Evidentemente es importante tener una vida agradable, en la que todos los eventos sean positivos y de igual forma, todos nuestros seres queridos se conserven bien. Pero es también importante que desarrollemos nuestras actitudes y aptitudes, de manera que en el caso de presentarse alguna adversidad, estemos en las mejores condiciones para enfrentarla. Claro que es importante tener suficiente dinero, estudios, buena salud, buenas relaciones, etc., pero eso no nos exime de la necesidad de fortalecernos a nosotros mismos.
Rechazamos pensar en situaciones desfavorables cuando nos encontramos bien e incluso hay quienes consideran de manera supersticiosa que hacerlo podría atraer mala suerte. Sin embargo, el hecho de que se hagan simulacros como preparación ante posibles terremotos no hace que tiemble la tierra y el pensar que un ladrón pudiera penetrar en tu casa, normalmente lo que logra es que mejores la seguridad.
Las situaciones traumáticas no son agradables y físicamente pueden dañarnos, entre otras cosas liberamos cantidades elevadas de la hormona cortisol que frente al peligro nos resulta muy útil, pero de prolongarse (estrés crónico) nos perjudica. Necesitamos constantemente relajar la tensión física, mental, emocional o social, para mantener nuestra salud, porque nuestra resistencia a las presiones es limitada.
Llamamos Resiliencia a la capacidad de recuperarse después de un evento adverso, de disponerse para que el impacto sea menor y que las reacciones sean las adecuadas. Es la facultad de al caer volver a levantarse, de no rendirse y siempre poder seguir. Por la resiliencia, algunos sólo dejarían de caminar si pierden sus piernas, otros caminarían incluso sin ellas.
Ante el poderoso huracán, la flexibilidad del pequeño arbusto le podría permitir resistir mejor, mientras árboles enormes debido a su rigidez podrían sucumbir. De igual forma estamos llamados a desarrollar nuestra flexibilidad ante los eventos que nos perturben. Las posibilidades de adaptación de un material cualquiera, se ve incrementada en forma directamente proporcional a su nivel de flexibilidad, maleabilidad o estabilidad. De igual forma cuando somos alegres, con mente abierta, creativos y abiertos a recibir ayuda, estamos en mejores condiciones para cuando llegue la tormenta.
Puesto que el Mundo no es perfecto, necesitas mejorar tu capacidad de adaptación. Frente a la realidad tienes dos opciones: la sufres o la toleras, ignorarla no funciona. Para ser feliz debes serlo ahora, sin lamentar lo que ya no tienes o desesperarte por lo que todavía no llega.
Un elemento muy valioso es no tomarnos tan en serio, es importante relativizar la imagen que tenemos de nosotros mismos. El sentido del humor es una herramienta sumamente poderosa frente a las pruebas y la persona que logra hacerse reír a sí misma, sin dudas está bien equipada para cuando la vida le golpee.
Es importante tu capacidad de interactuar con los demás, si eres solamente Yo y no Nosotros, te será difícil resistir frente a Ellos.
Procuramos que nuestras vidas sean cómodas, pero ocasionalmente necesitamos salir de nuestra línea de confort, ya sea para entrenar nuestros cuerpos o cultivar nuestras mentes. El compartir un poco de lo que ahora tienes, mejora tu posibilidad de recibir apoyo si lo perdieras todo.
Lógicamente podría haberse agotado la capacidad de resiliencia de una persona arrestada injustamente, por personas que la odiaban simplemente por su color de piel y que la mantuvieran encarcelada por más de veinte años. Sin embargo eso no pasó con Nelson Mandela, quien resistió llegando a ser un presidente ejemplar en la República de Sudáfrica, pero lo más impresionante fue que lo hizo sin resentimientos, perdonando a sus antiguos verdugos, ciertamente fue un hombre extraordinario. La nobleza no siempre se encuentra en los palacios.
Llenarte de emociones negativas y pretender que no las tienes, no es resiliencia y al igual que el volcán, la tensión reprimida eventualmente podrá hacer una terrible erupción. Es más que reprimirte, es reinterpretar tus experiencias de vida bajo una luz diferente, es descubrir los valores que te posibiliten hacer una reingeniería de los pensamientos, de forma tal que tus ideas sean aliadas y no enemigas.
La resiliencia favorece la paz interior lo que normalmente te permite mejor calidad de vida y los demás invariablemente detectan ese agradable estado vibratorio. La resiliencia es una de las mejores herencias que podrían recibir tus hijos.