Para David Collado, Alcalde.
Esta ciudad de Santo Domingo de Guzmán está casi llena de huellas de mujeres luchadoras por la libertad y la democracia. En la segunda mitad del siglo XIX, destacó otra de ellas: Salomé Ureña. A decir de muchos especialistas, de las voces más altas de la lírica hispanoamericana en el siglo XIX. Ella convirtió las letras en arma de liberación de las mujeres. ¿O no fue eso lo que hizo y dejó plasmado en su legado educativo, pensamiento político y pedagógico y en su entrega poética?
Fue Salomé Ureña la dominicana pionera en la lucha por el derecho de la mujer a la educación superior. Si hoy las dominicanas ingresamos a las universidades, se lo debemos a ella, porque como mujer inteligente, trabajadora, disciplinada y visionaria, creó en el 1881, el Instituto de Señoritas, allí se graduaron nuestras primeras seis Maestras Normales.
El pensamiento político de Salomé Ureña, como educadora y poeta, tiene hoy más vigencia que nunca. Ella es mucho más que poesía. Es intelectual comprometida y humanista.
¿Qué representa su poema Ruinas, que no sea un lamento por el deterioro progresivo de los valores que nos caracterizan? Invito a su lectura. Parecería que fue escrito anoche.
¡Patria desventurada!
¿Qué anatema
cayó sobre tu frente?
Y como mujer valiente no se dobló ni ante sus Ruinas, y con sus cualidades de líder y Maestra, Salomé, desafió hasta a la propia Patria:
Lucha, insiste, tus títulos reclama:
que el fuego de tu zona
preste a tu genio su potente llama,
y entre el aplauso que te dé la fama
vuelve a ceñirte la triunfal corona.
¿Qué representa su -quizás – más popular poema, El Ave y el Nido?
Tolerancia, reconocimiento y respeto al otro y su entorno, incluso a los recursos naturales cuando la defensa del ambiente no era parte de la agenda pública. Veamos:
Porque no sabes hasta qué grado
yo la inocencia sé respetar,
que es, para el alma tierna, sagrado
de tus amores el libre hogar.
Y esa Salome Ureña, la solidaria y protectora trasciende una vez más:
Más si tu tierna prole futura
en duro lecho miro al pasar,
con flores y hojas de la llanura
deja que adorne tu libre hogar.
Estamos ante esa gran Salomé Ureña. Capitaleña de pura cepa y que el Ayuntamiento del Distrito Nacional debe reivindicar. Con ahínco. Por ello saludamos que hoy, en el 169 aniversario de su natalicio, el Ayuntamiento entregue las bases del Primer Concurso de Literatura Infantil, en el barrio Gualey, teniendo como plataforma organizativa la biblioteca infantil municipal de allí.
¡Qué bueno que sea en Gualey, en el corazón del barrio!
Es hora de lograr que el Panteón de la Patria queden para la posteridad histórica los restos mortales de Salomé Ureña. Falta mayor valoración, entrega y compromiso de quienes nos reivindicamos “patriotas”, revolucionarias, feministas y hasta comunistas, para que llevemos su pensamiento y práctica de vida a las calles, a los parques, al barrio, los centros comerciales, a las canchas, a las redes sociales, al cine.
Asumamos el compromiso de liberar a Salomé Ureña de unas amarillentas páginas que casi nadie lee y regresemosla viva a la ciudad; que el Ayuntamiento del Distrito Nacional edite sus obras y promueva su lectura; que apoye y auspicie toda iniciativa que demuestren orgullo de que esta ciudad, es la cuna de Salomé Ureña.
Hoy cuando el país se cae a pedazos, necesitamos la fuerza inspiradora de mujeres como Salomé.
¡Queremos a Salome Ureña como LA Poeta Nacional!
¡Si la Poesía Nacional tiene un padre, ha de tener una Madre. Ella!