Según Wikipedia, un gambito es una apertura de ajedrez en la cual se sacrifica material (normalmente un peón) para conseguir una ventaja. Un gambito jugado en respuesta a otro gambito a menudo se llama contragambito.

Hay tres métodos generales en que un gambito puede ayudar a una posición:

  • Ganancia de tiempo: el jugador que acepta el gambito tiene que gastar tiempo para aceptar el material y posiblemente debe usar un tiempo más para reorganizar sus piezas después de que el material ha sido ganado.
  • Generación de actividad diferencial: a menudo, un jugador que acepta un gambito descentralizará sus piezas o peones y el jugador que realiza el gambito colocará sus piezas en casillas que de otra manera serían inaccesibles. Además, los alfiles y las torres pueden llegar a ser más activos simplemente porque la pérdida de peones a menudo proporciona más columnas y diagonales abiertas. El Campeón del mundo Mikhail Tal, uno de los jugadores de ataque más extraordinarios de la historia, una vez dijo que él había sacrificado un peón sólo porque "estaba en su camino".
  • Generación de debilidades posicionales: Finalmente, al aceptar un gambito se puede llegar a una estructura de peones comprometida, agujeros u otras deficiencias posicionales.

El drama argentino puede tipificarse como un juego de ajedrez de muchos dólares, jugado entre un juez de New York y una viuda argentina que viene a ser Presidenta de su país. Su movimiento más reciente resulta interesante, porque se explica como un gambito: el sacrificio de una pieza para posicionarse para un nuevo ataque cuando se está bajo asedio “enemigo”.

El gambito de Cristina es enviar al Congreso de su país (insisto al Congreso argentino) de un proyecto de Ley para abrir el canje de los bonos en afectados por el Juez Griesa, para que cobren en Buenos Aires, cambiando al banco fiduciario, Bank of New York Mellon por el Banco de la Nación, manteniendo las otras condiciones, como lo informa Alejandro Rebossio en El País, en el siguiente enlace: http://economia.elpais.com/economia/2014/08/20/actualidad/1408499139_078883.html

La reacción del Juez Gresia no tardó en llegar: declaró “ilegal” el proyecto argentino, como lo informa Rebossio, en el mismo diario, como lo encontramos en el siguiente enlace: http://economia.elpais.com/economia/2014/08/21/actualidad/1408656279_400297.html

Informa Rebossio que “El canje de deuda que quiere emprender la presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, para eludir el bloqueo judicial de EE UU al pago del pasivo reestructurado en 2005 y 2010 ha sido calificado como “ilegal” por el juez de Nueva York que lleva el caso. Sin embargo, el magistrado Thomas Griesa evitó declarar al país sudamericano en desacato, lo que hubiese implicado la imposición de multas económicas.”

Parece que la reacción va en la línea del argumento argentino de que Griesa viola la “soberanía” de su país, porque está juzgando la constitucionalidad y legitimidad de una Ley no estadounidense. El caso sería distinto, si sancionan dicho proyecto de Ley y Argentina se queda sin bonistas que acepten el cambio. Pero, bonistas italianos han dado señales de que aceptarían el cambio. Sería un triunfo de Cristina.

En palabras de Sebastián Premici, en el diario argentino Página 12 (http://www.pagina12.com.ar/diario/economia/2-253618-2014-08-23.html), la situación crearía un nuevo escenario: “Con el proyecto de ley se busca que los terceros involucrados “jueguen más fuerte”. “¿Qué pasa si en una asamblea de bonistas se decide cambiar el domicilio de pago? ¿Griesa va a declarar el desacato de todos los bonistas? ¿Y si un individuo viene con su título certificado y dice que quiere cobrar en la Argentina, también lo va a declarar en desacato? Griesa está preso de su propio fallo, que no puede cumplir”, razonaron desde la cartera de Hacienda.”

Para mi sorpresa, el Nobel, Joseph Stiglitz, en Ámbito Financiero, en el enlace http://www.ambito.com/diario/noticia.asp?id=754984, se destapó en elogios a esta salida legal: "La reapertura del canje para cambiar de jurisdicción el pago de los bonos es una buena decisión, ya que no es obligatoria e invita voluntariamente a hacerlo a los tenedores de bonos". Agregó, poniéndole sal a la herida abierta: "Desde una perspectiva global, no es posible entender por qué un juez llega a tener el derecho de juzgar acerca de cualquier bono en el mundo. La extraterritorialidad debería ser inaceptable", dijo enfáticamente. De hecho, este economista sostiene que la Argentina no está en default, ya que pagó. Por el contrario, alega que, tal como trascendió en la red social Twitter, se trata de un "Griesa´s fault" (culpa de Griesa), haciendo un juego de palabras.”

Para concluir, frente a la pregunta  sobre las consecuencias económicas que pueda provocar el cambio de jurisdicción, Stiglitz fue optimista. "No puedo opinar sobre qué ocurrirá con los puntos legales porque no soy experto. Pero desde una perspectiva histórica, a los mercados les interesa una sola cosa: la habilidad de repagar la deuda. En general, luego de una reestructuración como la de Rusia o Grecia, es posible volver a los mercados internacionales de manera bastante rápida, generalmente en dos años". Y continuó: "Es por eso que esta decisión no provocará efectos adversos para el país, en el sentido de conseguir financiación en los mercados internacionales. La Argentina ha demostrado en los últimos años la voluntad y capacidad de pago".

Es una forma de decir que le resultará el gambito a Cristina, que es la pregunta que nos hicimos en el título de estas Divagaciones, pues se ganan ventajas que nos presenta Wikipedia en la definición de esa estrategia ajedrecística. Sólo falta decir: ¡Jaque!