El Gobernador del Banco Central de la República Dominicana (BCRD), Lic. Héctor Valdez Albizu, se reunió recientemente con los titulares de las Superintendencias de Bancos, Pensiones, Seguros y Valores para discutir la coordinación de la supervisión del mercado financiero dominicano (Ver la Nota de Prensa). Esto se realiza de conformidad con el Artículo 227 de la Constitución de la República Dominicana, que establece que: “La Junta Monetaria,representada por el Gobernador del Banco Central, tendrá a su cargo la dirección yadecuada aplicación de las políticas monetarias, cambiarias y financieras de la Nación y la coordinación de los entes reguladores del sistema y del mercado financiero”.
A pesar del referido mandato constitucional expreso, es posible que la motivación detrás de esta reunión sea producto del reciente caso de intervención al Grupo Peravia—donde uno de los reguladores envueltos anunció que había injerido en la unidad de seguros del grupo antes que la Administración Monetaria y Financiera (AMF) actuara (ver: Anuncian Intervención Aseguradora Banco Peravia).
Valoramos positivamente esta reunión entre supervisores monetarios y financieros. De hecho, esto es algo que hemos recomendado reiteradamente a través de esta columna, el Blog LexMercatoriay en otros ensayos, desde el año 2013. Ver:Supervisión Macroprudencial para la República Dominicana (14 de Octubre de 2013);Una Estructura Institucional Macroprudencial para RD (28 de Octubre de 2013); Coordinación de Competencias en el Sistema Financiero Dominicano (Marzo de 2014), y más recientemente, en el ensayo académico titulado “Estructura Organizativa de los Reguladores Financieros y Supervisión Macroprudencial” (Gaceta Judicial, Enero de 2015).
El BCRD y la Junta Monetaria no han llamado explícitamente esta reunión inicialcomo de “regulación y supervisión macroprudencial”. Sin embargo, esto es efectivamente lo que debería ocurrir una vez inicie la coordinación de supervisión. Esto se colige de la descripción ofrecida por el Lic. Valdez Albizu de que: “distintos países han venido consolidando y afinando la regulación y supervisión de sus mercados, frente a la rápida evolución de los mismos y ante la importancia que cada día reviste la estabilidad financiera, en el contexto de la estabilidad macroeconómica”.
La meta de la supervisión macroprudencial es preservar la estabilidad financiera y evitar el riesgo sistémico. Es probable que en el caso dominicano, se identificarán los participantes de cada mercado que tienen importancia sistémica. No sólo las entidades de intermediación financiera (o “D-SIBs”)—sino también las aseguradoras y reaseguradoras, los emisores de valores negociables, los intermediarios de valores, y demás participantes de importancia sistémica doméstica (Domestic systemically Important Financial Institutions o “D-SIFI”). Un paso importante en dicho sentido, se logró con las recientemente aprobadas modificaciones al Reglamento del Sistema de Pagos (SIPARD), donde se contemplan las infraestructuras del mercado financiero y de los sistemas de pagos que tienen importancia sistémica (ver elNuevo Reglamento de Sistemas de Pago).
En el pasado, hemos recomendado que las funciones de coordinación macroprudencial se asignen a la Junta Monetaria—o en su defecto—a un Comité de Estabilidad Financiera dentro del BCRD. El BCRD—sin lugar a dudas—cuenta con competentes y capacitados técnicos para lograr estos objetivos. El gran reto seríatratar de no confundir la meta de estabilidad de precios con el objetivo de estabilidad financiera—que no implican, necesariamente, lo mismo.
El Instituto de Desarrollo y Crédito Cooperativo (IDECOOP) debe ser integrado en este esfuerzo de coordinación entre reguladores y supervisores financieros dominicanos. Aunque se puede argüir que las cooperativas no realizan intermediación financiera en el sentido estricto de la Ley Monetaria y Financiera No. 183-02 (Ver los atinados comentarios de los expertos E. JORGE-PRATS y Omar VICTORIA, en su célebre obra), las cooperativas también deberían ser incluidas bajo la tutela supervisora macroprudencialde la JM y la coordinacióndel Gobernador del BCRD—quien es una especie de “Zar del Sistema Financiero Dominicano”, bajo la CRD. Los recurrentes escándalos e intervenciones en el sector de las cooperativas dominicanas resaltan este punto.