Al iniciar un nuevo mes, se nos abre la oportunidad de vivir una experiencia única al revisar  la existencia adentro hacia afuera y de afuera hacia adentro, en realidad esa es la dinámica de la vida.

Es un buen tiempo para analizar,  y si ya arrancaste desde el uno de enero, entonces han sido cuatro meses de trabajo arduo, sino ha sido así, hoy se inicia un tiempo en el que podemos retomar las riendas de la vida e iniciar propósitos.

Dios  trabaja desde el inicio de la creación hasta hoy, también nosotros trabajamos para conectar con la misión de vida y a la vez,  para tener un mundo más  digno y habitable.
En el libro del Génesis 1, 26 en adelante, Dios aparece trabajando en comunidad cuando dice: Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza; y creó Dios al hombre a su imagen, varón y mujer  los creó. Nos muestra claramente de la materia que somos hechos,  y es que llevamos partículas de Dios en nuestro ser, por eso, nuestro accionar debe tener sabor, olor y color a Dios.

Es muy importante cultivar la conciencia de Dios en nosotros, o de esa fuerza que nos supera o como quieras llamarle, el caso es que cuando tomamos esta conciencia ningún poder humano transitorio nos esclaviza, oprime o subyuga, pues sabemos que como lo dice el libro del génesis, Dios nos otorga el poder de ser cocreadores  con él y por tanto, nos quiere libres, conscientes y activos.

Algunos  elementos esenciales a tener en cuenta para abrirnos a iniciativa y vitalidad de vivir cada vez mejor.

  1. Confiar con amor en aquel  que sabemos nos ama
    La confianza es la certeza de abandonarse en aquello que aún no se del todo que es. La confianza  es una de las actitudes que más usamos  todos los días aunque no nos demos cuenta. Confío en el aire que respiro, en que mi corazón sigue latiendo, en que mis pulmones no me van a fallar, en que la tierra sigue en su punto, en que mi cuerpo seguirá en pie conmigo, en fin,  en que las cosas grandes y pequeñas funcionarán.

    Confío en el servicio que me brinda otra persona, en el chofer que me lleva a un lugar, en que el alimento que como no me hará daño, en el médico,  en el amigo, confío en todo, aunque aparentemente pueda mostrar desconfianza en algo.

  1. Apertura a la novedad
    En medio de las realidades de la vida entre ansia y calma, confianza y desconfianza, ahí recibo esta palabra: " No temas" y entonces,  con esa certeza me abro a la novedad  que genera en mi esta expresión, y me preparo a   vivir cada momento con admirable desapego, abriéndome a todo el aprendizaje que me ofrece, a la creatividad que se impone en el viaje de la vida, me abro a recibir gracia tras gracia y me prometo vivir desde la fuerza que genera lo nuevo en mi   Lo que ayuda a mirar metas y acciones, y replantear nuevas cosas, caminos y sueños, y al hacer un inventario minucioso, de modo que, al cerrar el año podamos  evocar con el poeta “Confieso  que he vivido”.
  1. Agradecer  la compañía, amar  y fluir   
    Los seres  humanos  por más grandes  que se crean, necesitan  compañía y en muchos momentos acompañamiento. Cada uno puede revisar en que área de la vida hay mayor necesidad de compañía, de esa compañía que trasciende.

Y cuando se reconoce esta necesidad surge la evocación que hicieron los discípulos de Emaús en  Lc 24,13-29 " Quédate junto a nosotros, que se acaba el día y se hace tarde".  Y en qué dimensión de mi ser necesito  compañía?  Dónde hay noche en mi vida? Si te quedas, el corazón arde de alegría y se renueva la vida. Y cuando se expresa esta oración toda la vida cobra sentido, y la lentitud de la rutina se dispersa y pierde fuerza, retomando con vitalidad las cuerdas de la vida.

Que este sea un momento oportuno para en todo, amar y agradecer.