Cuando la Ley Orgánica No. 630-16, del 28 de julio de 2016 del MIREX y la diplomacia en República Dominicana fue ratificada durante el segundo periodo de gobierno de Danilo Medina, quedó como el conocido dicho: <Predicar agua y beber vino>.

En los 16 años de gobiernos del PLD el servicio exterior dominicano obtuvo un elevado grado inusitado de deterioro y de desprestigio nunca antes visto en toda nuestra historia republicana. La representación diplomática y consular conducida por los gobiernos del PLD acogió la cultura de la ignominia y de la humillación al decoro como una ofensa a la inteligencia, sobre todo para aquellos consagrados a la carrera diplomática.

La creación de una nominilla de virtuales representantes diplomáticos y consulares se iba apilando en MIREX alcanzando un vertiginoso incremento durante la administración de Miguel Vargas. Por efecto, el reclutamiento de un vasto personal no cualificado con apenas estudios primarios, otros más osados portadores de títulos universitarios falsos y algunos con serios antecedentes penales; encontró su habitáculo parasitario en MIREX ya desde el gobierno de Leonel Fernández en el 2004. Esta abultada carga aparejada a la mula del Estado equivale al 6% del gasto público y al 2% del PIB. O sea, en números reales 1.500 millones de dólares anuales.

Esta es la herencia de un cuerpo diplomático abyecto que nos deja el PLD y sus aliados. Hoy, explayados en una larga lista, esperan sustituir esta bazofia y convertirse en la continuidad del escombro en el habitáculo parasitario del MIREX.

Empero, como bien enfatizaba el recién designado canciller, Roberto Álvarez, las posiciones en el servicio exterior ha sido el botín político electoral sojuzgado al clientelismo partidista. Esperemos que la oferta política por el cambio se distinga por su diferencia, y que el nuevo designado Canciller pueda establecer los criterios conceptuales en los nuevos delegados al servicio diplomático y consular; correspondiente a una digna representación.

Por todas estas razones más que un menester, es crucial poner fin a esta vergonzosa realidad. Si es cierto que queremos un cambio, pues tiene que hacerse un cambio de sustitución de los ineptos por los aptos, de los embrutecidos por los formados, de los amateurs por los profesionales como una necesidad urgente a la actual situación de crisis por la que atraviesa el país. Ahora más que nunca, es cuando se tiene que aprovechar al máximo los más competentes de los pocos recursos humanos capacitados que dispone nuestra nación de casi 11 millones de habitantes.

Selección por concursos

Quizá, el MIREX sea la única institución en el mundo, donde el personal al servicio del exterior no es seleccionado mediante un concurso de ingreso a la carrera diplomática y consular.

La participación en estos concursos en todo el mundo exige como requisitos previos que el aspirante tenga un grado universitario en Derecho, Economía o Relaciones internacionales y haya aprobado exámenes de dominio del inglés o del francés u otros idiomas.

La importancia atribuida al conocimiento idiomático es esencial a cualquier carrera diplomática y consular, ya que el funcionario no solo debe relacionarse continuamente con colegas extranjeros que desconocen el español o lo hablan de forma limitada, sino que además mucho de su trabajo hace fundamental la lectura y comprensión de documentos en otros idiomas. Un diplomático o un cónsul que no domine al menos el inglés resulta de muy cuestionable utilidad para el Ministerio y para el país.

Además de contar con preparación profesional en un área específica, como Relaciones Internacionales, Derecho, Ciencias Políticas o Economía, el diplomático debe ser una persona con conocimientos generales muy amplios, que le permitan asegurar un desempeño satisfactorio en la protección y fomento de los intereses de su país. Por esta razón, en los concursos de ingreso al servicio diplomático y consular no basta contar con un título universitario y uno o varios idiomas, sino que además se efectúan a los aspirantes pruebas escritas en las siguientes materias: Redacción y ortografía castellanas, Historia de la República Dominicana, Protocolo, Historia Universal, Economía, Política exterior de la República Dominicana, Política exterior mundial, Derecho internacional y Cultura general.

Si nuestra futura representación al servicio exterior no reúne ni lo mínimo expuesto en este artículo, entonces estaremos haciendo y siendo más de lo mismo de lo que hemos criticado en los gobiernos del PLD.