En el mes de abril se celebra en todos los países del mundo el día Mundial de la Tierra, lo cual no es una celebración por un mandato oficial de la Organización de Naciones Unidas  (ONU), sino que obedece a la iniciativa de un senador norteamericano (Gaylord Nelson), quien ya en 1970 visualizó lo que estaba pasando con el planeta y lo que le esperaba en las décadas por venir.

El Consejo Regional de Desarrollo, Inc. (CRD), no quiere dejar pasar por alto el referido acontecimiento,  sin hacer por medio de este trabajo un llamado a la reflexión,  sobre lo que está pasando con nuestra casa grande, el hogar de todos los seres vivientes: El Planeta Tierra.

¿Cómo está el planeta Tierra hoy?:

El tamaño del planeta sigue siendo el mismo, un radio de 6,371 km. Y una circunferencia de 40,075 km., su Ecuador, esto es, la línea imaginaria, equidistante de los polos  geográficos y perpendicular al eje de rotación de la Tierra,  que divide el planeta  en dos hemisferios: Norte y Sur,  sigue siendo del mismo largo de 12,750 km, como vemos, desde el punto de vista de la geografía de la Tierra, esta sigue igual que hace millones de años.

¿Que no está igual en la Tierra?:

Hoy el planeta cuenta con 7,350 millones de habitantes y en apenas 12 años más aumentaremos a más de 8,000 millones y a casi 10,000 millones en el año 2050.

La Tierra hoy soporta más de 1.1 billones de vehículos de todo tipo que cada año despachan a la atmósfera casi 4 billones de libras de dióxido de carbono.

El planeta ha perdido alrededor del 70% de su cobertura forestal quedándole menos de 40 millones de km2 de bosques; Estas estadísticas de años atrás establecen que la per cápita de bosque era de 0.62 Hectárea, hoy con una población de 7,350 millones de habitantes no supera la 0.5 hectárea por habitante.

Cuando el bosque se va, no se va solo, se lleva los pequeños arroyos y escorrentías; se lleva los riachuelos  y ríos que alimentan los lagos y humedales; se lleva la fuente principal de generación de oxígeno y el instrumento más eficaz para mitigar los efectos de los gases que generan los vehículos y el accionar del hombre, la contaminación de las industrias, etc.

Con el bosque se va la protección más idónea que tiene el planeta para proteger sus montañas y laderas de la degradación que produce la erosión de sus suelos y se va la capacidad de esas montañas para retener y dosificar el agua de lluvia que cae para que fluyan lentamente a los ríos y evitar crecidas innecesaria y desbordadas, generando grandes inundaciones.

La Tierra no crece, la población no deja de crecer:

Como hemos visto la tierra se mantiene firme, pero no igual a décadas anteriores. El crecimiento de la población en el mundo no cesa y se realizan a base de la destrucción de ecosistemas completos; de explotaciones mineras sin control; el crecimiento de la población del planeta se expande y con ella aumentan los centros urbanos robándole tierra que se dedicaban a la producción de alimentos y bienes de consumo; es el crecimiento de la población a costa de eliminar las fuentes de agua que garantizan la vida a los humanos y a la biodiversidad en su conjunto.

¿Qué le pasa a la Humanidad que no se detiene ante nada?:

En el CRD estamos muy preocupados , pues vemos un mundo desbocado que a pesar de las cumbres de la tierra que cada 10 años organiza las Naciones Unidas y que a pesar del COP21 (Conferencia de las Naciones Unidas para Cambio Climático), la situación del planeta empeora cada año.

Es triste ver como naciones tan contaminadoras, como los Estados Unidos de Norteamérica, que compite con China a ver cual genera más toneladas métricas de CO2 y otros gases de efectos invernaderos, su gobierno da la espalda a todas las iniciativas globales tendentes a mitigar el cambio climático que es ya una realidad “no un cuento chino”.

Visión sugerida por el CRD al país:

República Dominicana  no puede vivir de espalda a lo que pasa con sus recursos forestales y naturales, con una población global de más de 20 millones de habitantes en la isla, en razón de que cuando se habla de medio ambiente y salud no podemos excluir a nuestros vecino país Haití, quien posee la no eliminable realidad de 10 millones  de personas que carecen de agua y además con recursos forestales con menos de 5% de su cobertura, tal como lo contemplan las estrategias del organismo de desarrollo que agrupa las provincias de la Región Nordeste y el Cibao Central.

Con una población flotante (turística) cercanos a los 6 millones que gracias a Dios crece y tenemos metas de llevar a 10 millones; aun así pero vivimos sin planes, sin mirar más allá del hoy en materia ambiental.

A diferencia de otros países que han optado por sepultar sus minas para apostar a la vida y al futuro (Costa Rica por ejemplo), en nuestro país erróneamente  hemos tomado el camino del caos y a dar paso al atraso socioeconómico, por medio de la explotación de nuestras minas y la destrucción de los recursos naturales que poseemos.

Realidad ésta que se contempla agravada, al sorprendernos la celebración  el Día Mundial de la Tierra con menos agua,  aunque con más inundaciones; sobretodo, viendo lacerada la esperanza en nuestros campos cuya población sigue emigrando en grado sumamente preocupante, haciendo crecer los cordones de miseria y el desorden de las ciudades; por tanto, arribamos a  dicho día de reflexión mundial sobre las graves problemáticas que afectan nuestro planeta, con las manifestaciones más clara de los efectos dañinos del cambio climático.

Con la seriedad que llama tomar en cuenta  lo planteado para la preservación de nuestras vidas, en el Consejo Regional de Desarrollo, Inc. (CRD), confiamos que los retos que impone el planeta Tierra a nuestra nación y todos los países del mundo, nos pueda dar la confianza de que el verde de la esperanza no desaparecerá.