La salud es un bien supremo que todos y todas debemos cuidar, pues es la única garantía de que podemos echar adelante la vida, con mayor energía.

Jim Rohn dice: cuida de tu cuerpo, es el único lugar que tienes para vivir. Y esto es una realidad inmensa, pues la salud integral es un tesoro y esta contiene la salud física, emocional y espiritual. Cuestión que solo y exclusivamente se vive en el cuerpo.

Según la Organización Mundial de la Salud, la es un estado de completo bienestar físico, mental y social y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades. Por su parte, la Organización Panamericana de la Salud, aportó que la salud también tiene que ver con el medio ambiente que rodea a la persona, en ese sentido, todo el habitad es parte del bienestar para la salud.

Componentes de la salud que ayudan al cuidado integral

La OMS, establece una serie de componentes que lo integran:

  • Estado de adaptación al medio (biológico y sociocultural y emocional).
  • Estado fisiológico de equilibrio para una mejor salud
  • Equilibrio entre la forma y la función del organismo (alimentación).
  • Perspectiva biológica y social (relaciones familiares, hábitos, amistades, etc)

La relación entre estos componentes determina el estado de salud integral, y por su parte, el incumplimiento de uno de ellos genera estados fuertes de enfermedad

La salud como búsqueda, compromiso y encuentro

El monje Aleman, Anselm Grum dice que: “El ansiado fármaco para nuestro tiempo podría ser una espiritualidad  globalizante  que contemple  la totalidad del ser humano”. Hablar de salud, desde esta perspectiva, compromete a lo que Leonardo Boff, llama cuidado esencial, es el cuidado que va más allá de una dimension en la vida.

El cuidado esencial no sólo es el fármaco, sino la salud misma, pues todo cuanto existe es parte del equilibrio que sostiene la vida. De nada vale alimentarse bien, si el medio ambiente está intoxicado, y así podemos decir o citar otros elementos.

La enfermedad expresa todo lo que el cuerpo no dice de otra manera. Es por  eso que, cada situción de no salud indica algunos aspectos que manifiesta:

  • Lo que el alma siente
  • Lo que se gesta en el estado emocional
  • Lo que se fragua a nivel espiritual

Todo ello se manifiesta en el cuerpo, como espacio de expresión de todas las cosas que surgen en el mundo abstracto.

Fuentes de autoconocimiento humano para cuidar la salud

Para implementar el cuidado integral es preciso fortalecer los aspectos de autoconocimiento para un mejor cuidado, por tanto, un mayor compromiso para el cuidado demanda de poner en orden los pensamientos y afectos, los sueños como expresión de un estado interior, el cuerpo como expresión del alma y el nivel de conducta, es decir, nuestros comportamientos, costumbres, estilo de vida ordinaria, trabajo y eventos de la vida.

Cada aspecto de esto permite abrir una fuente de conocimiento humano para cuidar la salud, la integridad, la vida. Y este cuidado hay que verlo como un compromiso con toda la existencia, pues al cuidarnos a nosotros también estaremos cuidando a los otros y más allá, a toda la creación.

La salud integral es la suma de todos los estados

La suma de la salud física, emocional y espiritual, retorna el equilibrio que conduce a la salud integral; por supuesto que, se trata de cuidar todos los elementos de fuera y de dentro, eso va más allá de las cosas comunes, y al mismo tiempo tomar en cuento lo cotidiano, lo simple, lo complejo, lo absoluto y lo relativo.

Hoy más que nunca, se hace importante cuidar la salud, cuidar todos los aspectos que nos permiten vivir mejor, optimizar las cosas que nos permiten una vida mejor, plena, buena y realizada.

El cuidado es parte de una filosofía de vida, implementarla es una muestra de amor del bueno para una mismo/a.  Hacer del cuidado una costumbre, un aliado, un seguimiento, y cuando ello suceda, estamos sumando a un mejor lugar en el mundo. La salud integral forma parte de la vida como punto de espiritualidad, y esta dimensión es parte fundamental para el buen vivir desde una plena salud.