El gobierno acaba de revertir la disposición que aumentaba la facturación eléctrica al consumo residencial. Se celebra que el mandatario “tuvo sensibilidad” y revocó esa medida impopular. El “responsable” fue el Superintendente de Electricidad, quien dispuso esa medida “sin consultar”. Otro es el malo de la película mientras la imagen del presidente queda bien parada. Pero hay otra perspectiva en esta situación. En mi caso, pagué en Julio una factura por RD$5, 295.19 y la de Agosto me llegó por RD16, 398.75. ¿No se aplicaría el aumento antes de anunciarlo? En ese caso, la revocación no tiene ningún significado, pero sí un enorme capital político, mientras tanto, la facturación eléctrica es exorbitante.  ¿No sería todo planificado? Algo similar pasó con el incremento en los marbetes, solo se postergó su aplicación, pero el impuesto va el año que viene cuando nadie lo recuerde. Mientras tanto, el Presidente “cobró” políticamente al “revocar” la medida impopular que “otro” dispuso.

Los recursos distraídos en corrupción y  para  ganar elecciones, ocasionaron el déficits de RD$200,000 millones que Danilo Medina recibió en Agosto del año pasado. Así fue necesario el paquete impositivo que impuso el actual gobierno. La Presidenta de la Cámara de Cuentas acaba de informar que la distracción por corrupción es tan alta que con su valor se puede construir otra República Dominicana. El Ministerio Público tiene en sus manos cerca de 50 expedientes por corrupción debidamente documentados, sin embargo no se les da curso. La lenidad para enfrentar la corrupción se estimula con el “no tirar piedras hacia atrás” del mismo Presidente de la República. Es como si no importara que quienes han estado administrando los recursos públicos en los últimos años se roben el dinero que aporta el pueblo con los altos impuestos que paga.

Pagamos el combustible más caro que en toda América. Para hacerlo se viola la Ley de Hidrocarburos aumentando los combustibles cada semana no importa el precio de referencia.  Los incrementos se producen aun disminuya el referencial y cuando congelan los precios, nos hacen ver que debemos agradecer al gobierno porque “asumió” el aumento que no se hizo. En una ocasión el barril de petróleo llegó a costar US$147, pero el precio de los combustibles no pasó de RD$200. Hoy  el barril está alrededor de US$105 y el galón de gasolina sobrepasa los RD$260. Es obvio que existen más impuestos ocultos en la violación a la Ley de Hidrocarburos.

Deberemos pagar el próximo año más del 500% de lo que pagamos el año pasado por la expedición de los marbetes (quien pagaba RD$2,000 debe pagar RD$15,000). Lo que se paga por otros servicios y bienes inmuebles es igualmente exorbitante. Con el aumento del ITEBIS pagamos grandes impuestos a través de todos los alimentos y artículos de consumo.

Los recursos extraordinarios que recibe el gobierno por la renegociación con Barrick Gold, pudieron utilizarse para reducir el peso de la última reforma fiscal, pero se optó por alcanzar niveles extraordinarios en recaudaciones a base de impuestos  y destinar las ganancias del oro a gastos que ni siquiera fueron presupuestados. Mientras tanto, los bajos salarios y el nivel de inflación por los nuevos impuestos, han reducido extraordinariamente el poder adquisitivo y la calidad de vida a los dominicanos.

Es obvio que los gobiernos peledeístas apuestan a la capacidad de tolerancia del pueblo dominicano. Aplican impuestos sin inmutarse. No piensan que el pueblo sabe pasar factura. Los funcionarios confían en su habilidad para confundir y hacer ver que hacen el mejor gobierno del mundo, mientras tienen el país desesperado. Y con todo el descaro, sus líderes tienen planes de gobernar hasta el 2036. Creen que es posible tener al país engatusado durante más de tres décadas. Olvidan que aquí se han producido dos abriles históricos por los abusos cometidos desde el poder.

Ciertamente el gobierno de Danilo Medina ha superado algunos aspectos con relación a su predecesor Leonel Fernández. Hay que reconocerle su acercamiento al pueblo y sus logros en el área educativa y en la agricultura. Pero el país no es solo eso. Los logros en educación se opacan con el descontrol en los exorbitantes precios  de los libros que el gobierno debía hacer llegar a precios más asequibles a padres que reciben bajos sueldos y pagan altos impuestos por todas las vías. La inversión en el campo es imperceptible porque los productos agrícolas llegan caros a los hogares por el alto costo de insumos y del transporte provocado por la carestía del combustible. Los precios de las medicinas, también están por las nubes.

En estas condiciones, se dice que el Presidente tiene más de un 80% de aceptación y algunos declaran hasta que supera el 90%. “Son las encuestas que dan esos números”, dicen, pero todos sabemos lo qué pasa con las encuestas en nuestro país. Detrás de los números que se dan, hay algo más. Se suelen manipular porcentajes para la creación dela  percepción que se desea dentro de un plan establecido.

Ya se producen aprestos electorales para el 2016 y el PLD quiere seguir gobernando. Su candidato estrella sería Leonel Fernández, pero la estrepitosa caída de su popularidad, obligan a buscar otra candidatura.  Constitucionalmente, Danilo Medina no puede, pero el Congreso que domina su partido puede revertir lo que la Constitución impide. Ya lo están promoviendo con el lema, “si sigue como va, cuatro años más”, aunque al pueblo se le esté estrangulando con el alto costo de la vida.

Estimular el problema interno del PRD es crucial en cualquier proyecto del PLD. Sin una oposición consistente, no habría obstáculos para seguir. Eso es parte de la estrategia. Con la desintegración del PRD, se gobierna cómodo y sin oposición al tiempo que se garantiza la continuidad. Leonel Fernández era tenido como “el mejor activo” del PLD y  como el seguro candidato para las elecciones del 2016, pero los desafueros en sus gobiernos afloraron y han derrumbado su nivel de aceptación. El partido quiere ir a las elecciones con un candidato que le garantice el triunfo y el ex Presidente no es confiable. Su candidatura resulta riesgosa. Pensar en reelección es perfectamente aceptable para algunos ante un escenario sin otro candidato presidenciable. Hay muchos peledeístas pensando así, olvidando el daño que las ambiciones de reelección ocasionan a la democracia y al país.

Los peledeístas se mantienen gobernando con una dinámica políticamente astuta. Para que el pueblo olvide los pesares y apruebe su continuidad, es preciso la anulación de la oposición y la indiferencia del pueblo ante los abusos impositivos, a la impunidad en la corrupción, al desempleo, al hambre que padece y sobre todo, es importante la creación de percepción de aprobación a todo lo que hace el gobierno. Para eso están los “Comunicadores imparciales” que defienden todo, o callan a conveniencia.

Con miras al 2016, el pueblo debe crear conciencia si lo que desea es la continuidad peledeísta, caracterizada por la indiferencia ante sus calamidades, la impunidad ante la corrupción y la voracidad fiscal despiadada o unificarse para promover un cambio con una oferta  creíble, hecha por una oposición fuerte y unificada.