Como el pueblo es una masa de cabezas independientes, heterogénea y que no tiene ni pies ni cabeza, los Estados acuerdan en sus constituciones implementar sistemas como la democracia representativa para ejercer el Poder Político;

El pueblo es una masa de cabezas independientes, heterogénea y que no tiene ni pies ni cabeza, razón por la cual los Estados acuerdan en sus constituciones implementar sistemas como la democracia representativa para ejercer el Poder Político: el pueblo se pone de acuerdo mediante votación quien los representaría por ante los órganos de poder que rigen el Estado y estos ciudadanos electos deberán cumplir con sus propuestas y defender los intereses del pueblo por encima de los intereses del partido al que pertenecen.

Pongamos un ejemplo…

Llegaron las elecciones y votas por un candidato o una candidata que sientes te representa y es un/a excelente vocero/a de tus intereses y los del pueblo, así como también de tu ideología (no importa cual: conservador, liberal, de izquierda, etc). Luego de repasar su programa de gestión entendemos que es la mejor opción y por eso marcamos su rostro en la boleta electoral.

Pasan varios meses luego de la toma de posesión del poder y resulta que no estás tan convencido de tu candidato como aquella vez cuando decidiste rayar su rostro en la boleta. Decides darle tiempo al tiempo y no alarmarte pues todavía es muy reciente su llegada al poder. Pasan dos años y ahora estás menos convencido; ahora es imperante la realidad de que la persona por quien votaste no te representa en lo absoluto. ¿Qué puedes hacer? ¿Cuáles son las alternativas a este proceso? ¿Cómo deshacemos lo que construimos y consensuamos con el voto? ¿Existe la posibilidad de 'revocación de mandato' en RD? Respuestas: participar, usar los mecanismos de participación ciudadana contenidos en las leyes y denunciar las barbaridades cometidas; mediante la participación, y la última respuesta es: NO. La revocatoria de mandato es un mecanismo que permite al ciudadano deshacer la voluntad de la mayoría que ejerció su derecho al voto, por irregularidades cometidas por el mandatario.

Entonces, la pregunta es: ¿debemos repensar la Democracia Representativa?

¿Qué es la representación?

Hemos sido testigos de que la representación promisoria o promissory representation, concepto usado por Jane Mansbrigde que se refiere al típico representante que en sus campañas promete todo y después fracasa en su ejecución, no funciona y además desgasta la esperanza que reinventamos una y otra vez. La representación va más allá y es mucho más profunda cuando es participativa.

Nuestras herramientas legales nos abren espacios de participación ciudadana cuasi-directa, y no podemos decir que son insuficientes ya que no han sido aplicadas en un 100%. Al contrario, si lo que hemos presenciado es que las autoridades que hacen uso de esos mecanismos participativos muchas veces buscan legitimarse en sus comunidades o en las naciones que dirigen, pero al final las decisiones se toman en una habitación a puertas cerradas; por lo tanto, no son herramientas de participación aplicadas correctamente. Un ejemplo de esto son los presupuestos participativos municipales que deben decidir el 40% del presupuesto transferido a los distintos ayuntamiento. Los ayuntamientos que lo implementan apenas, en el 2009, aplicaban casi un 20%, y algunos un 12% y otros ni lo aplicaban; como fue el caso del D.N. que arrancó casi al final. Habría que ver cómo van esas cifras en la actualidad.

¿Y qué dice la Constitución?

La Constitución establece que nuestro gobierno es representativo, sin embargo, tan solo tres artículos más adelante habla de que somos un Estado social y democrático de Derecho: esta combinación, definida y acordada por nuestros legisladores y demás instancias del Estado, nos convierte en una Democracia Representativa y Participativa, aunque hayan omitido la segunda parte en el artículo 4. Esta etiqueta de "Democracia Representativa y Participativa" nos hace a todos/as responsables de la construcción de las vías para el verdadero desarrollo sostenible de la República Dominicana.

Es difícil enumerar la cantidad de fortalezas y debilidades identificadas de esta variación de la democracia, sin embargo, cabe destacar una debilidad que hemos arrastrado por años, no solo en RD: el bipartidismo. Las democracias representativas tienden a fortalecer dos agrupaciones políticas y las demás se debilitan sin posibilidad alguna de recuperarse o enfrentar a esas bestias.

El movimiento 15M, o los Indignados como muchos lo conocen, cuestiona fervientemente este sistema antes descrito y provoca a sus seguidores a reflexiones continuas sobre qué otras alternativas de ejercicio del poder popular pudieran ser viables en el mundo de hoy. Es importante señalar que la República Dominicana, en lo que respecta al régimen legal sobre transparencia en la gestión pública y mecanismos de participación ciudadana a nivel local y central, es más avanzada que España, pero el ciudadano dominicano no lo percibe así debido a que la impunidad se roba todo el show y entonces ya no se siente representado: pierde el interés de todo.

El Poder Ejecutivo declaró este año el año del "fortalecimiento del Estado Social y Democrático de Derecho". Repensemos el verdadero significado de ese propósito y ejerzamos la democracia desde el prisma humano.