Riesgo moral en los contratos deportivos

El pasado Lunes 5 de Enero del presente año una de las instituciones deportivas de mayor importancia del mundo, el Real Madrid C.F., decidió despedir a su técnico Rafael “Rafa” Benítez de su cargo como entrenador del primer equipo. Es preciso recordar que Rafa había sido presentado como líder del primer equipo tan solo hace 7 meses tras una temporada que solo había dejado un trofeo en Diciembre del 2014.

En ese entonces el Presidente del Real Madrid, Florentino Pérez anunció que Benítez era el hombre ideal para el cargo pues entendía “los valores que representan al club y por haberse formado como jugador y entrenador en La Fábrica” del Real Madrid. Florentino, quién es considerado en el mundo de los negocios como un empresario exitoso no cuenta con el mismo aval dentro del mundo deportivo.

Si bien un grupo dentro del fútbol le idolatra por sus contrataciones de “jugadores galácticos” como las de Ronaldo Nazario, Cristiano Ronaldo, David Beckham o Zinedine Zidane; por otro lado hay quienes le consideran como un cáncer para el Real Madrid debido a su falta de paciencia con los proyectos deportivos:

En dos etapas como Presidente del Real Madrid (2000-2006 y 2009-Presente) ha contratado a 11 entrenadores diferentes para el primer equipo, tan solo ganando 14 títulos. Comparado con los clubes rivales más importantes en los períodos de Florentino, la cifra de los entrenadores es un poco alarmante salvo los dos equipos Españoles (ver Tabla 1.1).  “Tito” Floren ha conseguido que “su club” lo dirijan entrenadores de un nivel impresionante como Vicente del Bosque, José Mourinho y Carletto Ancelotti.

El último en unirse a la lista de entrenadores ha sido Zinedine Zidane. Zizou como es conocido cariñosamente, fue indudablemente uno de los mejores jugadores en jugar al fútbol. Su juego tenía destellos de gloria y ganó todo lo que se podía ganar. Ahora bien, ¿acertó Florentino Pérez en contratar a una persona que triunfó dentro de los terrenos de juego pero que carece de experiencia como técnico en equipo de primer nivel? ¿Es Benítez el único responsable de los “malos” resultados del club hasta esta temporada?

Hay quienes han salido a criticar la designación y llamándola como “locura” por parte del Real Madrid. Es cierto que Zizou no tiene mucha experiencia como entrenador y que el haber triunfado sobre el terreno de juego, no le garantizará éxito dando órdenes a los jugadores – Clarence Seedorf en el A.C. Milan, Matt Williams en los Washington Nationals (béisbol) y Maurice Cheeks en los Portland Trail Blazers y Philadelphia Sixers (baloncesto) – pero tampoco por no tener suficiente experiencia se puede descalificar a un candidato: Pep Guardiola en el F.C. Barcelona, Mike Matheny en los St. Louis Cardinals (béisbol) y Steve Kerr / Luke Walton en los Golden State Warriors (baloncesto) han sido exitosos con poca o ninguna experiencia como dirigentes antes de su primer gran reto.

Por otro lado, sería fácil culpar a Benítez de todos los males en el Real Madrid. Siendo objetivos, la realidad es que desde antes de ser confirmado como técnico del club de Chamartín, tenía en contra a parte de la prensa Española, a los fanáticos quienes no estaban convencidos de que era el ideal para liderar al club y quizás más importante al vestuario del Real Madrid. Existe un principio muy conocido que dice que “ningún reino dividido prevalece”.

En los últimos 7 meses la prensa española ha reportado que Benítez no había logrado conquistar a un vestuario lleno de estrellas que casi siempre ha dado que hablar y que debido a “roces” en ruedas de prensa por parte tanto del técnico como de los jugadores, se había distanciado o roto cualquier tipo de relación con el vestuario. Hay periodistas quienes insisten en que la culpa no es de Benítez sino de los jugadores por “hacerle la cama” o “prepararle la tumba” al Mister.

Otros insisten en que la culpa ha sido de Benítez por no lograr convencer a todos los jugadores para remar juntos. Sin embargo, sin ninguna duda Rafa Benítez no ha sabido convencer a todos sus jugadores – ¿pero es esto solo su culpa? Esto no es solamente culpa de Benítez. Tiene tanto que ver con la falta de paciencia de los proyectos del Presidente Pérez y de nosotros los fans del deporte. Pero aún más existe  un problema de riesgo moral con respecto a los jugadores. Me explico: siempre será más fácil cortar la cabeza del entrenador que deshacerte de todos los jugadores. Lo vemos en todos los deportes:

Tanto en E.E.U.U., Europa y hasta en nuestra liga invernal de béisbol (LIDOM). Por lo general a la hora de despedir a un entrenador se busca cambiar o despejar “los aires” y animar o regenerar a el vestuario/club para lograr bajo el mando de una nueva voz, que todos remen juntos y así poder salvaguardar la situación. Para poder concatenar el riesgo moral con la presente situación del Madrid, es menester explicar el concepto.

Riesgo Moral o Moral Hazard es un problema de la teoría de la agencia, que conlleva a contratos ineficientes. En estos, el principal  (en este caso el Real Madrid) encarga al agente (en este caso los jugadores del Real Madrid) la defensa de sus intereses, delegando en estos poder para decidir. Debido a que existen algunas acciones del agente que no son observables de manera perfecta, esto trae imperfecciones al contrato. Este problema no es nuevo y es bastante común. Por ejemplo, las compañías aseguradoras con el deducible de las pólizas o que exigen al asegurado a pagar primero una cantidad x conlleva a que muchas reclamaciones de costo menor nunca sean reportadas o exigidas a la compañía aseguradora y lleva a que los asegurados tengan más precaución.

De igual manera en contratos de arrendamiento de una casa o carro existe el riesgo moral: Como los usuarios no tienen ninguna reclamación en el valor residual del activo, tienen incentivos a abusar o sobre utilizar y/o a no proveer el mantenimiento optimo requerido por la cosa arrendada. De igual manera en las empresas se dan estas situaciones con respecto a los empleados: Sí los empleados tienen un salario fijo y garantizado sin importar qué ocurra como es el caso de los jugadores del Real Madrid, hay poco interés para trabajar duro y poner más esfuerzo independientemente de la relación que se tenga con el jefe (en el caso pertinente Benítez).

Si bien es cierto que todos debemos hacer nuestro trabajo sin importar qué, no se puede negar que un ambiente pesado en el mismo o en la relación con compañeros y/o superiores, afecta la motivación  y también afectará el desempeño. Es por esto que el avance hacia los incentivos en los contratos debe ser nuestro presente y el futuro. Si bien se logró en hacer con respecto a las Sociedades Comerciales con los supervisores/directores y los accionistas, es algo que también debe realizarse más en el mundo de los deportes.

Una institución deportiva, debido a las particularidades para contratar empleados (jugadores) de impacto no se puede dar el lujo de prescindir de empleados como lo haría una empresa. Con esto no se desea acusar a ningún deportista profesional de salir a perder, sino hacer un llamado a los dueños/accionistas de instituciones deportivas a tratar de reducir al máximo el problema del riesgo moral. De esa manera, cuando se plantee un proyecto y los resultados deseados tarden en llegar, no se echa el proyecto a la basura, sino que con los incentivos en juego para todas las partes (jugadores y entrenadores) se puedan lograr los objetivos por lo menos a corto plazo hasta que exista la posibilidad de obtener lo deseado o  extirpar el problema, que no siempre se encuentra en la cabeza del jefe.

Zinedine Zidane no puede ser visto como la “salvación” del Real Madrid. Su designación puede tener mucho éxito y es un hombre que no se rinde y además es bien respetado en el vestuario y en el mundo del fútbol. Rafa Benítez, deberá como todo líder y ser humano, hacer una autoevaluación y ver en qué puede mejorar de cara al futuro. Quienes otorgan contratos a deportistas, deberán ser más creativos a la hora de repartir dinero, buscando eliminar las imperfecciones que existen debido al comportamiento humano.

Tabla 1.1