El día de San Valentín es una fecha significativa. El flujo de regalos y compras en el ámbito comercial convierten la fecha en un hito. Esto se combina con un escenario escolar, donde colegios, escuelas y liceos, abren el espacio del día para la alegría, las manifestaciones lúdicas y reciprocas que favorecen el aprendizaje y la integración.
Las nuevas generaciones tienen la fecha de San Valentín no solo como un día “de los enamorados” sino también como día de “la Amistad”. Ambos matices tienen como sustrato el afecto, sus manifestaciones y la caracterización del “amor”.
El amor como fenómeno social y cultural es difícil de medir. La complejidad del fenómeno divide su análisis en su contenido individual/Psicología y su formación cultural/Antropología
El análisis antropológico del amor desde lo que plantea Barfield (2000) hace referencia a considerar su realidad subjetiva en las emociones, configuración de lo “romántico” así como a su conformación cultural desde la infancia con la ambigua relación entre amor personal y obligación cultural.
En la semana de San Valentín muchos niños, niñas y adolescentes le regalan a sus amigos y amigas desde manifestaciones creativas diversas trascendiendo los modelos consumistas.
La sociedad capitalista impone una forma de amar que establece una relación recíproca entre amor/consumo, amor/dinero. Una cuantificación del amor según “cuanto más gastas más amor sientes”. Este nexo dinero-amor, estatus social-amor fortalece la desigualdad, la discriminación social y la masculinidad patriarcal.
El símbolo cultural del amor asociado a desigualdades, consumo y masculinidad, sancionador del afecto/corpóreo (besos y abrazos) convive a su vez en nuestra cultura con la superposición de otros símbolos de afectividad abierta y solidaridad que si se potencializan puede motorizar procesos de cambio social hacia desarrollos afectivos de equidad.
En este sentido tenemos la vinculación estrecha entre amor y amistad que es un sostén importante de nuestra convivencia cotidiana y está presente en todos los estratos sociales. La relación amor/amistad favorece el cambio de las posibles connotaciones del amor en forma unilateral/estrecha reducida a relaciones individuales con presencia de poder e inequidad.
En nuestra cultura social hay un fomento continuo a las relaciones de amistad a través de las redes sociales, espacios laborales, relaciones vecinales y en los espacios escolares. En la semana de San Valentín muchos niños, niñas y adolescentes le regalan a sus amigos y amigas desde manifestaciones creativas diversas trascendiendo los modelos consumistas.
Esta práctica de regalar en forma recíproca con una perspectiva que trascienda el intercambio monetario y relaciones de poder es una de las prácticas culturales que han sostenido la cohesión social en nuestra sociedad. Su fortalecimiento desde una educación ciudadana en valores propiciadora de la tolerancia y el respeto a la diversidad sexual y étnica, equidad de género y social es la plataforma necesaria de la democracia.
Este artículo fue publicado originalmente en el periódico HOY