De acuerdo con la visión del Consejo Regional de Desarrollo, Inc. (CRD), en procura de la solidificación que amerita nuestro Estado y sociedad, para sustentar una mejor República Dominicana para las presentes y futuras generaciones, debemos proponernos organizar al país, entendiendo que para cumplir tan vital cometido, requerimos mayor grado de orden, educación, nivel cívico y vocación de servicio.
El orden por el que aboga hoy en día el CRD, lo fundamenta en que en las dictaduras se consigue de una forma simple y directa con el uso intenso de la fuerza, mientras en la democracia, que es el sistema más interesante hasta ahora creado por el hombre, el mismo se logra mediante el consenso, la ley, la ciencia, la tecnología y especialmente la educación.
Respecto a lo que, sus estudios recogen, que dentro del orden democrático en que vivimos, nos corresponde conducirnos hacia un mejor rumbo, en razón de que nuestras comunidades actualmente son impactadas por un alto grado de desorden, produciéndonos a todos por igual estrés y grandes agobios, sobretodo, en virtud de que muy pocas de ellas están orientadas a satisfacer las necesidades materiales, sicológicas y espirituales de sus habitantes.
Criterio que sostiene, tomando por referencia la realidad actual, en la que todos sin excepción, estamos afectados por una gran contaminación que agota y maltrata los sentidos y un vivir armónico, requiriéndose que nos organicemos y revisemos nuestros deberes con la sociedad y nuestras familias, a fin de asegurar la paz y sanidad con las que debemos proteger nuestras vidas, además, el orden y respeto a los demás que debe asumir cada ciudadano y ciudadana.
Tarea que estima indispensable, para detener la alarmante contaminación generada por la falta de educación de los munícipes y las autoridades, como se da en el caso de la basura, incluso por su recogida no bien manejada, los ruidos insufribles, la invasión de los espacios públicos con colaciòn de letreros sin control, además, los daños causados al medioambiente y a nuestra salud por los gases vehiculares y de otra naturaleza, así como, producto de un tránsito caótico.
Como agravante adicional de lo anterior, recoge el hecho de permitirse que todo el que desee nacional o extranjero, establezcan negocios en cualquier esquina o lugar, sin hacer la debida conciencia que los mismos deben ser regularizados, mediante licencias y permisos especiales reglamentados y sancionados, para evitar los serios perjuicios que causan cuando operan bajo el desorden y la anarquía.
Estos graves problemas conforme a las estrategias del Consejo Regional de Desarrollo, Inc. (CRD), su solución requieren de medidas y acciones complejas, imponiéndose en nuestra nación, utilizar como instrumento para su control y erradicación la educación de la ciudadanía y de las autoridades, con el propósito de lograr el aumento de los niveles de conciencia que urgimos, para salir victoriosos frente a éstos y sus muy perjudiciales impactos.