La prensa que no responde al partido oficialista informa: “A gritos de ¡ladrón, ladrón! fue recibido Leonel Fernández Reyna por dominicanos en EE.UU., en el Restaurante South Beach, en el Alto Manhattan”. “También a la salida de City College le llamaron ladrón a Leonel…”

Ante el secuestro de las altas cortes, de la Procuraduría General y del Ministerio Público, la ciudadanía ha tomado la iniciativa de desahogarse al sentir tanta impotencia frente los gobiernos que han seguido con el “borrón y cuenta nueva”.

Causa una gran indignación ver que hay políticos del PLD, PRD, PRSC y todos sus respectivos aliados,que se pasean por República dominicana y por otros países con toda la extravagancia y desfachatez, como si fuesen reyes junto a su séquito de seguridad, parecieran investidos de una gracia suprema, por encima del bien y el mal, que mientras más corruptos son, de más seguridad se codean.

Los corruptos en RD tienen que asumir el costo político que han tenido sus prácticas clientelistas y fraudulentas, y somos nosotros que tenemos que mostrar nuestro rechazo a esa clase política que no nos representa.

Donde quiera que estemos y ellos lleguen, hagámonos sentir. Si vamos a un restaurante, y detectamos que hay un expresidente, senador, diputado, alcalde corrupto, o cualquier funcionario público, expresemos nuestro rechazo, levantémonos de la mesa y vayamos a otro restaurante.

La sanción debe sentirse en las plazas comerciales, en el cine y en cualquier lugar, manifestando nuestro descontento contra quienes han despilfarrado los recursos del Estado, y han ido a lucrarse, pues ninguno puede justificar las jugosas fortunas que ostenta hoy en día.

¿Por qué tenemos que rendirles pleitesía a quienes han depredado y robado nuestro patrimonio?

Ellos tienen que sentir que sus hechos tienen consecuencias y la ciudadanía está en su derecho de expresar su inconformidad a esa clase gobernante que nos ha mantenido en el atraso por tantas décadas.

Tuve que respirar muy hondo el pasado 4 de abril de 2013, al ver en la Vista del Palacio de Justicia a los abogados de Leonel y FUNGLODE, Radhamés Jiménez, Abel Rodríguez del Orbe, Ramón Núñez, Miguel Valerio, Olivo Rodríguez Huertas y Tony Delgado, caminando como si los protegiese un manto sagrado.

Aquel día llegaban funcionarios de todo tipo y miembros del PLD a defender al imputado por lavado de activos y corrupción. Se ponían presente para defender al “león”, al tiempo que una turba togada intentaba quitar del mural de exfiscales la foto de Guillermo Moreno, lo cual fue impedido por la seguridad. Y es que no es para menos tal comportamiento, con todos los archivos de los casos de corrupción, los imputados se sienten protegidos.

Estoy segura que muchos de nosotros nos hemos encontrado en algún lugar con alguno de los corruptos, de los que votaron a favor de la compra de los aviones Tucano, de los que votaron para que Loma Miranda no fuera declarada Parque Nacional, de los que aprobaron el contrato de la Barrick Gold sin leerlo, de los que reciben el barrilito y el cofrecito, de los que votaron contra el 4% para la educación.

¿Por qué tenemos que rendirles pleitesía a quienes han depredado y robado nuestro patrimonio?

¿Por qué hay que llamarles “Honorables” “Doctores” “Magistrados”?

Del mismo modo hago un llamado a que cuando nos encontremos con quien haya legislado y obrado a favor de la población, se lo expresemos y le motivemos a seguir actuando de esta forma, aquellos que han actuado con apego a la Ley cuando las circunstancias lo han ameritado.

Debemos pensar que en cualquier momento, no importa el lugar, cada uno con nuestra frente en alto, puede imponerle una SANCIÓN MORAL y darle una lección de dignidad a cualquiera de esos corruptos, que los cubre un manto de impunidad, donde no hay nadie que les procese en el país de las maravillas, MacondoRD.