Desde antes de las elecciones del 1986 cuando Jacobo Majluta fue el candidato del PRD, este político era un líder con una fuerza electoral a todas pruebas. A tal punto, que frente al líder de masas del llamado glorioso partido revolucionario, el Dr. José Francisco Peña Gómez, llegó a colocarse como la figura con más fuerzas políticas para  llegar a ser presidente de la Republica Dominicana, luego de Don Antonio. Dentro de su PRD, con todas las contradicciones y confrontaciones internas, llegó a ocupar entre otros cargos, el de vicepresidente, presidente del Senado, etc.

Al margen de las razones que tuviera, que pudieron haber sido muchísimas, según la profundidad de la crisis de su partido, decidió abandonar su bastión político-electoral, y en las elecciones del 1990, decide concurrir como candidato de su propia estructura, el Partido Revolucionario Independiente, PRI, en las cuales, de 706,588 que obtuvo en 1986 por el PRD,-ganador atajado por fraude- solo alcanza la suma de 135,649. Es decir, redujo 570,939 (80.8%) de los votos de cuando fue candidato de su partido hundido aún impactado por una crisis profunda.

Y peor  aún, ya en 1994 la encuesta Gallup, el 5 de mayo de ese año, le daba un 2.3% a la formula Majluta-Hernández y un  4% la Hamilton y Staff, similar posicionamiento, le daban las demás firmas. Y así fue el resultado,  apenas alcanzó 68,910, lo cual demostró que los liderazgos, por lo menos en la Republica Dominicana, se han desmoronados cuando han ido como candidatos fuera de sus partidos originales, máxime, las dos maquinarias de votos como han sido el PLD y el PRD en su momento. 

En el escenario del PLD, se registra que la noche del 20 de octubre,  el Dr. Leonel Fernández, tras unos 46 años en este partido y denunciar fraude colosal en su contra en las primarias del 6 de octubre del 2019, abandona su fila, y decide agenciarse que el PTD, haga una metamorfosis de estructura y liderazgo y lo acoja como su candidato de las próximas elecciones del 2020. El liderazgo del Dr. Fernández llegó a unos niveles tan aglutinantes, que fue presidente por tres ocasiones por dicho partido (PLD), 1996, 2004 y 2008, tanto así, que las dos últimas victorias, las obtuvo en  primera vuelta, hasta el extremo que de cara a las elecciones del 2012, los números le daban positivo para una reelección. Sin embargo, el escenario es muy diferente luego de su salida del PLD, y más en el poder.

Respecto a la suerte que pudiera correr en las próximas elecciones este lider, sin negar su fortaleza que arrastró de las primarias de referencias, en la cual obtuvo más de 800 mil votos, al dar otro paneo a la historia de resultados electorales desde que Juan Bosch, participara con otro partido, al formar el PLD, quien solo alcanza 18,375 votos, cuando en las elecciones anteriores de 1974, como candidato del PRD había alcanzado 474,570, como se aprecia el desplome fue de 456,195 (95.97%). Lo mismo le pasó a Francisco Augusto Lora cuando formó el MIDA, que siendo el político más influyente del PRSC, cuando se salió de esta maquinaria política, por ejemplo, en las elecciones de 1970, alcanzó 252,760, cuando su partido original, PRSC, obtuvo 707,136, (64.3%) menos. Hasta tal punto que fue languideciendo hasta alcanzar en las elecciones de 1978, la suma de 13,400 votos, al extremo de desintegrarse.

Analizando la reducción de votos que han tenido los tres ejemplos tomados como parámetro, luego de participar en procesos electorales después de abandonar sus partidos propios, tenemos; Majluta 80.8%, Juan Bosch con 95.97% y Francisco Augusto Lora, un 64.3%, entonces, siendo el  promedio 80.82%, significa que si le aplicamos dicha media de los casos analizados, y también se le rebaja un porciento de votantes que se expresaron en las primarias por rechazos a otras fórmulas y algunos votos endosados por corrientes ajenas, planteamos que el estimado de votos que pudiera sacar el Dr. Leonel Fernández en las elecciones del 2020, seria en el rango de 180 a 225 mil votos. Todo en el hecho de que la estadística electoral de los que se han ido de sus partidos para formar su propia estructura, en las primeras elecciones, el porciento de reducción de votos ha rondado en un 80%, más que se agrega, que ahora la campaña en su contra, será agresivísima, que incluye al gobierno y el propio PRM –aliado táctico-, y otros frentes que lo adversan. .

Sin embargo, en el hipotético caso que esta proyección amparada en las realidades electorales pasadas cuando los líderes han abandonados su partido matriz, se dé tal cual como ha sido la práctica, el Dr. Leonel Fernández, entonces, no está pintado ganar las elecciones del 2020, pero, sí que puede desencadenar el rompimiento de la polarización electoral, y con ello, con la llamada coalición, no se podrá descartar que se genere una segunda vuelta, -con señal de que está pactada desde ahora entre Leonel, Abinader y aliados-, de lo cual el mejor retrato hablado sería lo que pasó en el 1994-1996, que el propio PLD, sacando 1,130.525, el PRD 1,333,925 y el PRSC 435,504, propició la segunda vuelta del 30 de junio de 1996 anclando por esta realidad el ascenso al poder del PLD.