Son muchas las personas que han grabado sus videos de tik tok con el tema el juidero de Chimbala y Bulin 47 sobre todo en la parte del estribillo donde dice “bríncale, sáltale, correle, córrele, hasta unos policías se hicieron virales bailando el contagioso demborw.

Mi interés no es entrar en el análisis propiamente del dembow, sino de lo acontecido este fin de semana con el caso de los cien millones de pesos y los artistas. Creo justo destacar que el país no tiene nada en contra de los artistas beneficiados con esas contratas, lo que aquí ha sucedido es un problema de interpretación y me explico:

El Estado está en el derecho de contratar artistas como se había venido haciendo con las famosas fiestas populares que el gobierno realizaba en diciembre y que constituían una fuente alterna de ingresos para los artistas.

¿Dónde está el problema y lo que desencadenó el juidero de la indignación social? En primer lugar el utilizar el concepto de “ayuda”. Cuando se habla de ayuda la imagen que llega al cerebro de las personas es a alguien que necesita un apoyo, sin embargo quienes asistieron a recibir los cheques fueron las caras visibles de los proyectos merengueros personas que a todas luces viven ostentando carros y casas de lujo por consiguiente se interpretó que no eran personas que necesitaban ayuda. Quizá si en vez de los artistas hubiesen asistido una representación de los músicos posiblemente habría sido más pasable.

En el tema del juidero Chimbala le pregunta a Bulin “dime, dime pa donde voy” y las opciones que le presenta el dembosero son irse del país pues su pareja lo anda buscando prácticamente para matarlo. Es posible que ante la reacción de la sociedad Tony Peña Guaba preguntara a su equipo “díganme qué hago que es equivalente al dime, dime, dime pa donde voy” y las opciones que le ofreciera su equipo no serían las de irse del país, como sucede en el dembow, sino las de dar la cara que quizá es lo que Bulín debió a aconsejarle a Chimbala.

La cuestión es que la salida fue más la sal que el chivo porque aquí la cura salió más mala que la enfermedad. Se convoca a una rueda de prensa en la que se informa que los contratos serán rescindidos pero que de todos modos los cien millones de pesos se les dejaría a los artistas como un aporte solidario y de nuevo entró el mar.

De nuevo se agitan las masas y esta vez con más furia pues convirtieron en tendencia el “se van” que tanto agradaba en campaña y “Tony renuncia” y todavía ayer domingo seguía siendo tendencia.

La situación molestó aún más cuando se hizo viral una carta dirigida a médicos y enfermeras del hospital Moscoso Puello donde se les comunicaba que por falta de recursos no se les podría otorgar los incentivos ofrecidos. O sea, no hay dinero para médicos y enfermeras que han arriesgado su vida y su salud, pero sí podemos regalarle a los artistas cien millones de pesos. ¿No les parece extremista la situación?

Creo que el gobierno está claro de la posición de la sociedad y en lo adelante deberá actuar mi fino para que de nuevo no se arme el juidero porque le aseguro que no creo la reacción de la gente sea tan jocosa como el tema de Bulin y Chimbala. Ojo con eso.