Hace casi cinco años escribí el siguiente artículo y su actualidad vigente me ha motivado a republicar:En nuestro país los servidores públicos tienen grandes deficiencias en el cumplimiento de las normas, al igual que el resto de la población, lo que hace débil la institucionalidad en el Estado y la función pública. Lo que consecuentemente facilita la corrupción en general y el desorden. Para lograr un Estado fuente se necesitan instituciones fuertes y transparentes.

Más que eliminar la pobreza material, la sociedad dominicana debe abocarse a eliminar la pobreza de conocimientos y de pensamientos críticos. Benito Juárez dice "Entre los individuos y entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz" en la justa medida que se cumplan los deberes y derechos habrá más garantías de un estado de derechos humanos y libertades sostenibles.

Es preocupante la situación dominicana, en los momentos actuales y durante la historia republicana completa así ha sido, pasemos balance para reflexionar en lo que nos toca a cada quien de responsabilidad frente a los males sociales, principalmente la corrupción

Preámbulo de la Constitución dominicana: “Nosotros, representantes del pueblo dominicano, libre y democráticamente elegidos, reunidos en Asamblea Nacional Revisora; invocando el nombre de Dios; guiados por el ideario de nuestros Padres de la Patria Juan Pablo Duarte, Matías Ramón Mella y Francisco del Rosario Sánchez y de los próceres de la Restauración de establecer una República libre, independiente, soberana y democrática; inspirados en los ejemplos de luchas y sacrificios de nuestros héroes y heroínas inmortales; estimulados por el trabajo abnegado de nuestros hombres y mujeres; regidos por los valores supremos y los principios fundamentales de la dignidad humana, la libertad, la igualdad, el imperio de la ley, la justicia, la solidaridad, la convivencia fraterna, el bienestar social, el equilibrio ecológico, el progreso y la paz, factores esenciales para la cohesión social; declaramos nuestra voluntad de promover la unidad de la nación dominicana, por lo que en ejercicio de nuestra libre determinación adoptamos y proclamamos la siguiente”.

Muy interesante esta doctrina de introducción al nuestro texto constitucional, pero si no la van a cumplir, cuál será la solución del principal problema a resolver, la anomia que da paso a la corrupción; la respuesta es cumplir las normas, no hacer nuevas.

En España se crea el código para los empleados públicos el cual establece: “Que deberán desempeñar con diligencia las tareas que tengan asignadas y velar por los intereses generales con sujeción y observancia de la Constitución y del resto del ordenamiento jurídico, y deberán actuar con arreglo a los siguientes principios: objetividad, integridad, neutralidad, responsabilidad, imparcialidad, confidencialidad, dedicación al servicio público, transparencia, ejemplaridad, austeridad, accesibilidad, eficacia, honradez, promoción del entorno cultural y medioambiental, y respeto a la igualdad entre mujeres y hombres, que inspiran el Código de Conducta de los empleados públicos configurado por los principios éticos y de conducta”.

No creo en la ignorancia ni la incapacidad, solo hay diferencia de capacidades, diferencia de conocimientos, diferencias de talentos o habilidades, diferencia, de actitudes y aptitudes, todo en la vida es cuestión de disposición y voluntad, son muchos los ejemplos de personas sin estudios ni experiencia en ninguna materia u oficio y deciden firmemente alcanzar metas y lo logran, obtienen el éxito. Dominicanos pongan voluntad firme para cambiar nuestra sociedad, sí, es posible, decídete.

Johan F Kenedy, decía “que la misión de un dirigente era educar a su pueblo, no coincidir, necesariamente, con los errores del pueblo.” Desgraciadamente la mayoría de la población esta desorientada por la labor de la prensa y los falsos voceros de la massmedia.

Es preocupante la situación dominicana, en los momentos actuales y durante la historia republicana completa así ha sido, pasemos balance para reflexionar en lo que nos toca a cada quien de responsabilidad frente a los males sociales, principalmente la corrupción.

El reto para las autoridades y la misma sociedad es crear conciencia y promover la educación en los segmentos de la sociedad que están dormidos y desconocen el verdadero valor de cada persona y las consecuencias de elegir los partidos tradicionales, quienes apuestan a la ignorancia y a la facilidad con que compran y promueven la venta o comercio de la política.

Ojalá sigan surgiendo los iluminados, como Pedro Martínez y Juan Luis Guerra en deporte y arte, pero que esta vez sean líderes en la política transparente para que puedan cohesionar la sociedad en valores familiares y en principios éticos, logrando así salir del yugo de la corrupción política y social, que nos impide dar un salto al desarrollo integral y humano.

Dios les bendigasiempre Pueblo Dominicana.

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