Por supuesto, ¡yo y mi suerte! -decía tras confirmar lo que esperaba- Convencida de que todo le salía mal, ante cada situación, mantenía internamente una remota esperanza de que por alguna mágica razón, la nube negra de su “mala suerte” se distrajera, y esta vez, tan solo esta vez, todo saliera como ella deseaba. El tamaño era exacto, había llegado a tiempo, pero el color no era el deseado. La tonalidad era más clara.
Acostumbrada a magnificar lo negativo por encima de las bondades, se resignó a usar aquel vestido, vistiendo también la “nube negra” de su mala actitud. Así era en torno a los amigos, los familiares, en el trabajo. En general se veía a sí misma como una víctima, y en consecuencia, su misma actitud terminaba convirtiéndola justamente en eso. Con frecuencia peleaba con Dios, acusándole de ser el autor de su destino.
La palabra tiene poder, le decía con frecuencia su amiga. Si hablas cosas negativas te ocurrirán cosas negativas, igualmente si cambias tu punto de vista, y mantienes una actitud positiva, te darás cuenta de que no todo es malo en la vida. Vivirás mejor y serás más feliz. -Le repetía, como queriendo cincelar en lo profundo de su alma, la cadena que mantenía a aquella mujer sujeta a un parecer negativo.- … y aprenderás a contar tus bendiciones.
Jeremías 29:11Porque Yo sé los planes que tengo para ustedes, declara el SEÑOR planes de bienestar y no de calamidad, para darles un futuro y una esperanza
Eso dices porque tú eres toda dulzura y bondad. A ti todo te sale bien. –Argumentaba sin saber que con esto, retenía para sí las cadenas.- Eso no es cierto, todos tenemos problemas en la vida, la diferencia está en la forma en que afrontas tus problemas y si confías en tus propias fuerzas o en las de Dios. Oh claro, Dios! –replicó con sarcasmo- La Biblia dice que no se cae ni una hoja de un árbol sin que Él lo permita, por tanto Él es quien permite todo lo malo que nos ocurre! Si tiene poder para evitarlo, por qué no lo hace? -Indicó tajantemente, creyendo poseer todas las respuestas y válidos argumentos para coronar su punto de vista por encima de cualquier otro.
La amiga conocía bien esto en ella, y le resultaba particularmente cansón y provocante. Pero igual, si quería ganar terreno para abonar un cambio de pensamiento en ella, debía hacer lo que también dice la Biblia, amar al prójimo, ser paciente, edificar con el ejemplo, y no devolver mal por mal. ¿Tú entiendes que Dios es honesto o un mentiroso? Preguntó entonces dramatizando así el giro de la conversación. Si conoces la Biblia, sabes que dice que a Dios le debemos temor reverente, por tanto, hablar como lo has hecho es rebeldía. Te lo pregunto, porque Dios es la honestidad misma, y es por eso que en Su Palabra también dice: “En el mundo tendréis aflicciones, pero confiad, Yo he vencido al mundo”. Así estableció leyes, como la gravedad, por tanto, sabes que si no sostienes algo, esto cae. Si es frágil se romperá y cuando se rompa, no puedes decir que Dios es malo, porque debió alterar la ley de la gravedad, para que eso delicado que tenías, no se rompiera, porque en tu decepción, te revelarías contra Él. Al decir esto, empujó deliberadamente el vaso conteniendo la bebida que aquella mujer tomaba, el cual, precipitándose al suelo, se hizo pedazos, produciéndose una mezcla de cristal con refresco en el piso.
¿Tenías que hacer eso? Preguntó la otra indignada. Derramaste mi bebida. Por qué no derramas la tuya cuando quieres demostrar algo? Porque así te doy la oportunidad de recibir otro vaso nuevo, y más lleno del que se perdiste –dijo haciéndole seña al mozo, a quien le indicó reemplazar por uno más grande. Masticando su bocado, se miraban la una a la otra, conscientes de que el tema no había concluido. Menos de un minuto más tarde, llegó la nueva bebida, en compañía de un diligente joven, que se dispuso a recoger el reguero del piso, queriendo saber si podía ayudarles en caso de que sus zapatos se hubiesen salpicado. No gracias, estoy bien, respondió entonces ya más calmada, mientras que con una dulce sonrisa y un leve movimiento de cabeza, la amiga indicó que todo estaba bien.
Con la atmósfera limpia a su alrededor, ya a solas, el momento era propicio para cerrar la lección del día, la cual, con más actitud humilde que suerte, sería aprendida. ¿Ves? -dijo la amiga puntualizando el tema- ahora tienes más refresco que yo. Pasaste por una pérdida, pero también recibiste ayuda para recoger los pedazos, para limpiar el reguero y se te otorgó el derecho de recibir una remuneración más grande que antes. Así es todo en la vida. Si te enfocas en el incidente y sólo hablas de lo malo que sucedió, alejarás a todo el que te quiere brindar ayuda, y te perderás de la recompensa que viene.¿Lo entiendes? Tuvo que romperse un vaso para que el drama de la lección te impactara. Así Dios sabe, que en nuestro libre albedrío, tenemos que vivir acorde a nuestras decisiones, y aprender a lidiar con todo.
La mujer, convencida de que eso, justamente eso era lo que ella anhelaba en su vida; sustituir los tantos momentos malos, por más momentos alegres, positivos y que, tal y como aquella nueva bebida, fueran mucho más grandes!En una actitud menos invasiva y más sumisa, preguntó: ¿Cómo se hace, cómo se logra cambiar? Rompiendo el hábito de hablar más lo malo que lo bueno. Expresando esperanza y alegría, aunque no lo veas. Levantándote cada día entendiendo que Dios está a favor tuyo y no en tu contra. Diciendo, este es el día de mi bendición y aferrándote a esa idea con fe.
¿Y eso resulta? En el tono de su pregunta, mostró el hambre que llevaba en su espíritu por esa forma de vida. Sí, contestó con seguridad la amiga. Pero no es magia. Todo se consigue poco a poco. Tú pones de tu parte y Dios te irá mostrando en los pequeños detalles su grandeza. ¿Entonces se irá la nube negra? Dijo con el entusiasmo que expresa un niño. No, tú reprenderás para siempre la nube negra! Le expresó con cargado positivismo, al tiempo en que levantó su bebida, proponiendo así el brindis del triunfo.
Jeremías 29:11Porque Yo sé los planes que tengo para ustedes, declara el SEÑOR planes de bienestar y no de calamidad, para darles un futuro y una esperanza.
Proverbios 18:21Muerte y vida están en poder de la lengua, y los que la aman comerán su fruto.
Bendiciones!