Con el objetivo de erradicar los preocupantes niveles de atrasos y pobreza que afectan a los habitantes de nuestras comunidades rurales y sus regiones, así como también del país en sentido general, las estrategias en torno al desarrollo nacional formuladas por el Consejo Regional de Desarrollo, Inc. (CRD), definen como tarea primordial en el año 2020, la motorización de  una revolución tecnológica,  industrial  y social, que facilite a nuestra nación las plataformas que conduzcan a la erradicación del alto grado de fragilidad que muestran sus estructuras y sus fuerzas productivas junto a sus entornos sociales y económicos.

En los referidos propósitos, estas estrategias contemplan, que la República Dominicana está obligada a encauzar correctamente su desarrollo, sobretodo,  por el rol que deben jugar sus áreas agrícolas en la solución de los problemas alimenticios que atentan contra la población mundial y la de nuestro propio país, por tanto, le es de importancia capital,  lograr  un mejor ambiente social y estructural  para los productores y  trabajadores agrícolas y sus familias.

Respecto a lo cual, llaman entender que la solución a los graves problemas que obstaculizan  el progreso social  y económico en el campo dominicano, deben ir más allá de la asistencia financiera que el gobierno central y otros sectores puedan ofrecerles a determinados núcleos  en la producción agrícola, en razón de que, su real remedio,  está en la debida promoción como seres  humanos, que requieren la personas que residen en nuestros campos, por medio de cambios profundos del habitad en el que viven.

Visión que estima necesaria:

Visualizan en dicho sentido, ver las zonas rurales y los recursos que las mismas detentan, como columnas esenciales del futuro de nuestra nación y  de la supervivencia presente y futura de los dominicanos, debiendo pues dotarnos de la correcta óptica  para  generar una revolución social y económica, que mejore sustancialmente las condiciones de vida de quienes las habitan, y a su vez, que acelere en ellas el surgimiento de un mejor sistema de producción y comercio, para así lograr la consolidación que ameritan  nuestras fuerzas y estructuras productivas.

Adicionando, que para lograr los objetivos propuestos y con  ellos un mayor grado de bienestar para las poblaciones rurales y las zonas urbanas vinculadas directamente a éstas, corresponde tomar medidas inteligentes que nos garanticen un desarrollo tecnológico, industrial y agroindustrial, que facilite insertarnos con eficiencia  en los mercados internacionales, sobretodo, en Haití y los demás países adyacentes al nuestro.

Lineamientos y estructuras que traza el CRD:

Para implementar los lineamientos estratégicos trazados, asumen entre las principales herramientas de la revolución tecnológica, industrial y social que propone, utilizar como su plataforma vial: La edificación del Ferrocarril Internacional Nordeste-Dominicana-Haití ( Vía que comunicaría todas las regiones, los puertos y aeropuertos del país y las diferentes zonas fronterizas con Haití), el Aeródromo Múltiple del Nordeste y además las estructuras de desarrollo que requieren  las  provincias del Nordeste y el Cibao, así como las de otras zonas rurales y en sus entornos urbanos en nuestra nación.

En dichos objetivos contempla como parte fundamental, la conversión de las regionales del Ministerio de Agricultura en viceministerio de producción y de biotecnologías, además, un mejor uso  de los Puertos de  Arroyo Barril, de Manzanillo y de Puerto Plata, con  la puesta en operación en los mismos de flotas mercantes.

Asimismo, la conversión de las diversas zonas francas en plantas agroindustriales y centros biotecnológicos, teniendo entre sus principales soportes el Aeródromo Múltiple del Nordeste, el ferrocarril  internacional y un corredor vial conformado por la avenida de circunvalación de San Francisco de Macorís, la carretera ecoturística y de comercialización  Cotuí-San Francisco- Río San Juan y  una vía expresa Samaná-Nagua- San Francisco-Tenares-Moca-Santiago.

Además, asumen como parte de la plataforma, el levantamiento de la Presa del Alto Yuna, el  proyecto agrícola e hidroeléctrico de la presa de los ríos Boba-Bagui  y la plena ejecución del proyecto agropecuario Aglipo en el Bajo Yuna, así como, la implementación  de las estrategias formuladas por el CRD, tendentes a desarrollar nuestros campos y  las diversas poblaciones urbanas del país que conforman  sus entornos.

Tan vitales tareas que  enmarca el Consejo Regional de Desarrollo, Inc. (CRD), a ser plasmadas por medio de una revolución tecnológica, industrial y social en el campo dominicano y las comunidades urbanas de sus entornos, se trata de un reto al cual debemos abrazarnos en el años 2020 todos  los componentes de las sociedad dominicana,  para aprender a valorar  los recursos  que detentamos y que son las garantías de nuestras vidas y las de futuras generaciones,  además, para guiar a nuestra nación por un rumbo correcto en pro de alcanzar un mayor grado de desarrollo y de paz social.