Se levantan voces de todos los confines del mundo, expresando su solidaridad con el gran pueblo norteamericano, por la impronta dejada por la tormenta Sandy. Se produce un cambio del escenario electoral.
Los militantes y simpatizantes de los partidos Republicano y Demócrata, bajaron sus banderas partidarias, y se han incorporado como ciudadanos a las tareas de rescate en los diferentes estados donde azotó el ciclón post tropical Sandy.
Los candidatos presidenciales suspendieron la agenda de campaña, cesaron en el laborantismo político para incorporarse como líderes del pueblo norteamericano, a las tareas propias de ayudar a las comunidades que sufrieron los estragos de este terrible temporal.Barack Obama, se quitó la chaqueta de candidato presidencial por el Partido Demócrata, y se colocó la casaca solemne de Presidente Norteamericano.
Las redes sociales, los canales de televisión, las ondas hercianas de la radio, y la prensa escrita, cambiaron al unísono la temática electoral, y han colocado el seguimiento de los acontecimientos derivados del infausto acontecimiento meteorológico.
La supertormenta Sandy hizo su entrada por el Estado Jardín, New Jersey, impactando brutalmente en la madrugada del martes 30 de octubre una amplia franja del Atlántico medio, dejando sin electricidad más de siete millones de hogares, más de cincuenta muertos, y daños a la propiedad por miles de millones de dólares, lo que hizo que el presidente norteamericano Barack Obama declarara en estado de emergencia por los menos cinco estados y la capital norteamericana.
La situación electoral adquiere ribetes impredecibles en función de la complejidad del sistema electoral norteamericano, porque aunque en las elecciones participan todos los ciudadanos con derecho al voto, estos a su vez serán representados por los llamados “electores” de los Colegios Electorales, que a su vez son los que elegirán al presidente y vicepresidente de la república.
El Colegio Electoral está integrado por quinientos treinta y ocho electores, esta suma corresponde a cien Senadores, más cuatrocientos treinta y cinco congresistas, y tres delegados de Washington D.C.Los votos populares no eligen directamente al presidente, sino eligen a los compromisarios que conformaran el Colegio Electoral. Se gana con la mitad más uno de los electores, es decir, con doscientos setenta.
En caso de que ninguno obtenga la mayoría absoluta, porque puede haber más de dos candidatos, entonces la Duodécima Enmienda a la Constitución entra a regir los destinos electorales, y el congreso decide por mayoría simple. Esta situación se ha registrado en dos ocasiones en el año 1801 cuando fue electo Thomas Jefferson y en el 1825 cuando fue elegido presidente John Quincy Adams.
No siempre el que saca más votos populares gana, se ha dado esta situación en tres oportunidades en la historia electoral de EEUU, los menos votados se han convertido en presidente de la nación, 1876 el candidato republicano, Rutherford B. Hayes, obtuvo menos votos que el candidato demócrata, Samuel J. Tilden, no obstante, Hayes, obtuvo más votos electorales y se convirtió en presidente.
En el año 1888, otro candidato republicano, Benjamín Harrison, se le impuso al demócrata Grover Cleveland, quien había obtenido más votos populares, pero, menos votos electorales. El caso más reciente sucedió en el año 2000, cuando el republicano George W. Bush, se convirtió en presidente al vencer al candidato demócrata, Al Gore, quien obtuvo la cantidad de 50 999 897 votos, y su adversario Bush, 50 456 002 votos.
La diferencia consistió en que George W. Bush, obtuvo doscientos setenta y un votos electorales, y Al Gore doscientos sesenta y seis. Si Bush no hubiese alcanzado esa cifra, entonces entraba en acción la Duodécima Enmienda a la Constitución, y la pelota hubiese estado en el terreno del Congreso Nacional.
Explicamos esto sobre el destino electoral del próximo 6 de noviembre, porque entendemos que tras los estragos en la costa este de EEUU, que afectaron y dañaron sensiblemente la propiedad, y trastornaron la vida institucional de estados con gran incidencia electoral en un escenario cerrado como el que se advertía ante de la impronta meteorológica, la situación puede ser incierta para los pronósticos electorales: un conjunto de variables entran en un escenario en el que jugará un papel importante el desempeño del presidente en el pronto restablecimiento de los servicios, y la llegada oportuna de ayuda humanitaria a los damnificados.