El sector cafetero de la Republica Dominicana está sumido en una grave crisis de liderazgo, esa realidad hace que en el sector aparezcan personas que quieran llevarse el santo y la limosna, sin nunca haber aportado nada al mismo, ni desde el área productiva, ni desde el área institucional.

En el sector en los últimos tiempos hemos perdido líderes de la talla del empresario cafetero Don Rafael Perelló Abreu que siempre se preocupaba porque las decisiones que influían en el desenvolvimiento del mismo fueran en beneficio de todos los verdaderos actores de la caficultura nacional.

La falta de liderazgo del sector llevó a la decadencia y secuestro del CODOCAFE por parte de pseudolideres y pseudosrepresentantes de los/as caficultores/as, realidad esta que hizo que legítimos  representante del sector propusiéramos un remozamiento del marco institucional, propuesta que fue acogida por el presidente Danilo Medina y representantes de su gobierno para la creación mediante la Ley 246-17, promulgada el 5 de diciembre del 2017, del Instituto Dominicano del Café (INDOCAFE) la cual será la nueva institución rectora de la caficultura nacional.

El desarrollo organizativo de la nueva institución, en apenas cuatro meses de creado, ha estado influido por el caciquismo burocrático prevaleciente en el gobierno Dominicano y por el lobbismo de algún congresista logrando crear una composición institucional del nuevo INDOCAFE con técnicos y gerentes pertenecientes al sector arrocero, los cuales desconocen la caficultura nacional, ya que la realidad de las anegadas llanuras arroceras no es la misma que la realidad de las escarpadas montañas de Quisqueya, que es donde se produce nuestro café. En este momento donde el sector cafetero está sumido en el resurgir de la gran crisis producida por la roya del café esa no es una decisión institucional inteligente, todo lo contrario parece que lo que se busca es darle muerte y sepultar al sector cafetero mediante su desaparición.

Hoy más que nunca y debido a los siete proyectos agroforestales emprendidos por la Presidencia de la República en las regiones sur y suroeste se hace imprescindible contar con una institución gestora del sector café fuerte, innovadora, eficiente y moderna que pueda hacerle frente a la renovación con variedades resistentes de los cafetales diezmados por la roya y a los planes de reforestación en los que el café es una de las especies principales a sembrar; además es necesario devolverle a las montañas dominicanas la capacidad de generar riquezas y todas las otras externalidades (ambientales, sociales, etc.) que el cultivo del café aporta a nuestro país para beneficio de nuestra nación.