¿Una alcaldesa para Santo Domingo?  Si, para el Distrito Nacional. Si fuera una mujer, no dudó un instante que su gestión fuera más espectacular que la del actual sindico que gobierna la ciudad de manera tan silenciosa que uno, cree que la ciudad anda sola. Si fuera una mujer, la alcaldesa esta gestión fuera más transparente,  más inclusiva, más participativa y la ciudad fuera más limpia, y su mayor preocupación fuera de adecuar la ciudad a las necesidades de las mujeres, -genero-,  de los niños/as y adolescentes, de los mayores, de los discapacitados, es decir a la mayoría de la población.

Una mujer piensa constantemente en la inclusión, la igualdad, la seguridad y el higiene: la educaron así en la casa familiar, lo reproduce en su hogar con los hijos, con los padres y madres mayores y no deja nunca de lado, a un hijo con problemas de desarrollo cognitivo o con una incapacidad física. Ni hablar de la seguridad, de la  higiene y de la limpieza de la casa. Son aptitudes fomentadas culturalmente y  secularmente que la mujer, con responsabilidades civiles o militares nunca olvida y aplica donde este.

Sabemos de las trabas interpuestas para su acceso a cargos de responsabilidades en el sector privado y a pesar de los avances, estos son lentos ; y si es evidente que  las situaciones son muy desiguales en función del país o del continente, la exclusión y la discriminación siguen denunciándose cada 8 de marzo, Dia Internacional de la Mujer en el mundo entero.

En todos los continentes,  su llegada a la política y el acceso a cargos políticos es aún más difícil, desde dirigir una asociación o una ONG’s a dirigir  el Congreso o un partido político, la discriminación es flagrante, no importa la formacion, el estrato social,  el país, esos cargos son para los hombres.

Pero hay un cargo, que le es casi imposible de alcanzar: ser sindica o alcaldesa de una ciudad.

Cuando alcanza serlo, es por ser una fina y paciente política y muchas veces es escogida  para desenredar un conflicto entre varones. Y sin embargo, cuando asume el cargo,  como es el caso de grandes ciudades, en la actualidad,  realiza gestión que amerita una distinción por su excelencia. Esas pocas mujeres, fueron inclusivas, sensibles, justas, innovadoras, feministas y ……..!honestas!  Las mujeres administran a Barcelona con Ada Colau, Madrid con Manuela Carmena, Paris con Anne Hidalgo y también otras asumieron, el cargo de su ciudad, en condiciones extremas,  en plena guerrilla, en Colombia:  eco-gestionando una aldea llamada Palmira en el Valle de Cauca.

Como administrar una ciudad desde una perspectiva de género? Simplemente haciendo de la ciudad un soporte para la vida y las actividades de las mujeres, fomentando mejores ingresos, más oportunidades, garantizando su seguridad, sus posibilidades de descanso o reposo en la ciudad con el mobiliario urbano, propiciando la inclusión con los espacios públicos de varias escalas, iluminando la ciudad para evitar el acoso o las agresiones, favoreciendo el transporte público para más puntualidad, seguridad y por ser más económico. Una ciudad con perspectiva de género parte de una planificación concertada entre sectores interesados, donde las escuelas son equidistantes de la casa y del lugar de trabajo, donde se pueda  crear  en ese, un espacio particular para una guardería ocasional durante el día, para las empleadas. También garantiza la seguridad de la población, alejando de la población, las industrias contaminantes, peligrosas porque la mujer siempre piensa en su familia, sus amigos, o sus vecinos.

Se trata de que la planeación y la gestión urbana reconozcan que las mujeres (así como de otros grupos que hemos hecho vulnerables) tienen necesidades específicas que pueden cambiar en función de su vida familiar, laboral y social. El indicador nacional de jefatura de hogar es imprescindible para entender que son las mujeres, son dignas de apoyo institucional, municipal cuando se puede porque se encargan de los hijos/as, del hogar, del hogar de familiares a veces y es ella que garantiza  los ingresos del hogar, ese indicador es un factor cultural que solo se superara con la educación, la formación profesional y la independencia económica de las mujeres pero mientras tanto, es fácil entender que al destinar la mayor parte de su tiempo a actividades no remuneradas, las mujeres tienen menos acceso a empleos formales, algunas dependen de empleos públicos mal remunerados o viven de los innumerables subsidios del Gobierno, que las atan a la casa y propician el trabajo informal infantil, para completar el menudo ingreso familiar.

Mucho hemos escrito sobre la desigualdad frente a los fenómenos naturales entre varón y mujer. Hemos destacado que las mujeres son hasta 14 veces más propensas a morir durante un desastre natural que un hombre y que al ser jefa de hogar, responsable sola de la familia, de su sobrevivencia  y de sus bienes, el cansancio y la depresión la afecta irremediablemente antes del evento, durante y después para la  recuperación de la vida familiar. Es evidente que  la falta de apoyo post evento natural profundiza esas situaciones que se repiten cada ano, con la época ciclónica. En todos los casos, la falta de planificación o falta de planeamiento urbano tiene consecuencias definitivas en el desarrollo y la vida misma de las mujeres, de su hogar  y de su prole.

Un ejemplo de gestión innovadora: Anne Hidalgo en Paris, Francia. Si ninguna ciudad es idéntica a otra, todas presentan problemas de saneamiento, higiene, mantenimiento de los alcantarillados, control de plagas y ornato. Anne Hidalgo en Paris, a pesar de favorecer la creación de numerosos espacios públicos, mantener en Paris una cierta cantidad de apartamentos sociales, propiciar los desplazamientos en motores, bicy y habilitar las aceras para los peatones, a pesar de tomar iniciativas innovadoras como Paris-Playa, multiplicar las iniciativas para la participación de los ciudadanos, y haber ganado la organización de los Juegos Olímpicos del 2024, tiene un punto débil en su gestión: la limpieza, la higiene de Paris, factor determinante para evaluar una gestion municipal.

La limpieza de Paris es su punto débil, a pesar de los 500 millones de euros que le cuesta al año, la ciudad no es del todo limpia: 61% de los parisinos no son satisfechos contra un 57 % hace algunos años. Paris con Anne Hidalgo a la cabeza, se plantean igualar  a ciudades como Medellin en Colombia o Tokyo en Japon donde no es necesario poner zafacones en las calles, porque la gente espera llegar a su casa, para deshacerse de lo que quiere botar. Ese  indicador de excelencia, de educación y de civismo, Paris lo quiere alcanzar y se tomaron medidas.

Para lograr la limpieza de esas ciudades referencias, se prevé aumentar el personal es evidente, pero limpiar de noche las calles y aceras con aspiradoras y limpiadoras a presión es una innovación, poner multas a los inconscientes que ensucian la ciudad, como a los dueños de perros que no cumplen con su deber y lo más importante, actualmente en Paris:  eliminar los ratones que volvieron en los parques, jardines de día y ni hablar de las noches, donde son dueños de los zafacones de los restaurantes y de los alcantarillados. Han vuelto a Paris como han vuelto las palomas que ensucian tanto las aceras y provocan daños a los monumentos, también se prevé multas para los parisinos que les dan de comer, a pesar de la prohibicion.

Como hará esta labor Anne Hidalgo? Con los niños y niñas en los colegios, sensibilizando sobre el uso de los zafacones, ese mobiliario urbano que en el siglo XIX,  implico un cambio de cultura en la población parisina.

Eso es solo un ejemplo de gestión municipal con una mujer a la cabeza del ayuntamiento, con visión de género, que revoluciona, poco a poco, las mentalidades, las actitudes, las posturas y las malas costumbres, sin hablar de la Imagen de Paris.