El enfrentamiento público entre Roberto Rodríguez Marchena y Franklin Almeyda, no debe pasar como una simple pelea entre dos personas que defienden sus posiciones políticas, porque con lo dicho dicen la manera de cómo se ha manejado el país y vienen muchas preguntas.
Lo primero referirse como “chequecito” – no chequesito, según la regla- a la suma de RD$ 250,000.ºº, doscientos cincuenta mil pesos dominicanos, da a entender que dicha cantidad es insignificante para ellos y los altos funcionarios del gobierno que pertenecen a dicho partido. También pone en evidencia de que hay personas que cobran sin trabajar, como testifica el vocero de la Presidencia.
Igualmente se desvela que la práctica del chequecito es una política del PLD mientras está en el gobierno, porque como bien dice Rodríguez Marchena, cito: “En 2006, renuncié por lealtad a las ideas de Danilo que eran las mías y NO ME IMPORTÓ el chequesito de Leonel”. Y sigue la práctica que se empleó en el primer cuatrienio de gobierno del PLD con el ya olvidado PEME, pagar y no pegar, con una pequeña variación que es la de pagar para callar.
Pero al margen de lo dicho en el conflicto, desde el cobro sin trabajar, hasta la censura y desaparición de una opinión, según advirtió Almeyda, vienen preguntas. ¿Destituirá a Franklin Almeyda el presidente de la República con esta confesión que sobrepasa el rumor público o en su defecto admitirá que hay corrupción en el gobierno? ¿Será sólo Almeyda que cobra sin trabajar o habrá más personas que no han renunciado a su chequecito como lo hizo Rodríguez Marchena en el 2006? ¿Habrá alguno de los seguidores de Almeyda cobrando sin trabajar, como lo está él según Rodríguez Marchena?
Lo que revela este tuit es que la división de ese partido es algo que viene desde el 2006 y se ha agudizado en los últimos años y que es insostenible la permanencia en el poder de éstos más allá del 2020.