¿Están saboteando internamente la candidatura de Hipólito Mejía?

Se propagan insistentes rumores sobre la situación interna del Partido Revolucionario Dominicano, que por su  trascendencia, deben ser tomados en cuenta, aun se trate de simples cuchicheos originados en el lado oficialista, con el fin de echar más leña al fuego y nutrir la candidatura de Danilo Medina con la erosión que ocasionan las intrigas internas que afectan la organización opositora.

Aunque al momento de escribir esto, se ha publicado que en los próximos días habrá una reunión entre el Candidato Presidencial Hipólito Mejía y el Presidente del PRD, Miguel Vargas Maldonado, en las últimas semanas se han producido eventos que pueden estar validando los comentarios que se hacen.

Según estos cuchicheos, las renuncias de Julio Maríñez, de la Vicealcaldesa y el Alcalde de la provincia Santo Domingo Norte y del Alcalde de San Cristóbal, serían parte de una estrategia que conllevaría otras renuncias "espontáneas" de algunos miguelistas de cierto nivel en la cúpula de dirección de la campaña de Hipólito Mejía.

El "triunfalismo" y el supuesto mal trato que le estarían dando los seguidores de Hipólito Mejía a los de Vargas Maldonado, sería solo un pretexto para justificar en alguna forma el plan que se estaría ejecutando, el cual, buscaría debilitar al máximo la candidatura perredeísta, sembrando el malestar y la idea de la no integración de todo el partido al proceso electoral. El objetivo principal sería, provocar la derrota de Hipólito Mejía en las elecciones del año próximo. Esta gente, tendría tal determinación en conseguir este objetivo, que hasta estarían dispuestos a apoyar al candidato del PLD, Danilo Medina. Este paso sería anunciado en una fecha posterior determinada.

Para salvar las apariencias, el Presidente del partido se mantendría "al margen" de estos hechos, mientras que al candidato se le culparía de impulsar a su gente  a esa decisión por el "mal trato" recibido.

Una información que se dio a conocer por "El Gobierno de la Mañana", afirma que Vargas Maldonado se reunió recientemente en New York con el Presidente de la República. Aunque no se informó sobre lo tratado y por la forma de hacerlo, "a la escondida", este encuentro tendría relación con aquellos  rumores.

Para terminar la crisis pos convención, se siguió un protocolo que aprobaron las dos partes y donde se convino dar una intervención proporcional en la conducción de la campaña a la gente del Presidente del Partido y una participación consecuente en el eventual gobierno de Hipólito Mejía. Validando ese protocolo, la mayor parte de los dirigentes y seguidores de Vargas Maldonado, se integraron y están trabajando de manos con el candidato. Sin embargo una parte de los seguidores de Vargas Maldonado, en lugar de integrarse a los trabajos de campaña,  se mostrarían renuentes a participar en ellos con los alegatos que hacen. Continuarían con una actitud intransigente para dificultar avenencias que no respondan al objetivo que se busca.

¿Qué se pretende con este resultado?

Aunque el Presidente del partido lo desmintiera públicamente, siempre se dijo que para solucionar el impase pos convencional, a Hipólito Mejía se le llevó la propuesta de que el primero fuera su compañero de boleta, y esta idea parece que se ha mantenido en la mente de mucha gente de su entorno a pesar de la negativa del candidato a tal despropósito que lo obligaría a incumplir su palabra con Luis Abinader y a perder tan valioso candidato vicepresidencial y a sus seguidores.

Ante la atendible negativa de Hipólito Mejía, los gestores del plan entienden que a Miguel Vargas Maldonado no le conviene que en estas elecciones gane Hipólito Mejía. Sus aspiraciones para las elecciones del 2016, se verían truncadas con esa victoria, ya que el Vicepresidente estaría mejor posicionado para ganar apoyo para la candidatura presidencial con miras a ese proceso.

Una derrota de Hipólito Mejía, dejaría el espacio libre a Miguel Vargas para caminar solo hacia la candidatura presidencial del 2016 y con la presidencia del partido en sus manos, este objetivo estaría casi seguro. Esa sería la razón por la cual incumplió su promesa de entregar la presidencia del partido al ganador de la convención. Con Miguel Vargas Maldonado pasaría otro tanto similar a lo que actualmente sucede en el PLD. Al Presidente de la República no parece convenirle que Danilo Medina gane estas elecciones porque puede comerle los caramelos del liderazgo del partido desde la presidencia del la República y ser un obstáculo para sus propósitos de volver en el 2016.

El rumor que corre en torno al PRD, no se debe descartar, aunque absurdo como estrategia política, tiene un sentido de conveniencia, además, hay precedentes que se pueden citar en la política  local. Joaquín Balaguer se cruzó de brazos cuando Jacinto Peynado fue el candidato en las elecciones del 1996 y Leonel Fernández hizo lo mismo con Danilo Medina en el 2000.

Más que preocupado por la suerte de Hipólito Mejía en las próximas elecciones, el perredeísmo consciente debe poner atención al futuro de su organización política, la cual podría encontrarse sometida a esta suerte de trapisondas perversas, con miras a las metas personales de un grupo de personas motivadas por este gran despropósito.

Lejos de albergar alguna posibilidad de triunfo a ultranza para el Presidente del partido, de concretarse esta maniobra, en el PRD quedarían abiertas dos posibilidades. Se pondría a prueba el liderazgo de Hipólito Mejía, quien tendría la oportunidad de ir a estas elecciones sin el apoyo del importante sector que dirige el partido y aun así obtener el triunfo. Esta es una posibilidad atendible por el solo hecho del descrédito que tiene el actual gobierno peledeísta por su mal manejo en la conducción del Estado. La otra posibilidad es que este partido, además de perder las elecciones, quede debilitado, al tal extremo de perder sus posibilidades electorales, quizás para siempre.

En lugar de obtener algún beneficio con esta mal concebida maniobra política que se evidencia sin mucho esfuerzo, el liderazgo de Miguel Vargas Maldonado quedaría muy mal parado y en vez de aumentar sus posibilidades electorales para el 2016, quedarían muy reducidas.

Por otro lado, si un grupo de seguidores de Miguel Vargas, de alto o mediano nivel, se agrupa para dar un apoyo al candidato del PLD, este partido se estaría sirviendo con la cuchara grande ya que estaría contribuyendo a la desintegración y absorción del PRD, tal como lo ha hecho con el PRSC. Estaríamos entonces en el umbral de la consolidación del PLD como Partido Único en la República Dominicana. El Presidente del PRD no puede darse el lujo de cargar con el lastre de contribuir al descalabro de la organización política de más peso histórico en la República Dominicana.

Tanto en los momentos más álgidos de la crisis pos convencional como en los meses siguientes, Hipólito Mejía siempre asumió una actitud sensata y abierta a la avenencia con la otra parte. Este comportamiento aun se mantiene y el ex Presidente sigue respondiendo con un ramo de olivo y "la paciencia de Job" cuando la intransigencia la expresan quienes fueron sus adversario internos,  es la conducta conciliadora que se espera ahora del Presidente del partido para despejar las dudas que se desprenden de estos preocupantes rumores, asociados a hechos que ya están ocurriendo.

Se habla de una reunión entre el candidato presidencial y el presidente del partido en los próximos días, este encuentro debe aprovecharse para limar asperezas y despejar estos rumores que, aunque como tales, tienen mucho de especulación, pero también, visos de credibilidad.