- El que duerme con muchachos, amanece embarrado: el que con infantes pernocta, estercolizado alborea.
- Puerco no se rasca en jabilla: verrón no se estrilla en euforbiácea.
- Hacerse el chivo loco: quererse el artiodáctilo orate.
- A caballo regalado no se le mira el diente: a equino obsequiado no se le inspecciona el incisivo.
- Nunca falta un pelo en la sopa: ad calenda graecas adolece la bullabesa de pelamen.
- La lengua es el castigo del cuerpo: la sinhueso es la punición del soma.
- A camarón que se duerme se lo lleva la corriente: a esguila grogui tresna la regueza.
- De cualquier yagua vieja sale tremendo alacrán: de cualque guágara añosa rispa un inenarrable arraclán.
- En boca cerrada no entran moscas: en morro taciturno no recalan guasasas
- Al que nace para martillo del cielo le caen los clavos: al que premana para bujarda, del cenit le algaracean las entellas.