Como parte de la serie de reflexiones sobre las provincias de la zona fronteriza, destacamos en el corazón de la línea noroeste una tierra de oportunidades, cuya historia ha dragado su potencial endógeno retrasando así las posibilidades de convertirse en un polo de desarrollo que impulse el bienestar de su gente y su territorio como contribución al progreso de la nación.
Santiago Rodríguez compuesta por los municipios de San Ignacio de Sabaneta, Villa Los Almácigos y Monción es la única provincia del país que no cuenta con distritos municipales, simplificando así la estructura de gobernanza local, lo cual ha permitido administrar una superficie de 1,148 Km², situada a las faldas de la Cordillera Central, con apenas una población proyectada de 57,209 habitantes (ONE 2021).
Las características de este territorio, sus recursos naturales, la ubicación céntrica vinculada a las ciudades de la línea fronteriza, su conexión con el polo Santiago, su proximidad a la República de Haití y el potencial que le brinda la rehabilitación y ampliación tanto del Puerto de Manzanillo, como del aeropuerto del Cibao, sitúan a Santiago Rodríguez en el corazón de la producción para suplir el mercado local e internacional; orientado hacia la consolidación e industrialización del sector agropecuario, el ecoturismo y el desarrollo industrial.
Es así como la capital del casabe, los quesos, el yogurt y otros productos derivados de la producción lechera tiene en sus manos la posibilidad de consolidar una oferta que abarque toda la demanda nacional repartida en los principales centros urbanos y en los polos turísticos establecidos, para posicionar “lo dominicano” como un producto de excelencia. Esto brindará mayor notoriedad a Santiago Rodríguez, situándolo como centro de la producción local en estos rubros y a su vez multiplicará las oportunidades de negocio y empleo para la población residente en este territorio.
Para estos fines se requiere avanzar en la mejora continua de la infraestructura que proporcionará el agua a un territorio vulnerable ante los cambios en el clima, caracterizado por prolongadas sequías que debilitan su producción. El mantenimiento a la Presa de Monción, la construcción de la Presa Boca de Los Ríos ajustada a las necesidades de la población, la instalación de acueductos para suplir la demanda de agua para consumo humano y la habilitación de nuevos canales de riego para la producción, son algunos de los temas importantes, para rescatar el potencial de este territorio.
De igual manera el potencial de esta zona, amerita destacar y vincular todos los elementos que contribuirán en impulsar una industria turística que valore su patrimonio natural y cultural, compuesto por balnearios (El Charco de los Chivos, Las Masetas, El Aposento), saltos (Jicome, Bomba, Yajagual), rutas, reservas forestales, monumentos, además del patrimonio arquitectónico y su gastronomía de atracción mundial.
Finalmente, la superficie y ocupación actual de la provincia permite avanzar en la instalación de un parque industrial que pueda acogerse a los incentivos que proporciona la Ley No. 12-21 que crea la Zona Especial de Desarrollo Integral Fronterizo; un espacio planificado que contribuya a la generación de empleos, cumpliendo todos los estándares internacionales para insertarse de forma ordenada en un entorno natural; que pueda suplir su oferta al mercado internacional a través de la frontera con Haití, el puerto de Manzanillo y el aeropuerto del Cibao; donde se puedan vincular capitales foráneos para generar una Alianza Multi-país por el desarrollo de la Zona Fronteriza. Esta y otras acciones son necesarias para rescatar el potencial endógeno de Santiago Rodríguez y de todo su entorno inmediato; apuntando hacia el bienestar y el desarrollo de su gente.