Lo menos que se puede es ser comprensivo con el Presidente del Senado de la República, Dr. Reinaldo Pared Pérez,  quien por suerte o desgracia en su impertinente osadía,  es también Secretario General del Partido de Gobierno.

Abusando de su condición de presidente de la reunión conjunta de ambas cámaras,   el pasado 27 de Febrero hizo gala de su torpe juicio de la historia y la política, al construir su más celebre defensa a la reelección y al modelo de primarias abiertas y simultáneas que lo descalifican como presidente arbitro de los debates de su Cámara.  Los dos grandes maestros sofistas Protágoras y Gorgias, son dos chivitos hartos de  jobo, frente a la retórica y la histeria disociativa en defensa de la tanto traumática  como estresante reelección y su modelo de primarias abiertas.   Don Reinaldo, inobservando la solemnidad y dando un uso inapropiado del salón de reunión conjunta, manipuló respuesta al presidente de su partido descalificando sus puntos de vistas sobre el tema, que no era tema del día, y quien no podía ripostar en el mismo escenario por no ser parte de éste.

He tratado de encontrar una respuesta desde la perspectiva de la ética y moral a este tipo  comportamiento y no me satisfizo por generosas e insuficientes; pero, preferí hurgarlo mejor en el Manual de Psiquiatría Forense para Jueces y Fiscales  de José Carlos Fuertes  Rocañín en su página 229, en la que aborda el fenómeno como tema, bajo el título  de  amnesia psicógena, que es la patología obsesiva  hecha manifiesta en la retórica del presidente del senado, que cito y tipifica el autor en referencia, como Amnesia Psicógena, al plantear que :   “es una pérdida de la memoria que afecta a información importante para la persona y que se produce como consecuencia de una situación estresante o traumática. Las amnesias psicógenas suelen ser limitadas en el tiempo afectando a periodos concretos de la biografía, se incluyen dentro de la histeria disociativa y dan muchos problemas en el ámbito judicial al ser muy difíciles de distinguir de la simulación”.

En otros trabajos y de manera particular el anterior, planteamos   la inconstitucionalidad  e ilegalidad de  la imposición de un modelo único y absoluto de elección y funcionamiento de los partidos al  homogenizar los derechos y la libertad creativa partidaria. Este modelo impulsado por los reeleccionistas niega y  suprime los derechos de militancia, y de manera preocupante,   anarquizaría  el sistema electoral al degradar e inobservar lo que indica la constitución 2010(15) en su artículo 75.12  Sobre los Deberes Fundamentales, que cito y con la que concluyo estas reflexiones, indica y manda a: “Velar por el fortalecimiento y la calidad de la democracia, el respeto del patrimonio público y el ejercicio transparente de la función pública”.