El Partido de la Liberación Dominicana (PLD), ha venido ejerciendo el poder consecutivamente, en los últimos 14 años y constitucionalmente lo hará hasta completar los 16 años, acaparando así todos los poderes -Poder Ejecutivo, Legislativo, Judicial, Electoral, Fiscalizador, Constitucional y dominio de los medios de comunicacion, etc.

Es decir que el 80% del tiempo de los últimos 20 años ha sido bajo gobiernos del PLD.  Veinte (20) años de administración representan, al menos casi una generación, que se suma a la población. En esa nueva generación de individuos, se encuentran la mayoría de los hijos y nietos de los jefes del PLD. Ellos eran, en su mayoría, o casi todos pobres que andaban a pies y en chancletas.  Sin embargo, esos pobres de ayer, hoy nos vejan, nos avasallan, nos dominan, nos menosprecian y nos estrujan en la cara su nuevo status social y político.

Para prolongar la situación anterior, quieren “arreglar” la Constitución del 26 de enero del 2010, que ellos mismos impusieron. El Artículo 124 establece: Elección presidencial. El Poder Ejecutivo se ejerce por el o la Presidente de la República, quien será elegido cada cuatro años por voto directo y no podrá ser electo para el período constitucional siguiente”. Con esa muralla o limitación constitucional, un gobierno respetuoso de la Constitución que solemnemente juro cumplir y respetar, no es para que perdamos el tiempo en distracciones reeleccionistas. Además, no creo que sea suficiente para una reelección ser humilde y realizar visitas al campo, mientras no se combate la corrupción y se fortalece la impunidad. Cuando en un futuro cercano surja una administración, que combata la impunidad y haya un régimen de consecuencias, entonces dirán que son perseguidos políticos!

La otra opción que parece podría cuajar en el PLD, sería catastrófica para las presentes y futuras generaciones del país, pues aceptamos como buenos, válido y oficialmente, el dinero del narcotráfico. Con el dinero del narcotráfico, se legaliza el narcoestado al tiempo que solo debemos pedir que Los Estados Unidos acepten nuestra droga como una forma de diversificar nuestras exportaciones y ayudar a nuestra balanza de pago, para cubrir el déficit en que se incurre cuando se saca dinero del presupuesto nacional, para comprar los votos y voluntades faltantes…

Oh Dios mío! como diría el Lic. Andrés L. Mateo.