Apreciado (a) amigo (a)
Los enormes desafíos de un mundo del mañana, que ya es hoy, debe motivarnos a reflexionar sobre cómo entenderlos, prever sus consecuencias y, sobre todo, cómo manejarlos para que en vez de perjudicar beneficien al ser humano. Navidad es una buena ocasión para hacerlo y es por eso que comparto estas consideraciones.
Después de dominar y explotar a sus congéneres animales, para benéficio alimenticio primero y económico luego, y a la naturaleza hasta destruirla y transformarse en el rey de la creación o de la evolución, el homo sapiens, a través de la genética, la biología evolutiva, la informática y la neurociencia, aspira a convertirse en el homo deus.
Los algoritmos complejos, la big data y la capacidad descomunal del procesamiento de datos le ha posibilitado la creación de la inteligencia artificial, superior en muchos casos a la humana.
Hasta ahora la inteligencia había estado asociada a los sentimientos porque se entendía que la inteligencia residía exclusivamente en los seres humanos. Pero ya se han desarrollado máquinas en las que se evidencia una alta inteligencia sin estar asociada a los sentimientos. Los robots y algunas supercomputadoras son sus mejores exponentes.
Muchas de las aspiraciones del ser humano ya son profecías de probable realización en un futuro no muy lejano: después de haber superado las epidemias, enfermedades infecciosas y otros males que hacían difícil hasta la simple supervivencia, la preocupación ahora es aumentar los años de expectativas de vida en buena salud y a través de los implantes, orgánicos o biónicos, y la medicina regenerativa, reconstruir y perfeccionar el organismo. A las generaciones por venir les aguardan las enormes posibilidades de la ingeniería genética.
En este futuro que es ya presente ¿tienen la filosofía, la ética y las creencias religiosas algo que decir y orientar? ¿Habrá lugar para plantear el por qué y el para qué? ¿Preguntarse sobre las consecuencias de no poner límites a las posibilidades que nos ofrecen la ciencia y la tecnología, de la mano de la informática y la ingeniería genética? ¿Plantearse las consecuencias de las desigualdades entre grupos en una sociedad con posibilidades económicas diferentes?
Muchas felicidades y que con nuestros esfuerzos 2018 sea mejor que 2017.