Conforme a la visión de la Comisión de estrategias religiosas y espirituales del Consejo Regional de Desarrollo, Inc. (CRD) en torno un bien articulado desarrollo humano, la oportunidad que tiene cada dominicano y los habitantes de las diversas comunidades de la población mundial de vivir a plenitud la Cuaresma, constituye aceptar que nuestra vida es vivir en Cristo, para trazarnos un mejor pensar y dar paso a los cambios sociales que exigen nuestros tiempos.
Por lo tanto, llama asumir que no es un tiempo fuera de nosotros, es nuestro tiempo, es tiempo de Cristo y de toda la humanidad; es tiempo de conversión, además de aprovechar la oportunidad que nos brinda el Altísimo Dios para extinguir el pecado, en procura de una vida en santidad que nos haga dignos de entrar en el mundo de la vida eterna.
Resaltando pues, que lo expuesto reviste de una gran importancia para todos los que profesamos la fe cristiana y de otras creencias, ya que si lo practicamos con ardor y conciencia, nos convertiremos en verdadera luz y discípulos de nuestro Mesías y Redentor, al experimentar la enriquecedora experiencia de no sólo aceptar sus ideas y principios, sino también de asumirle y dejar que él nos asuma.
En dicho sentido, es su firme convicción, que el tiempo cuaresmal que simboliza el retiro de 40 días de Jesús en el desierto previo a su ministerio, y el retiro de 40 años de Moisés en el desierto, teniendo su comienzo el miércoles de ceniza y terminando el domingo de ramos, jamás lo debemos tomar para la tristeza, sino para la meditación, la reflexión, el recogimiento y la conversión.
Cuyo pensar dimensiona su relevancia, tomando de eje que con la plena vivencia cuaresmal fortalecemos nuestra fe y nos llenamos de una mayor esperanza, por permitirnos ver la incondicionalidad de Jesucristo, la razón de ser de su amor sin restricciones ni limitaciones que lo lleva a darse, entregarse y a morir por cada uno de nosotros, justificándonos y asumiéndonos con su muerte y su Pascua, de tal modo, que a Dios le podemos llamar con toda confianza Padre, por habernos convertido en hermanos de fe de su hijo crucificado en pro de nuestra redención y liberación.
Siendo dichas tareas primordiales en el momento actual para el desarrollo humano y en particular del país, el Consejo Regional de Desarrollo, Inc. (CRD), invita proponernos vivir a plenitud la cuaresma en su verdadera dimensión social, asumiendo como motor y guía de nuestras vidas, servir y amar al prójimo, a fin de edificar mejores familias y sociedades, por tanto, un mundo mejor, teniendo por columna principal los lineamientos que nos enmarcan las enseñanzas de Jesucristo.