a buen precio, para que cualquier plan pueda dar resultado, en eso es que el pacto debe enfocarse primordialmente”.
Las declaraciones anteriores confirman la visión que tienen las autoridades sobre la solución de la problemática del sector eléctrico, la cual la concentran y le dan mayor peso, al cambio en la matriz de generación, con lo cual esperan que dicho cambio produzca un ahorro significativo no solo en el déficit financiero que estrangula las finanzas públicas, sino también en la tarifa eléctrica a los usuarios regulados.
La CDEEE se ha embarcado en un proyecto de inversión muy importante como es la construcción de las plantas a carbón de Las Catalinas, las cuales aportaran al sistema eléctrico una capacidad neta de 674.78 Mw, según el contrato firmado entre la CDEEE y el Consorcio responsable de la fabricación, instalación, pruebas y puesta en marcha de dichas plantas.
El monto del contrato firmado es de US$1.945 millones, cifra que no incluye el costo de la línea de interconexión, los intereses durante la construcción, el escalamiento de costos durante la construcción y las posibles reclamaciones que pudiera plantear el Consorcio responsable de la Obra. Cuando se suman las partidas no incluidas en el monto del contrato inicial firmado, la cifra final se situara en el orden de los US$3,000 millones.
Impacto de las Plantas en el Subsidio Directo y Déficit de Flujo de Caja del Sector Eléctrico
Mucho se habla de las economías y ahorros que la entrada en operación de las plantas a carbón de Las Catalinas producirá en el sector eléctrico. Se ha llegado a hablar de cifras en el orden de US$500 millones en economías anuales.
Asumiendo un factor de planta o de utilización de 85%, la energía promedio anual esperada que generaran las plantas de Las Catalinas será del orden de los cinco mil (5 mil) millones de kilovatios horas o 5,000 Gwh. Si el factor de planta o de utilización se reduce a un 80%, la energía promedio anual bajaría a unos 4,729 millones de kilovatios hora o 4,729 Gwh.
Según el Informe Mensual de Desempeño del Sector Eléctrico publicado por la CDEEE, en el primer semestre del 2014, el precio promedio monomico de compra de la energía (energía + potencia) de las distribuidoras a los generadores, se sitúa en el orden de los US$0.1667/kwh.
Según las cifras aportadas por las autoridades de la CDEEE, el precio monomico esperado de venta de la energía que producirían las plantas de Las Catalinas se situaría alrededor de los US$0.12/kwh, lo que daría una disminución de unos US$0.0467/kwh con relación al precio monomico promedio de compra de las distribuidoras en el primer semestre del 2014. Esta reducción representa una economía de alrededor un 28%.
En términos económicos, esa reducción de un 28% entre el precio monomico promedio de compra del primer semestre del 2014 y el precio monomico a que se venderia la energía producida por Las Catalinas, significaría un ahorro anual de unos US$234 millones (5,000 x 0.0467), si el factor de planta o utilización de Las Catalinas es del 85%, o de unos US$221 millones (4,729 x 0.0467), si el factor de planta o utilización de Las Catalinas se sitúa en 80%.
Los ahorros o economías con relación al precio monomico de compra de las distribuidoras en el primer semestre del 2014, que produciría la entrada en operación de las plantas a carbón de Las Catalinas, representarían entre un 16% y 17% del subsidio directo otorgado al sector eléctrico en el 2013 y proyectado para el 2014 (unos US$1,400 millones).
Si la comparación se realiza con relación al déficit de flujo de caja de las distribuidoras y CDEEE incluyendo las deudas corrientes, el cual se situó en el 2013 alrededor de los US$2,000 millones, cifra que se repetirá en el 2014, las economías o ahorros que producirían la entrada en operación de las plantas Las Catalinas en términos de reducción de déficit, representarían entre el 11% y el 12% del déficit en flujo de caja del 2013 y del 2014.
Conclusión
Si bien es cierto que la decisión de construcción de las plantas a carbón es una decisión en el camino y sentido correcto, no es menos cierto que por el impacto que las mismas producirían en términos de reducción del déficit en flujo de caja de las distribuidoras y la CDEEE, queda evidenciado que la causa nodal o principal o de mayor peso en el déficit financiero del sector eléctrico no radica en la generación, pues se necesita de una inversión cercana a los US$3,000 millones para lograr una reducción mínima en el déficit financiero del orden de un 12%.
La inversión en las plantas a carbón es necesaria pero no es suficiente para atacar el problema del déficit financiero del sector eléctrico, porque la misma no ataca la raíz que ocasiona los grandes déficits económicos que ahogan las finanzas públicas, los cuales son ocasionados por las altas perdidas y pésima gestión de las distribuidoras y los altos gastos corrientes de estas empresas y la CDEEE.
Si el Gobierno no toma la firme decisión de invertir recursos importantes en la reducción de las excesivas perdidas de las distribuidoras (no menos de US$800 millones en dos (2) años) y de reducir drásticamente los excesivos gastos corrientes de esas empresas y la CDEEE, tal y como tomo la firme decisión de contratar la construcción de las centrales a carbón, entre el 2014 y la fecha en que dichas centrales entren en operación (entre 4 y 5 años), el Estado podría estar erogando una suma total que oscilaría entre los US$5 mil y US$ 6 mil millones solo en subsidio directo al sector eléctrico, ya que de no hacerlo se corre el riesgo de que el País sufra apagones más intensos y frecuentes a los que se reciben en la actualidad.
La inversión a realizar en la reducción de las pérdidas de las distribuidoras es menos del 30% de la inversión total a realizar en la construcción de las plantas a carbón y es una inversión que se puede realizar en un menor tiempo y con impactos positivos mayores en la reducción del déficit financiero del sector eléctrico.
Si no se hace la inversión requerida en la reducción de las pérdidas de distribución y en la reducción drástica de los excesivos gastos corrientes de esas empresas y la CDEEE, cuando entren en operación las plantas a carbón, se corre el riesgo de producir una gran decepción y frustración en la sociedad, pues se comprobara que las ilusiones y promesas vendidas no se materializaran y el sector eléctrico seguirá siendo la mayor carga económica y financiera en las finanzas públicas, al mismo tiempo que se incrementa el deterioro en la calidad del servicio brindado, el déficit financiero y la tarifa eléctrica seguirán en su escalada alcista golpeando a los consumidores e impactando negativamente a los sectores productivos que mueven y dinamizan la economía del País.