Desde finales de la década 70s, comenzamos a sustentar que el esquema de desarrollo regional es el deseable en la búsqueda del mejoramiento integral de las condiciones de vida de los dominicanos. Con el propósito de intentar su ejecución fortalecimos en la Oficina Nacional de Planificación (ONAPLAN) el área regional y propiciamos el establecimiento del Instituto para el Desarrollo del Suroeste (INDESUR). En la primera mitad de la década 80s proseguimos los esfuerzos intentando priorizar este modelo como base de las gestiones económico-social de los gobiernos. El principal obstáculo para su implementación ha sido el desconocimiento de los políticos relativos del qué hacer para conducir al país por la Ruta del Desarrollo, esa es la causa de la ausencia de planificación y también de que los problemas en lugar de resolverse se agraven.
A finales de la década del 80s aprovechando nuestra estrecha vinculación con los funcionarios de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) en Santiago, Chile, solicitamos al Departamento de Desarrollo de esa prestigiosa entidad, dirigido en esa época por el notable economista chileno Andrés Bianchi, que elaboraran lineamientos para determinar las bases por donde debería encausarse el desarrollo del país. Pregunté el tiempo en que tendrían terminado el trabajo que solicitaba, Andrés sonriendo contestó: "inmediatamente daré la respuesta, otórguenle el máximo de atención al turismo y a la agropecuaria”. Ese argumento del especialista confirmó nuestra tesis, debido a que la mejor manera de expandir estos sectores productivos es aplicando una estrategia económica fundamentada en el modelo de Desarrollo Regional Integrado.
Esta concepción del desarrollo sigue siendo válida en estos tiempos y también en el futuro debido a que el proceso económico-social de los países está obligatoriamente determinado por el tipo de recursos disponibles y potenciales que posean, y eso no cambia aun el largo plazo, por ejemplo ¿ hasta qué tiempo dependerá Venezuela del petróleo? Por ende, en el país debemos hacer conciencia de nuestros recursos y fortalezas, determinar los sectores y priorizar la atención gubernamental para su fortalecimiento. ¿Cuáles son esos recursos señor presidente Danilo Medina?
Funded entiende que son: posición geográfica, clima, playas, música, carácter de la gente, tierra productiva, agua abundante y riquezas mineras. En consecuencia, por derivación los sectores básicos son: agropecuaria, agroindustria, turismo, minería, y por la alta generación de empleos las Mipymes. El fortalecimiento de esos recursos y sectores requiere el importante auxilio del servicio eléctrico suministrado con eficiencia, y a costos que permitan competitividad. En adición, demandan estudios de mercados que determinen las posibilidades de ventas de la producción. De igual manera, requieren de un reordenamiento de las entidades del Estado que permita adecuadas formulaciones de planes y ahorros para su financiamiento. Además es necesario garantizar seguridad jurídica a las inversiones principalmente la extranjera por su magnitud, uso de tecnología, dominio de los mercados.
Al sector transporte es necesario otorgarle relevancia. Las obras viales que se justifican en esta etapa son aquellas que vinculan a los sectores productivos con los mercados de insumos-consumo, nos referimos al trasporte de carga: caminos vecinales, carreteras, puentes, puertos, aeropuertos, obviamente como complemento importante a los proyectos que originen incrementos sustanciales de la producción-empleos de forma que exista realmente carga que transportar.
Señor Presidente, los sectores agropecuario y agroindustrial, por su alta generación de empleos, por ser garantes de la seguridad alimentaria de la población y además tomando en consideración que la demanda mundial de alimentos, de forma escalonada, se duplicará en los próximos 20 años, deben recibir el máximo de atención gubernamental, invirtiendo en las obras de infraestructuras que requieren éstos como son: los proyectos de innovación tecnológica, presas, canales primarios y secundarios, retenedores de agua en centro de fincas y suministro de energía eléctrica por fuentes no convencionales, otros.