El sueño de un europeo, canadiense, norteamericano, alemán, suizo, ruso, inglés o ciudadano de cualquier país de clima templado, es estar sentado en una bella playa de un país tropical recostado frente al mar y una buena piña colada entre otras exquisiteces que no se encuentran en sus países. Por eso la subregión del Caribe es una de las más preferidas.
Pero existe un segmento de la población de esos países amantes de la naturaleza, que prefieren pasar sus vacaciones entre las montañas, caminando por senderos, alojarse en ranchos propios de las zonas rurales, bañarse en las cristalinas aguas de un rio y tomar esas aguas en su estado natural libre de contaminación y de procesamiento.
El turismo de sol y playa indiscutiblemente ha producido beneficios, por el desplazamiento de esos habitantes de climas templados hacia esos destinos turísticos.
Pero es importante señalar que ese modelo de sol y playa tiene dos amenazas: el agotamiento del modelo producto del sobre uso de las playas y sus áreas de influencias, y es el desprendimiento del fondo del mar de algas con cada vez mayor intensidad, que llegan a las playas, que es lo que se denomina el sargazo.
Aunque la acumulación del sargazo siempre ha existido como fenómeno natural, en los últimos años el volumen de estos residuos que va llegando a las costas dominicanas es desbordante.
El sargazo, además de convertirse en un problema para los proyectos turísticos, basados en playas, en virtud el costo que significa liberarse del volumen de desechos sólidos provenientes del mar (algas marinas), genera desconcierto en los turistas lo que amenaza el flujo de visitantes a los hoteles.
Particularmente en la Republica Dominicana este problema del sargazo se ha ido agravando sobre todo en la costa este, que como sabemos representa el principal destino turístico no solo desde el punto de vista del país, sino también del Caribe y la lucha es titánica por parte de los hoteles como desde el gobierno para afrontar este problema, que indiscutiblemente se debe poner más empeño para evitar que colapse la principal fuente de divisas del país: El turismo.
Pero para evitar el colapso del turismo es necesario que se fortalezca la promoción orientada hacia destinos alternativos a las playas, del interior del país, aprovechando los atractivos naturales que poseemos y la hospitalidad de nuestros habitantes.
Que en una combinación entre el organismo rector del turismo que es el Ministerio de Turismo y los tours operadores, se diseñe un plan orientado a que parte de los paquetes turísticos incluyan visitas a atractivos naturales, históricos y de agro producción (por ejemplo la ruta del cacao) del país. El país tiene una infraestructura vial que permite que un plan de esta naturaleza se haga a realidad, pues en los últimos años se han construido avenidas circunvalación y autovías y bulevar, que facilitan el desplazamiento fácil y seguro, desde los aeropuertos y hoteles que se encuentran en las costas hacia el interior del país, por la vía terrestre.
A propósito de turismo alternativo, un proyecto nuevo que se está desarrollando en el país en el área de Pedernales, que debe ir más allá de Bahía de las Águilas, aprovechando las aguas subterráneas que generan ríos de aguas cristalinas, desde Barahona hasta Cabo Rojo y a la vez para elevar el nivel de vida, con el fortalecimiento de unidades productivas ya existentes y crear otras, de una de las zonas con más pobres de nuestro país: El Sureste.