Porque: Manchar el Uniforme militar, es hacerlo con la sangre de la Patria.

 

“Ser militar no es una tarea vulgar,

es un sacrificio y un deber.

No merece mandar y ser militar, quien

no se sabe hacer digno de

ello, día a día”

Pareciese como si fuese Jano, el Dios de las puertas y también de los comienzos, de la mitología Romana, quien nos estuviese gobernando, que al menos, nos ha llevado a un estado ilusorio que nos induce a creer, que muchas de las puertas que permanecían permanentemente abiertas para determinadas acciones indelicadas y otras tantas, herméticamente cerradas para el accionar judicial. Quizás, podríamos hablar hasta de la Némesis, portadora de lo justo y el colérico castigo, que se ha hecho presente, abrumada, ante la burla con la cual ha sido acosada Temis, la del buen consejo, representante de la justicia y la equidad.

Muchos han expresado lo contrario a esto, e, inclusive, han manifestado que su accionar es un ir y venir y que hasta en ocasiones ha lucido temeroso ante determinados “poderes” que le brindaron su apoyo para poder llegar a la Presidencia, pero, olvidan que el valor sin miedo es nada más y nada menos, que una absurda estupidez y, no me parece, que, de esto, esa persona, tenga la más mínima pisca.

Y todo esto no significa, que reconocer las cosas buenas o malas, tengan que ver con algún tipo de fanatismo o favoritismo que tengamos, simplemente, si alguien lo ha hecho bien o mal, sencillamente, los hace diferentes y eso, es bueno, porque las diferencias para entendernos todos, está claro, que se pueden allanar.

Estamos en medio de una situación que -se quiera o no admitir-, se están produciendo cambios, quizás no tan rápidos como muchos quisiéramos; hasta quizás, se avancen tres pasos y retrocedamos uno, pero, avanzamos, siempre y cuando admitamos que, parodiando un antiguo refrán, este gobierno -para nuestro futuro- podría ser el clavo que perdió al caballo, que perdió al reino.

Por eso hay que estar atento con la situación y las desviaciones, malignas o no, que se están produciendo. Hoy el tema es la Policía y las FF.AA. donde los demás, han pasado a otro plano que colinda con el olvido, porque todo este entramado de corrupción y desgracia que se ha producido -no dentro de las FF.AA. en sí- sino en un organismo, que desde hace tiempo, bajo el amparo político, que hoy pretende convertirse en un Poncio Pilatos, era más que conocido y denunciado y me refiero, al desacreditado y corrupto ex-Cuerpo de Ayudantes militares, que supuestamente fue reformado pero, solo en el nombre, ya que la misma fue hecha a medida de quienes la promovieron, sin olvidar, que este organismo cuya misión única era o es, la protección del Presidente; Vice y sus familiares, pero que hoy, cualquier funcionario de segunda o tercera categoría anda con un miembro de ese cuerpo. Recordando, que otrora, en los tiempos que cumplía esa misión, era una Compañía, perteneciente al Cuartel General del Ejército y que ha llegado a tener más hombres que cualquiera de las brigadas existentes.

Es por esta razón, que hay que recobrar el clavo de la disciplina y el entrenamiento, que se han ido evaporando con el tiempo. Fue una peste que se incubó, producto de las indelicadezas mafiosas, nacidas en el antiguo, corrupto, blindado e impune, Cuerpo de Ayudantes Militares -hoy CUSEP- y que hoy, de manera errada, tanto la Policía, como las FF.AA. ante las acusaciones planteadas a un grupo de policías y militares que han puesto por el suelo y que se evacuaron en el uniforme de estas instituciones, han respondido con una suspensión de funciones, en vez del retiro o la cancelación de las filas.

Y pregunto, si a algunos de ellos les da por ir vestidos a los juicios con sus uniformes, a lo estilo del general Noriega ¿¡qué!? Y si salen absueltos ¿¡Qué!? Han manchado el uniforme y los reglamentos son claros en este sentido, reitero, que la justicia judicial, muchas veces no coincide con la realidad. ¡Sí señor!