Las elecciones municipales de marzo fue el primer golpe para desbancar al PLD de su predominio electoral. Los resultados fueron espectaculares para el PRM, un aumento de 30 a 81 alcaldes y a mas de 100 directores municipales, y una caída estrepitosa para un PLD que hasta marzo tenia un control absoluto del poder municipal.

El golpe fue tan fuerte que aun no ha sido asimilado, pues las principales alcaldías, las de los mayores municipios fueron ganadas abrumadoramente por el PRM, lo que vislumbra un panorama sombrío para las congresionales y presidenciales del 5 de julio para el partido de gobierno.

Sumando los votos obtenidos por ambos partidos y sus aliados por provincia, descubrimos que el Partido Revolucionario Moderno gano en 22  provincias y el PLD en tan solo 10, con la diferencia de que dentro de las 22 obtenidas por el PRM están las que tienen mayor cantidad de votantes como la provincia santo Domingo, el Distrito Nacional, Duarte, Puerto Plata, La Vega, Espaillat,  Azua y La Altagracia, en cambio, el PLD solo pudo conseguir ganar entre las provincias con mas votantes en Santiago, San Cristóbal y San Juan de la Maguana.

Para el PLD los resultados son mas ominosos, pues dentro de las provincias ganadas por ellos en las municipales de marzo hay varias cuyos candidatos a senadores son seguidores del ex presidente Leonel Fernández y que si resultaren electos darían el salto del PLD a la Fuerza del Pueblo, reduciendo a las mermadas fuerzas congresionales que obtendría el partido morado.

Es este escenario, el de una inminente derrota en las presidenciales y congresionales, el que ha desatado las ideas disparatadas de una prolongación del mandato del presidente Medina, amparado en una eventual imposibilidad de celebrar las elecciones, ya pospuestas para el 5 de julio. Por esa razón el gobierno no ha sido lo diligente que ha debido ser para enfrentar el Covid 19, su estrategia ha sido mantener la crisis para extender su permanencia en el poder.

Esa estrategia la han dirigido en dos vertientes, primero trataron de ganar tiempo para ver si su candidato, un hombre de pocas luces y con una larga relación con ilícitos, podía subir en la aceptación de los votantes, a pesar de la enorme diferencia que le separa del candidato opositor, cosa que no han conseguido y segundo, ante la imposibilidad de lo primero, ver como pueden buscar un resquicio por donde extender el mandato de Medina, para lo cual han lanzado una campaña de opinión de su aparato de reproducción de líneas bajadas por los asesores de estrategia del gobierno.

Pero tienen un obstáculo enorme, la Constitución no prevé salidas legales para esta situación y la JCE se prepara para celebrar unas elecciones que serán atípicas pero que contaran con la afluencia de votantes necesaria para elegir un gobierno legitimo. Su esperanza es forzar a la oposición a un acuerdo político, lo cual esta cada vez mas lejos de lograr, por lo que el 16 de agosto se producirá el inevitable cambio de gobierno y los peledeistas, nerviosos por sus desmanes y preocupados por el destino de sus fortunas obtenidas por medios ilícitos, no les quedará otro camino que bajar las escalinatas del Congreso y del Palacio Nacional cabizbajos.