Las concepciones con respecto a la Política Cultural van a depender de la definición de los versados y de la altura de desarrollo de cada Nación.  En tal virtud, la concepción actual es el producto de un arduo proceso  a partir de la serie de conferencias ministeriales que tuvieron como escenarios a las ciudades de Helsinki-Finlandia; a Yogyakarta en Indonesia;  Accra-Ghana;  Bogotá-Colombia  y el Estado de México, espacios fundamentales donde se llevaron a cabo las discusiones de diversos criterios regionales y mundiales con el apoyo de la UNESCO.

Por consiguiente, se consideró un consenso el destinar recursos a la cultura como dimensión del desarrollo o para decirlo de manera textual,  según lo estipulado en  la Conferencia Mundial sobre Políticas Culturales  (Mondiacult) del año 1982, “Política Cultural es el conjunto de operaciones, principios, prácticas y procedimientos de gestión administrativa-presupuestaria, que sirven de base a la acción del Estado”.En las naciones desarrolladas la Política Cultural es parte del progreso político, social y económico que ha alcanzado el Estado, aceptándola como uno de los componentes vitales de su crecimiento.

Después de abordar el enfoque retrospectivo con respecto a los orígenes de su concepción, el fomento de la Política Cultural asegura que los componentes y recursos culturales estén presentes en todos los espacios de la planificación y procesos de avance de las políticas públicas y por lo tanto, resulta imperioso reorientar la política de este importante sector en nuestro país e implementar un Plan Estratégico de Desarrollo Cultural Sostenible que pueda garantizar un progreso pleno y con eficiencia.

Por todo lo antes expuesto, para comenzar a reorientar se deben tomar en cuenta 4 ejes  fundamentales en los que se basan las políticas culturales, como son:

  1. La promoción de la Identidad Cultural: proceso participativo que refiere una relación recíproca entre el ser humano y su cultura a través del acervo, la analogía y las exigencias culturales en función de la ascensión de la calidad de vida de la colectividad.
  2. La protección de la Diversidad Cultural: procura garantizar que los artistas, profesionales, gestores y ciudadanos en todo el mundo puedan crear, producir, difundir y disfrutar de una amplia escala de bienes, servicios y actividades culturales, incluidos los propios.      
  3. El fomento de la Creatividad: tanto la cultura como la creatividad van de la mano, y se constituyen en catalizadores para el desarrollo y propulsores del crecimiento económico a nivel mundial, en esta concepción, es primordial estimular proyectos artísticos-culturales sostenibles de gran impacto social que puedan generar vínculos y favorezcan las oportunidades en el emprendimiento y empleo, generando por consiguiente, una considerable cantidad de propiedad intelectual.
  4. La consolidación de la Participación Ciudadana: clave para lograr el involucramiento sistemático, constructivo y enriquecedor de las personas en la gestión cultural, permitiendo vigorizar, aumentar, mejorar  nuestros  niveles de transparencia, eficiencia  y pertinencia territorial de las políticas.

Es vital que dentro del proceso de reorientar la política se contemplen desplegar una serie de estrategias para su impulso, tales son: recobrar la institucionalidad del Ministerio de Cultura (MINC), la capacitación y reforzamiento académico en el área artístico-cultural, fortalecer las ferias del libro y la lectura a nivel nacional e internacional, recurrir a las nuevas tecnologías de la información con la finalidad de potencializar  la creatividad y la innovación, importantizar y arraigar  la formación artística en el sistema educativo nacional, fomentar la ley de Mecenazgo, establecer un censo nacional de artistas y gestores con el objetivo de tener una relación actualizada y de esta manera poder dignificar su labor, así como de organizar de forma sistemática intervenciones artísticas-culturales en los sectores populares.

La puesta en ejecución de esta Política Cultural integral por parte de las nuevas autoridades del  Ministerio de Cultura (MINC), encabezadas por su ministra, licenciada Carmen Heredia Vda. Guerrero;  implicará la institucionalización y reforzamiento de  las dependencias u organizaciones que han de asumir los encargos; diseñar los canales de interacción con los diferentes actores culturales y definir las acciones a seguir y/o establecer alianzas con las instituciones estatales, sector privado, sociedad civil y grupos comunitarios,  para instrumentar un nuevo esquema que redundará de manera positiva en el quehacer artístico y cultural dominicano.