Concluido el 19 Congreso Internacional de Filosofía, celebrado en Aguascalientes, México, comparto con mis lectores algunas lecciones del evento:

a) La comunicación. La Red Iberoamericana de Filosofía, constituida en el marco del referido congreso, tendrá una comisión de comunicaciones. Esto es fundamental para la promoción de la Red y de todas las actividades promotoras de la filosofía.  Como sabemos, la prensa escrita, radial y televisiva tiene su propia agenda, que no coincide necesariamente con el proyecto de promover la reflexión filosófica. Por tanto, debemos emplear las redes de comunicación virtual como alternativa al silencio de los medios tradicionales.

b) El cuidado de la tradición. Una de las notas más destacables de este congreso fue la “ruta de las filósofas y filósofos mexicanos”  en el campus de la Universidad Autónoma de Aguascalientes. Un grupo de estudiantes de filosofía nos ilustraba a lo largo de las distintas exposiciones fotográficas sobre la importancia de cada filósofo. Una manera didáctica y atractiva de involucrar al estudiantado, a los visitantes extranjeros y a toda persona interesada con el legado de la tradición del pensamiento filosófico mexicano.

c) La promoción de la diversidad. El 19 Congreso Internacional de Filosofía fue diverso no solo por las temáticas abordadas, sino también, por la diversidad de países representados. Este encuentro proporciona la oportunidad para romper con el tradicional aislamiento de los países latinoamericanos, conocer personas con distintas procedencias, biografías y geografías para con ello enriquecer nuestra perspectiva del mundo.

d) La propagación de la filosofía en nuestras lenguas. Uno de los temas más recurrentes del congreso fue descolonizar el pensamiento latinoamericano. Hemos pensado nuestros problemas buscando soluciones desde tradiciones ajenas a nuestra realidad. Es momento de, sin perder la vocación de universalidad, “recuperarnos a nosotros mismos” desde nuestras tradiciones linguísticas, geográficas y culturales.