La recuperación urbana-ambiental del río Yaque del norte y la revaloración del Centro Histórico son los dos proyectos estructurantes mediante los cuales el Poder Ejecutivo se concentrará con acciones de impacto inmediato en Santiago. Vendrán nuevas iniciativas, pero está muy bien que el Presidente Abinader y la vicepresidente, Raquel Peña inicien con estos dos proyectos que son un auténtico continuo territorial de acciones coherentes con el desarrollo.

Acciones demostrativas que han sido denominadas “aceleradores” o “quick win” por Jeffrey Sachs, pasado director del Instituto de la Tierra de la Universidad de Columbia, New York. Los estudios de pre-factibilidad aportados por el BID muestran que en 12 meses se podrían tener resultados concretos.

Las iniciativas son parte de lo que hemos denominado el “New Deal del Gobierno con Santiago” al mejor estilo del estadista norteamericano Franklin D. Roosevelt. Invertir rápido y con efectividad en áreas que dinamicen la economía en esta crisis del Covid-19 , es la vía más expedita para enfocar el dinero público y asegurar empleos en ciudades y provincias que como Santiago retribuyen mucho, a tiempo y lo que le corresponde por ley, al erario público.

Hay una lógica territorial y económica entre río Yaque del norte y Centro Histórico que debemos valorar. La recuperación urbana ambiental del río Yaque del norte y la puesta en valor del Centro Histórico son “proyectos estructurantes” formados por una sumatoria de acciones demostrativas y aceleradoras. Estructurante quiere decir que tiene sinergia, concurrencia y correlación para resolver a la vez, diversos problemas. En el caso que nos ocupa, ambientales, sociales y urbanos.

La historia de la relación entre el río Yaque y el Centro Histórico nació cuando se fundó la ciudad de Santiago en 1495 en la ribera Este del “Yaque dormilón”, en el entorno de lo que hoy se conoce como La Joya. Según las crónicas, el Almirante Cristóbal Colón valoró la importancia del río Yaque por su capacidad de estar próximo a grandes yacimientos de oro, ser frontera decisiva entre la costa norte y sur de la isla y por irrigar el Cibao: “tierra fértil y repleta de ríos acuíferos” en lengua taína.

En Taíno original “Yaque” significa río de “Tierra Grande o Tierra del Padre de acuerdo a estudios de Rafael García Bidó y otros autores editados por el Archivo General de la Nación (AGN). Nos maravilla que uno de los urbanistas más galardonados del mundo, Jaime Lerner, Alcalde de la ciudad de Curitiba, Brasil en varios períodos de gobierno, invitado por APEDI a Santiago, se inspirara en este río y escribiera los versos: Yaque soy, Yaque fui y Yaque seré.    

Estratégicamente, el río Yaque y el centro histórico de Santiago de los Caballeros recuperados son aceleradores del desarrollo local, de acuerdo al Banco Interamericano (BID), Fundación Rockefeller, el Ayuntamiento y la Oficina Técnica Coordinadora del CDES que trabajaron juntos la gran estrategia para lograr un Santiago sostenible de metabolismo urbano ciclo virtuoso.

Un acelerador resiliente es un catalizador para echar a andar las cosas, después de logrado eso como victoria rápida, los gobiernos asumen la capacidad de mantener físicamente la obra y los actores estratégicos involucrados le dan sostenibilidad institucional. Naciones Unidas también utiliza el concepto “acelerador” en el contexto de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) al definirlos como prioridades que al ser abordadas impactan directamente múltiples prioridades del desarrollo teniendo un gran efecto multiplicador.

Acelerador propone, identifica y construye sinergias y compensaciones vía objetivos y metas en este caso de la Agenda Estratégica Santiago 2030 consensuada por cientos de entidades representativas de Santiago. Identifica asimismo cuellos de botella que al ser desbloqueados aceleran el progreso.

Para fortalecer la relación virtuosa entre el río Yaque y el Centro Histórico, el BID donó a Santiago vía el CDES un monto de 500 mil dólares. Se levantaron los estudios de impacto ambiental, de resiliencia ante el cambio climático, optimización del sistema embalses, estudio de alternativas de mitigación, recomendaciones de saneamiento y programa alerta temprana del sistema de presas de Santiago. Se hizo concurrir estos estudios con la estrategia de resiliencia donada por la Fundación Rockefeller a Santiago y el ordenamiento territorial adaptado al cambio climático de la USAID.

En el continuo territorial, ganancia rápida “quick win” y acelerador que son el río Yaque del Norte sumado al Centro Histórico, el BID, Ayuntamiento, Fundación Rockefeller en 100 Ciudades Resilientes y la Oficina Técnica Coordinadora del CDES calcularon tres (3) tres modos de intervenciones: i) ambientales, ii) urbanísticas y iii) sociales. El Ayuntamiento inició con acciones concretas cuando construyó el Parque Lineal de la Otra Banda y la ciclo-senda.

Por ejemplo las actuaciones ambientales de mitigación en el río Yaque llaman a construir de forma verde y minimalista el dique Rafey, el dique Bella Vista, y los sistemas pluviales de Pueblo Nuevo y Bella Vista. Los mismos controlarán las inundaciones en la zona donde se ubica la estratégica Planta de CORAASAN de tratamiento del Agua Residual de la ciudad que debemos proteger entre todos.

Si se controlan las inundaciones igualmente se protegerá la vida 2,007 presos internados en la Cárcel de Rafey y la población de más de 15,000 pobladores del barrio del mismo nombre. Poblaciones vulnerables que en conjunto a los más de 5,000 pobladores frágiles de la desembocadura del río Gurabo en el Yaque y otros miles en Bella Vista pueden perder la vida en grandes inundaciones.