La Corporación Patronal de la República Dominicana –COPARDOM- se ha manifestado respecto  a  la necesidad de considerar  los  factores estructurales que impactan los salarios reales en el país.

Las estadísticas laborales son un claro reflejo de las difíciles condiciones de existencia de los empleados públicos y privados, y qué decir del desempleo ampliado que  representa el 15%.

Las estadísticas del Banco Central  indican que el salario nominal  en los últimos años se ha incrementado hasta en un 100% , mientras que el salario real se ha reducido en general en un 27% y para las mujeres hasta en un 35%: en un lenguaje sencillo, se gana mucho menos que hace  15 años; pero la situación es más dramática si se focaliza en el salario mínimo real  que ha disminuido entre un 8% y un 44% con respecto a los niveles de 1979, es decir de hace 37 años. A lo que se suma  que el sector informal  representa  el  56% de los empleos.

COPARDOM plantea  la necesidad de un enfoque estructural  que tome en cuenta, entre otros factores,  la tasa de desempleo, la gran presencia de mano  de obra de  inmigrantes ilegales y la rigidez de las normas laborales,  así como las deficiencias en la capacitación  del capital humano.

Por otro lado, el Banco Central  ante el elevado crecimiento de la economía en las últimas décadas, ha estado expresando  por su parte preocupaciones también  respecto a los salarios reales destacando que aun con un buen desempeño de la economía, e incluso con un incremento de la productividad, no se  reflejan  en el mismo sentido progresos en  la calidad de vida de las dominicanas y dominicanos que trabajan. Mientras que COPARDOM en lo que respecta a la productividad llama a considerar otros de sus componentes tales como la productividad del capital y el desarrollo de la  tecnología.

Hay otra discusión complementaria que ha de tomar en cuenta la elevación de los ingresos reales de quienes están empleados,  por la vía de servicios de alta calidad  y costos moderados.  Tales como la  salud que aún con seguros médicos  es de baja calidad y hay que hacer  copagos elevados, o  la pertinencia de la educación general con casi nula vinculación al trabajo aún con el 4% del PIB como inversión,  o  los muy  elevados  costos del transporte, entre otros  factores.

Las iniciativas de COPARDOM y del Banco Central  con sus diferencias y acentos, requieren que el liderazgo político y particularmente quienes aspiran o dirigen el Estado, entiendan la gran trascendencia de lo que se plantea,  y contribuyan a su  superación sistémica.