El hombre (léase Trujillo) como llamó Rufino Martínez estaba conformando su maquinaria para una dictadura en el país  con estas acciones. Además, asesinatos de opositores en todo el territorio nacional (54) y la creación de un partido único.

Al cumplirse el primer año de la Era de Trujillo en 1931, Rufino Martínez comenzó a escribir sobre aquel régimen las páginas, que título “El primer año de la Era”, que sería el tercer tomo de Hombres dominicanos. Martínez escribió al respecto lo siguiente: “Iba a cumplirse el primer año de lo que resultó la Era de Trujillo cuando obsedido por la realidad política y social del momento quise captar en unas cuartillas el escenario en el cual no pasaba yo de ser un espectador, pero atormentado por el dolor del pueblo. Era ya un entusiasta cultivador de la historia, aunque no  había publicado”. (55)

En dicho tomo de Hombres dominicanos aparecen las páginas que escribió en agosto de 1931. (56)

Rufino Martínez siguió dirigiendo la Escuela Normal José Dubeau, de Puerto Plata y al cumplir 23 años en el magisterio, renunció en el año 1934 y se trasladó con su esposa y cinco hijos, a la ciudad de Santo Domingo de Guzmán a realizar labor de escritor. (57)

En la Capital pudo estrechar lazos de amistad con escritores e intelectuales. Encontró también el rechazo de algunos de éstos. (58)

A partir de su arribo a la Capital fue espiado por la dictadura de Trujillo, durante veintisiete años.

Participó muy activamente, en calidad de Miembro en las actividades realizadas por el Instituto de Investigaciones Históricas, presidido por el reputado historiador y escritor, doctor Gustavo Adolfo Mejía Ricart.. (59)

Participó muy activamente en la serie de conferencias que dictó dicho Instituto, siendo él uno de los conferenciantes antes la matrícula de esa institución.

Para poder costear la publicación de un libro que tenía listo, tuvo que venderlo previamente mediante  suscripción.

En el año 1936, publico el primer tomo de Hombres dominicanos: Deschamps, Heuraux y Luperón, con prólogo de Luis C. Del Castillo. (60)  La edición de dicha obra le salió por la suma de RD$300.00 por 1000 ejemplares y cada volumen fue vendido a RD$1.00. El indicado libro contiene tres amplios  y enjundiosos estudios biográficos de los indicados personajes. Hasta ese momento nadie en el país había hecho un trabajo de investigación de la profundidad de éste.

El autor de dicho libro se desplazó por todo el territorio nacional ofertando su obra a la venta. La misma fue acogida favorablemente

El reconocido intelectual español Juan José Llovet comentó dicha obra. Los demás escritores, críticos e intelectuales dominicanos guardaron silencios a la salida del libro del profesor Martínez.

La Academia Dominicana de la Historia no hizo ningún comentario en su revista Clío al respecto.

Se ha criticado que el historiador Martínez no cite fuentes bibliográficas en su citado libro Hombres dominicanos y demás libros publicados posteriormente, a las que respondió así: “amigo, ese archivo está en mi cabeza, y yo sólo puedo hojearlo. Es el resultado de numerosas años de diligencias e investigaciones”. (61)

En 1938 comenzó a escribir su Diccionario biográfico—histórico dominicano. 1821—1930. (62)

En el año de 1939 dictó dos conferencias en la ciudad de La Vega, una en el Casino Central, y la otra en la sociedad cultural Amor al Estudio, ambas disertaciones  fueron acerca de la vida dominicana. Las mismas fueron calificadas por el distinguido y reputado periodista Américo de la Rosa: de cátedras históricas y a su autor como el primer historiador dominicano en el país de ser el creador de la filosofía de la historia.

Por recomendación del licenciado Emilio Rodríguez Demorizi (1904—1986), fue encargado de dirigir la reimpresión de la obra del general Gregorio Luperón: “Notas autobiográficas y apuntes históricos de la República Dominicana”, con motivo del Centenario del nacimiento del adalid puertoplateño. Rufino Martínez escribió el prólogo de esa edición, comentando lo siguiente: “El gobierno dominicano, que me ha honrado con el encargo de atender cuidadosamente a la publicación de la obra NOTAS AUTOBIOGRÁFICAS Y APUNTES HISTORICOS DE LA REPUBLICA DOMINICANA, por el General Gregorio Luperón, y para la cual he escrito este prólogo, corresponde con levantado espíritu de patriotismo a la significación social del prócer, a la vez que satisface un hondo anhelo del pueblo dominicano”.

Y, continúa diciendo: “Había sido hasta ahora un privilegio de contadas personas la lectura del primer tomo de la obra, por la cantidad exigua en circulación: unos cinco ejemplares. A esta edición se agregan algunos trabajos, conforme a las indicaciones del autor, y notas”.

La Sociedad Amantes de la Luz, de Santiago publicó en un opúsculo el prólogo escrito por Rufino Martínez a la obra del general Luperón.

Escribió en la revista Analectas, una serie de artículos sobre el general Pedro Santana, causando expectación en los círculos intelectuales de la Capital.

También escribió, viendo las rivalidades entre duartistas, sanchistas y mellistas, un ensayo que fuera publicado en Analectas, bajo el título de: “Lo tendencioso de nuestra historia”, para corregir el apasionamiento, la inquina, en detrimento del mérito intrínseco de los Padres de la Patria.

En febrero del 1942 dio comienzo a la labor de redacción de Hombres Dominicanos: Santana y Báez, tomo II. El ambiente de la Capital no le era propicio allí y se trasladó a La Yuquera, Quinigua, a donde vivía su hermana Virginia Martínez y allá continuó escribiendo dicha obra durante setenta y dos días consecutivos, en que la terminó.

Citas.

54. El primero asesinado en el primer año de la Era de Trujillo, en Sosúa, Puerto Plata, lo fue el agricultor José Joaquín  Pelegrín (a) Culula. Véase a Rufino Martínez. Hombres dominicanos: Rafael Leonidas Trujillo, tomo III. Santo Domingo,  Editora del Caribe, 1965, página 45). En otras regiones del país se había asesinados a dominicanos, como fue el de San José de las Matas con la muerte de Virgilio Martínez Reyna y su esposa  doña Altagracia Almánzar de Martínez, estaba embarazada.

55. Hombres dominicanos. Rafael Leonidas Trujillo Molina, tomo III. Santo Domingo, Editora del Caribe, 1965, página 44.

56. Ese libro lo publicó en 1965 y las páginas que escribió en 1931 aparecen desde 45 a las 67 en dicho tomo. Cuando terminó de escribir ese libro los originales se lo dio aguardar en Puerto Plata al Licenciado Amiro Pérez Torres en Puerto Plata.

57. Rufino Martínez fue presionado por el Superintendente de Enseñanza, señor Ramón Emilio Jiménez a renunciar de director de la Escuela Normal al nombrar como Inspector de Escuelas de Puerto Plata, a un señor con quien había tenido dimes y diretes que le costaron verse en el banquillo de los acusados por delito de prensa, como su nuevo jefe.

58. Con las primeras personas que estrechó  lazo de amistad fueron con los señores Pericles Franco y el escritor e historiado Gustavo de Adolfo  Mejía Ricart..

59. Rufino Martínez, calificó a ésta institución así: “Una sociedad fundada excepcionalmente con espíritu de independencia, tuvo su primer año de prueba y de virtud, discutiendo y esclareciendo puntos de la historia nacional, y llenando así el grande hueco de la Academia de la Historia. Pero la reputación adquirida le hizo perder ecuanimidad y salirse del plano modesto conveniente a su género de labor en nuestro medio de pobreza cultural, y aceptó la oficiosa invitación de tomar como escenario los vistosos salones del ateneo, y ahí empezó su pasividad y el rehuir la discusión sobre temas de historia viviente dominicana. El marasmo que afectaba a lo intelectual, a pesar de todos los anuncios en contrario, también infectó al Instituto, haciéndolo conformarse con nombre y nada más”. (Véase Hombres Dominicanos. Rafael Leonidas Trujillo Molina. Trujillo y Heureaux, tomo III. Santo Domingo, Editora del Caribe, 1965, páginas 237—238).

60. Rufino Martínez. Hombres dominicanos. Deschamps, Heureaux y Luperón, tomo I. Ciudad Trujillo. Imprenta Montalvo, 1936. En 1985, la Sociedad Dominicana de Bibliófilos, Inc., publicó la segunda edición, de los dos primeros tomos de Hombres dominicanos. Santo Domingo, editora Corripio, 1985 en un solo volumen.

61. Rufino Martínez. Páginas de mi vida. Santo Domingo, Editora Cultural Dominicana, 1975, página 171.

62Segunda edición, Editorial El Diario, de Santiago, 1939., en tres tomos.

63. Gregorio Luperón. Notas Autobiográficas y apuntes históricos, segunda edición, ciudad Trujillo, Editorial El Diario, tomo I, 1939, página 23. Posteriormente la Sociedad Dominicana de Bibliófilos, Inc., publicó la tercera edición de dicha obra en 1974, en tres tomos, Editora de Santo Domingo, S. A.