Barrí, cepillé, escupí, vomité. Hice un pacto.

Contraté a un ejército de termitas pa que te comieran desde adentro.

Te borré: con ácido de batería, con cloro, con espuma de hocico de perro, con una ametralladora de orina y mierda de gato.

Fui a San Juan y compré dos velas negras y una muñeca con tu cara, nada má pa borrarla.

Te borré de las paredes, del parque, de aquel bar, de todas las malditas canciones y películas, de los flamboyanes, de las fundas que bailan con la brisa debajo de escaleras, de las casitas de los campos, de todos los cristales empañados y de todas las llamadas con número privado que no llegué a contestar. De to los lados.

Poema Sambá

Te borré de los elefantes, de Barra Payán, del mar, de las guaguas, de la guayaba y del olor a tierra mojada.

En un remolino de inodoro, en un caco e yola hundía, en la cola de una chichigua en banda en el río Ozama.

Borré tu cabeza de las almohadas y hasta tuve que borrarme un hombro porque tú te quería quedar ahí pegada.

Con gasoil, con gasolina, con saliva. Te borré el culo de to las sillas, tu olor; tu migraña.

Te borré tan bien, que la próxima vez que se te ocurra hablar, tú te va a dar cuenta de que ya tú no tienes ni lengua, ni cerebro, ni cuerpo, ni boca, ni cara. Ni esas malditas tetas que no se callaban.

Te borré: dediqué días, meses, sudor, dientes rotos, un hígado perforado. Mesas sacrificadas dibujando tu nombre, pa borrarlo.

Te lijé, limé, multipliqué por cero.

Te abduje en un liquid paper, en un pote de trementina, en un incendio sin mañana.

De tu tibieza encima de mí, ya no queda nada.

Nada… Nada… Nada…

*Poema incluido en el libro Sambá de Gabriel del Gotto. (Ediciones Cielonaranja / 2015. Pag. 103)

Disponible en Amazon: www.amazon.com/

Muy pronto en el país.