"Queda claro, sin embargo, que nuestro voto ha sido un voto negativo, emitido con la nariz tapada para reemplazar a un alcalde que perdió nuestra confianza con otro que proviene de un REPERTORIO francamente pobre."

Al leer un pasaje como el transcrito más arriba cabe que uno se pregunte en qué diablos pensaba el articulista cuando colocó la palabra del título en el contexto en que se encuentra. No hay duda alguna de que este vocablo no tiene cabida en este sitio y compañía.

No obstante lo ya expresado se impone la tarea de demostrar la mala selección con la ayuda de los diccionarios y las acepciones aceptadas para el término en cuestión. Una vez hecho eso se propondrá un vocablo que puede desempeñar las funciones con idoneidad.

En las enumeraciones que hace la RAE en su diccionario para el término "repertorio" no consta la palabra persona, por lo tanto no cabe que se diga o escriba que una persona forma parte de un repertorio. Esto se documentará en detalle.

La primera acepción para repertorio del diccionario oficial de la lengua es el conjunto de obras teatrales o musicales que una compañía, orquesta o intérprete tienen preparadas para su posible representación o ejecución.

El otro repertorio es la colección o recopilación de obras o de noticias de una misma clase. Por último es un libro abreviado, índice o registro en que se recogen sucintamente datos e informaciones que remiten a textos donde se tratan más extensamente.

Es obvio que el uso ha impuesto que el repertorio es un conjunto de cosas, o una colección o recopilación de noticias de una misma clase; así como un libro donde se recogen informaciones de modo sucinto. La palabra persona o individuo no aparece "ni por asomo" en las definiciones que los diccionarios ofrecen para el vocablo tratado en esta sección.

Quizás lo que trató de escribir el articulista fue "elenco" en su significado de "conjunto de personas destacadas que trabajan en una misma tarea o constituyen un grupo o equipo". Más simple aún, pudo meter aquí "grupo o equipo" que son elementos que forman parte de la definición de elenco y que se avienen muy bien con el sentido que quiso imprimirle a su redacción.

CULATEAR

Este verbo se trae a estos comentarios porque existe o, por lo menos existió en el español dominicano. Quizás por prurito de algunos compiladores no aparece en los repertorios de palabras del español dominicano.

El motivo principal para no hacerle un espacio en los diccionarios de dominicanismos es posible que se deba a que en el verbo mismo va implícita la palabra culo que estremece la epidermis  demasiado sensible de algunos lectores.

En algunos países utilizan el verbo colear para describir lo que el dominicano de una forma más gráfica hace con el verbo del título. No se trata aquí del golpe de la culata del arma que es disparada.

En el Diccionario de americanismos de las Academias (DAA) aparece asentado el verbo en cuestión pero solo se relaciona como verbo de uso en Perú. La definición se ajusta al fenómeno que el dominicano nombra con este verbo.

En ese diccionario se puede leer para el verbo estudiado lo siguiente: "Perder el control de un vehículo deslizándose lateralmente". Se reconoce que lo emplean en ese país en los estratos populares y en el lenguaje culto.

Hay que hacer una salvedad con respecto al verbo dominicano. El "culateo" del vehículo no tiene que terminar en accidente. Sí se puede tener u ocasionar uno, pero la pericia del conductor puede evitarlo si reacciona con serenidad. Además en el "culateo" del vehículo la parte que se desplaza lateralmente es la trasera, y de allí proviene el término para el dominicano.

Es posible que sea una tarea para la próxima edición de este monumental diccionario, el DAA, el que se asiente el uso dominicano. Ojalá se añada en fecha futura que ese verbo se utiliza también en República Dominicana con la descripción que corresponde. Los valores del DAA son tan grandes que las expresiones vertidas aquí con respecto a este no constituyen una crítica ni van en su desmedro.

BENEFICIO

"Nadie le paga a R. por un día de descanso o para un día de enfermedad, nadie paga por su seguro y no tiene BENEFICIOS."

Si se lee con detenimiento la frase copiada más arriba se encuentra el lector en la posición de no entender completamente qué cosa es esa del beneficio a que se alude allí. Los beneficios que se conocen en el español general no encuentran lugar lógico, no se acomodan a esta oración.

Los "hispanounidenses" sí pueden comprender lo que la periodista trató de escribir con el término criticado aquí. Hay que recordar que los "hispanounidenses" son los habitantes de habla hispana de los Estados Unidos de Norteamérica. Ellos sí están en medida de entender el mensaje porque lo que se hizo en la redacción examinada fue meter un vocablo en español con un  significado de una voz semejante del inglés. Más abajo se analizará el asunto en detalle.

Los valores principales que se reconocen al término beneficio son: Bien que se hace o se recibe. El provecho de algo. Es la ganancia económica que se obtiene de un negocio, inversión u otra actividad mercantil. No se olvide que se destacó más arriba que estos son solo los considerados significados principales.

En inglés la voz "benefit" tiene acepciones que su parecida del español no conoce. La principal que hay que resaltar aquí es la de: "auxilio, ayuda, socorro". Es la ayuda financiera en momentos de enfermedad, edad avanzada o desempleo. Es un pago o servicio suministrado mediante pagos anuales, plan de pensión o póliza de seguro. Enseguida se procede a sugerir las palabras en español que traducen estas situaciones.

Cuando se trata de desempleo se dice y escribe en español que es un "subsidio o seguro de desempleo". En otros casos hay que acudir a "prestaciones de la Seguridad Social" cuando de lo que se trata es de los famosos "Social Security benefits".

Existen otros "beneficios" famosos que son las "ventajas laborales, ventajas extra-salariales o beneficios complementarios". Los dos últimos corresponden con lo que en inglés se llama "fringe benefits".

Se hace notar de inmediato que el último beneficio del español tiene lo que en estos escritos se llama "apellido", es decir, no se menciona sin su acompañante "complementario". Todos estos matices hay que tenerlos en cuenta especialmente cuando se traduce del inglés al español o viceversa.

Una vez más se ha expuesto una palabra del inglés que se presta a interpretaciones equívocas. Es lo mismo que en otras ocasiones se ha llamado falso cognado o falso amigo. Es un parecido entre voces de diferentes idiomas que tienen significados que no siempre coinciden en las dos lenguas.

PLATAFORMA

"Independientemente del nuevo modo para vender noticias, lo que ningún medio jamás podrá hacer, así sea sobre papel u otra PLATAFORMA, es renunciar al contenido de calidad."

Llama la atención el uso que hace el articulista del vocablo que se encuentra en mayúsculas en la cita. Al encontrarlo causó extrañeza la forma en que lo usa quien redactó y como consecuencia de ello se procedió a indagar acerca de la certeza con respecto a su utilización.

De la misma manera en que se hace casi siempre se comenzará por revisar las significaciones más conocidas del español general para esta palabra. Luego se traerá una acepción que tiene un diccionario particular que según parece ampara el empleo que se hace de la palabra en el texto citado.

Las plataformas que se consideran tradicionales no han cambiado en su redacción en el DRAE. La acepción más conocida es la emparentada con la tarima. Otra plataforma es "familia" de la azotea. En los ferrocarriles es un vagón descubierto con bordes de poca altura por todos sus lados; así como la parte por donde se accede a la zona de asientos en vagones y tranvías. En autobuses también es la parte delantera o trasera por donde se entra, se sube o se baja. Luego vienen otras significaciones que no son de gran importancia.

Una acepción que no puede pasarse por alto es: "Programa o conjunto de reivindicaciones o exigencias que presenta un grupo político, sindical, profesional, etc." Esta se incorporó no hace largo tiempo.

La acepción mencionada en el último párrafo ya adquirió carta de ciudadanía en la lengua española, pero durante años se la combatió porque procedía del inglés, lengua en la que se le usaba con este significado. Para evitar el uso de plataforma con ese significado se propugnaba utilizar "programa electoral, programa político, programa".

Si algún hablante de español se siente incómodo con el empleo de plataforma en algunos casos puede recurrir a "tribuna, estrado, tablado, entarimado, andén, muelle, peana, púlpito,". Estas sugerencias se hacen porque en inglés para esas palabras pueden usar "platform".

Para regresar a lo que se prometió al principio hay que encontrar de dónde sacó el apoyo el articulista y eso se explica enseguida. El diccionario Clave consigna algunas acepciones que según parece proveen asidero para este uso. Además trae otras que según se aprecia provienen del uso.

La primera de las acepciones del diccionario recién mencionado es: "Conjunto de medios de comunicación que se unen para producir y distribuir contenidos de una manera determinada". En esta acepción se encuentra la base que le da sustento a lo que escribió el autor de la cita.

La sorpresa no termina ahí porque hay otra plataforma abstracta que existe en la lengua viva y que el Clave redacta de este modo: "Lo que sirve para conseguir un fin". Esta acepción está escrita de una manera muy general y esto dificulta que se la acepte sin reparos.

El diccionario Moliner como de costumbre retiene una redacción más satisfactoria: "Medio, por ejemplo la adscripción a una ideología determinada, que alguien utiliza para encumbrarse". Además en sentido figurado ese diccionario escribe que el vocablo plataforma puede usarse como "excusa o pretexto".

El Clave, sin pereza, no olvida la plataforma de los calzados que es una suela muy gruesa para darle mayor altura.

No obstante todo lo que se reproduce más arriba y lo que consignan los diccionarios hay una plataforma que permanece en lengua española sin padrino. Se hace necesario explicar la última frase.

Ya el DRAE registra la plataforma continental, la giratoria y la petrolífera. Hay una que se ha quedado en el tintero o en el teclado. Se trata de la plataforma que sirve para el lanzamiento de satélites, misiles y hasta cohetes tripulados al espacio y que cumple con un propósito particular. Esta debería encontrar su sitio entre las tres antes mencionadas plataformas con un "apellido" que la haga reconocible.

Una vez hecho el recuento anterior hay que volver a la idea que llevó a reflexionar sobre el uso de plataforma en el pasaje citado. Según parece la utilización citada al principio de esta sección viene avalada por un uso de los hispanohablantes cultos. Solo queda esperar para ver si las Academias le dan el espaldarazo que la promueve al diccionario oficial de la lengua.

Con respecto al calzado la palabra plataforma ha pasado por dos épocas en que el zapato de este tipo ha estado de moda. Sería bueno que las autoridades despierten con respecto a este concepto y le hagan un lugar en el repertorio reconocido de la lengua común.