El  estar en una boda dominicana me ha educado sorprendentemente mucho sobre las leyes secretas del universo.

Primero – nada es lo que parece en las fotos. ¿Sabían eso? Las personas que, antes de venir a Errede había visto en las fotos alegres de mucho color y los cuales me parecían muy entretenidos sonriendo como locos, en realidad son la gente más aburrida de todo el planeta. Si lo que tienes después de una boda son únicamente las fotos ideales y lindas de tu imagen posado a la perfección significa que no sabes gozar. Aún más si en vez de tomar un brindis sigues bostezando en la cara de tus compañeros de la mesa. Punto y aparte.

Los dominicanos están genéticamente diseñados para saber bailar. Hecho innegable. Y para los curiosos – mi conclusión viene del hecho que los dominicanos se enloquecen en la pista bailando sin tomar casi nada del elixir del ritmo de los europeos (este liquido mágico que viene con %).

Los dominicanos están genéticamente diseñados para ni entender ni vivir de acuerdo al reloj ni horarios. Inclusive en casos de suma importancia como las bodas.

En las bodas dominicanas se sirve relativamente poca comida (comparado con Polonia). Debería haberlo sabido antes de venir a la recepción con el estómago vacío como se hace en Polonia (economía ante todo). Menos mal, la fabulosa faja Salome no autoriza demasiado alimento.

Los tacones matan.

Los tacones suplican una muerte más sexy. Entonces mujeres, a posar sexy o a morir en el intento.

Yo en tacones entre los dominicanos parezco como si tuviera 2 metros de altura. Aún mejor, mi hermano parecía un guardaespaldas de la mafia rusa. Desde ahora en adelante le pueden llamar Ivan.

La hora loca parece ser una de esas cosas increíblemente cursi pero cuando la vives ni siquiera se te importa. ¡Diache!

A Wilo D New le gusta la chapa que suena placata. Y esto se llama "estilo sensual"…Jummm…

A las novias dominicanas les encantan los vestidos bastante decorados, románticos, tipo princesa. Bueno, parece que en una sociedad bastante conservadora como la de la Errede la moda va bien con las fantasías de las niñas pequeñas. No muy moderno, pero reconfortante.

 

A las invitadas les gusta ponerse vestidos de noche largos tipo maxi. Pero vaya diferencia con lo de mi país, donde este estilo se asocia o con los años noventa o con la gala de Oscars. Pero bueno, ¿porque no de vez en cuando sentirse como una estrella? L’oreal me lo confirma, porque tú te lo mereces.

La iluminación de sala color violeta nos hace a todos vernos mucho más atractivos, pero al mismo tiempo nos deja después con fotos bastante borrosas. La vida es así de brutal, no se puede tener de todo, o Matrix o la realidad, o azul o rojo. Y aparentemente, o lindo o fotogénico.

En Santo Domingo existen varias parejas de mujeres casadas con hombres cuya sexualidad es cuestionable. Y esto es un tema para mucho mas compleja deliberación, entonces lo dejaré para la semana que viene.

En Santo Domingo hay gente (además de mi hermano apodado Ivan) que parece estar trabajando para la mafia.

A muchos hombres en Errede les gusta utilizar demasiado producto para el cabello.

Parece que las dos últimas observaciones pueden o no crear una tautología. También puede ser que una u otra son solamente mi histérica impresión, pero me faltan datos para sacar algunas conclusiones finales. También tenerlo más o menos bien pensado no sé si lo quiero saber. La ignorancia es felicidad y en algunos casos es vida (demasiadas películas sobre mafia vistas recientemente tienen sus efectos psicológicos).

Bromas aparte, la pareja que se casó parece ser la encarnación del verdadero amor y la felicidad y eso es exactamente lo que les deseo. Luisa y Vladimir, ¡gracias por tenernos en su gran día y mis mejores deseos desde el fondo de mi aún un chin cínico y frío pero corazón europeo!

¡¡Enhorabuena!!