El pasado 25 de febrero, la cadena de televisión Pública de los Estados Unidos, conocida como PBS por sus siglas en inglés, sacó al aire en su serie FRONTLINE el documental Secretos del Vaticano, una mirada a los escándalos que arroparon los pontificados de Juan Pablo II y Benedicto XVI. Su productor Antony Tomas afirmó que se motivó a realizarlo después de la elección de Francisco, para destacar el desafío que el nuevo papa confrontaba. Las preguntas que subyacen en este documental, aún no tienen respuestas. ¿Podrá Francisco transformar la corrupta y poderosa Curia Romana? ¿Podrá cambiar las doctrinas y prácticas de obispos y cardenales conservadores en todo el mundo? ¿Abrirá las puertas de la Iglesia al mundo moderno?
Pueden ver el documental en el enlace http://www.pbs.org/wgbh/pages/frontline/secrets-of-the-vatican/ . Todas las citas en este artículo son mi traducción libre del original hablado o traducido al inglés con subtítulos también en inglés.
El documental expone “la historia de corrupción, ocultamientos, e intensas luchas internas por el poder” que Ratzinger intentó mantener secreto sin lograrlo; resultando en su renuncia en febrero del 2013; hecho sin precedentes en la historia de la Iglesia en los últimos 600 años. Su valor artístico acompaña al apego a la verdad histórica de los testimonios de expertos, testigos, y víctimas que en menos de dos horas sintetizan el historial de escándalos que han creado una crisis incontenible en la Iglesia Católica; nunca experimentada desde la Reforma Protestante del siglo XVI.
Nathan Tobey, describe el documental como uno que “revela la cultura del Vaticano que pocas personas de fuera han visto….y enseña la profunda hipocresía sexual al interior de la iglesia Católica y el largo legado de los clérigos de abuso sexual de niños”. Nos cita al periodista Robert Mickens que correctamente advierte, “sin pasar algún tiempo en éste tipo de cultura, es muy difícil de creer que puede ser así”. Tobey pregunta lo que un católico racional se preguntaría al ver el documental, “¿cómo llegó el Vaticano a este punto?, ¿hasta donde alcanza la corrupción?, ¿existe esperanza de una reforma significativa?, ¿puede el Papa Francisco cambiar los intereses profundamente establecidos de la burocracia del Vaticano?, ¿realmente lo intentará?”
Es posible que un detalle pasara inadvertido para los críticos del documental, pero no para cualquier dominicano. El mismo se inicia con la apertura del cónclave de Cardenales en el 2013 celebrado para elegir un nuevo papa. Ordenados en fila, cada cardenal pone su mano sobre un libro abierto y dice su nombre. El productor eligió tres cardenales, el segundo turno le corresponde al cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez, y el tercero el Cardenal Jorge Mario Bergoglio. ¿Será por eso que Víctor Grimaldi aseguró que el cardenal dominicano era papable? ¿O será por el contraste?
Entre los actos de corrupción que el documental presenta, se destacan las operaciones ilícitas del Banco del Vaticano: lavado de dinero, relaciones con la mafia, y ausencia de regulaciones y normas exigidas a los bancos Europeos y que paralizó el uso de tarjetas de crédito en la Ciudad del Vaticano. Pero los testimonios de víctimas de abusos sexuales por parte de curas son los más indignantes.
El caso más prominente envuelve a Karol Wojtyla, futuro San Juan Pablo II, y el Rev. Marcial Maciel Degollado, fundador de los Legionarios de Cristo. Wojtyla dio marcha atrás a la reforma del Banco Vaticano de su predecesor Juan Pablo I, quien murió sorpresivamente al mes de ser electo y fue rápidamente embalsamado imposibilitando una autopsia—¿será por esto que Bergoglio llevó su almohada a otra parte?
Karol Wojtyla amó al Rev. Marcial Maciel Degollado; quienes se besan y abrazan en el documental. Tuvo suficientes razones para protegerlo hasta el final de sus días. Los Legionarios de Maciel son el grupo de sacerdotes de mayor crecimiento alrededor del mundo, auto-percibiéndose como una cruzada para defender la Iglesia contra el liberalismo y los males del mundo moderno. Maciel estaba bien conectado con católicos conservadores y ricos que mantenían abierta su billetera para llenar las arcas de la Legión y del mismo Vaticano.
Pero Wojtyla no solo amaba la capacidad de Maciel para generar dinero. Era además su aliado ideológico en su lucha contra el comunismo y contra los valores seculares del mundo moderno. En América Latina, silenció a los teólogos de la Teología Latinoamericana de la Liberación y apoyó regímenes militaristas o autoritarios como el de Pinochet en Chile. Logró descarrilar los fundamentos de apertura al modernismo del Concilio Vaticano II mientras protegía a curas pederastas en todo el mundo. Por eso protegió a Maciel, a pesar de que este fue un prolífero abusador sexual de jóvenes seminaristas desde los 12 años de edad y un mujeriego con hijos. Las denuncias fueron ignoradas.
En el 2006, un año después de la muerte de Karol Wojtyla, Benedicto XVI determinó que los abusos sexuales de Maciel, anteriormente negados, eran reales. Pero Benedicto no entregó los datos a las autoridades, sino que le ordenó a Maciel retirarse al Vaticano a una vida de “oración y penitencia”. Maciel murió en el 2008 y no fue hasta el 6 de febrero del 2014 que el Vaticano se excusó ante sus “numerosas víctimas” y admitió que su fundador vivió una doble vida, como pederasta y mujeriego. Quizás no fue pura coincidencia que lo hiciera un día después que el Comité de los Derechos del Niño de las Naciones Unidas lo denunciara acusando a la Iglesia Católica Romana de ignorar los abusos sexuales de menores por sus sacerdotes.
Volviendo al Cardenal, al ver su cara en Secretos del Vaticano se me ocurre que Antony Tomas debería darse una vuelta por el Caribe, donde encontraría excelente materia prima para otra obra magistral, Secretos del Cardenal. Y no tendría que hacerle propaganda, pues ya el Cardenal se ha hecho famoso por sus declaraciones y la República por los casos de pederastia sin resolver, entre ellos el más alto Jerarca entre los curas pederastas. O por recibir un nuncio africano que discrimina al Embajador de los Estados Unidos por ser homosexual, calificado de “Maricón” por el Cardenal. De quien declaró cuando su candidatura fue conocida: Eso es una vagabundería. El que quiera vivir con otro macho que se vaya por su cuenta, pero que un Estado se rebaje, se ridiculice, se pervierta, dándole categoría de matrimonio a dos hombres o dos mujeres, jamás lo aceptaré.
Además, en la República se dan nuevas modalidades de abusos sexuales de menores por sacerdotes: (1) Creación de organizaciones de niños y niñas según la inclinación sexual del pederasta para iniciarlos en actividades sexuales a una tierna edad y ocultar sus propósitos siniestros; (2) transporte de monaguillas a diferentes pueblos con la excusa de asistir en las misas, para llevarlas a moteles; (3) organización de niños a nivel internacional coordinada con el nuncio para violarlos durante viajes al extranjero o en las playas del país; (4) intimidación de víctimas y sus familias para que no lleven sus casos a las autoridades; (5) obstrucción de la justicia a través de acciones planificadas por curas de la zona y organizaciones católicas y civiles con el silencio cómplice de los obispos de las diócesis; y (6) vigencia del Concordato para otorgar privilegios a curas pederastas y no investigar ni recoger evidencias, como fue el caso del cura Cordero de Bonao y de las niñitas violadas en el 2004 en el albergue católico de Higüey que aún esperan justicia. El caso fue cerrado con el misterioso incendio del presidio donde murieron dos testigos carbonizados junto a otros 134 presos.
Secretos del Cardenal podría iniciarse con un desfile de obispos dominicanos. Por sus lujosos vestuarios bordados con oro, pintados, decorados, resplandecientes, y con tiaras pomposas y desproporcionalmente más elevadas que las cabezas que las sostienen, el escenario nos remonta al gran Imperio Romano; no a una Isla de hambrientos y desempleados. ¿Estaría el Cardenal pensando en su séquito cuando dijo que este era un mundo de farsantes, comediantes, ignorantes y perversos que andan buscando que todas las cosas se hagan como les dé la gana?